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jueves, 29 de diciembre de 2022

ALFONSO XIII y VICTORIA EUGENIA en Segovia, 1 de octubre de 1906

      Los reyes se casaron en Madrid el 31 de mayo de 1906, y teniendo en cuenta el atentado del día de su boda, estuvieron de luna de miel, básicamente descansando, todo el mes de junio en el Palacio de San Ildefonso. En julio, el día 2, hicieron una visita a la Academia de Artillería de Segovia de modo que también se mantuvieron en San Ildefonso, aunque fueran a Madrid a alguna corrida de toros. Después, en septiembre, debieron venir de nuevo a La Granja y parece ser que desde el Claustro del Instituto se hace una invitación para que viniesen a la apertura del nuevo curso académico 1906/1907. Suponemos que sabiendo que vendrían al acto de jura de bandera de los nuevos cadetes de la Academia de Artillería, el ayudante de su majestad, el coronel de Artillería, Juan Lóriga y Herrera Dávila (conde del Grove), haría concordar ambos actos.

       El primer acto que tuvieron, comenzaría hacia las diez y media de la mañana y era la asistencia a la jura de bandera de los nuevos cadetes de la Academia de Artillería. Sus majestades, los Reyes de España, entraron a la Academia de Artillería por la puerta de carruajes de la calle del Romero (calle Almira desde 1909). En el muro del solar de la Academia había dos torrecillas (como una almenas) que servían para sujetar bien la reja metálica y como podemos comprobar las dos hojas tenían ruedas para su fácil apertura.

     La torre de la derecha servía de protección para el oficial de guardia y se utilizaban cuatro antiguos cañones para protección de las paredes y las esquinas, desde muchos años antes.


    Los Reyes, que llegaban en su coche Renault, fueron recibidos por el coronel director, Manuel Bonet y Calza junto con el entonces Gobernador Militar de Segovia, general de Artillería, Augusto López y Cepeda en la bajada a la huerta.


     El cronista segoviano del Diario de Avisos lo describía perfectamente:
     "A las diez y media proximamente llegaron los reyes en una berlina eléctrica.
      Vestía la Reina con la suprema elegancia que le distingue traje color salmón con encajes blancos de Bruselas, sombrero negro y boa blanca.
       El Rey lucía uniforme de capitán general de Artillería
      A la entrada de la Academia fueron recibidos SS.MM. por los generales Seijas y Cepeda, y todos los jefes y oficiales de la guarnición"

     Después pasaron a la Huerta donde los cadetes armados recibieron al Rey y les hicieron los honores militares. El artillero fotógrafo, Francisco Goñi y Soler, tomó la instantánea que después se publicaría en el diario ABC en la que se ve por detrás a la Reina con su vestido largo.


      A continuación, en la puerta del Picadero de caballos, se había instalado un altar, con un dosel rojo, sobre el cual se alzaba la imagen de Santa Bárbara y se hizo una misa de campaña oficiada por el capellán, Jaime Busquet ayudado por los capellanes del Regimiento de Sitio y del Cementerio. Para los reyes se había montado un dosel de color azul, con dos sillas con sus correspondientes reclinatorios.


    Como bien sabemos, la imagen editada por TG, como postal, era una foto de Francisco Goñi y están conservadas actualmente gracias a la Asociación Fotográfica de Guadalajara.


      En la instantánea sólo está la Reina porque el Rey estaba en el acto de jura y el cronista del Diario de Avisos lo detalla:
    "Terminada la misa y avanzando a primera línea, sin armas, los nuevos alumnos, el coronel director señor Bonet, les tomó el juramente de ritual, y el capellán de la academia pronunció las frases sacramentales 'Si así lo hacéis, Dios os lo premie; y si no, Él os lo demande'
     Después se situó el Rey con su brillante séquito en el centro del cuadro, desfilando los nuevos alumnos, uno por uno, besando la cruz formada por la espada y la bandera, y pasando después bajo los pliegues de ésta.
    Concluido el acto, abandonó la Reina el reclinatorio, púsose el Rey á su lado, y el batallón de alumnos desfiló ante ellos en columna de honor"

     A continuación, se dirigieron en el coche al Instituto General y Técnico, para hacer la entrada por las escaleras de la puerta principal, pasando bajo el arco del Acueducto que daba acceso a la entrada a la Academia.


    "Inmediatamente ocuparon los Reyes el coche eléctrico, trasladándose al Instituto, por entre un inmenso y apiñado gentío que les aclamaba sin cesar y con el mayor entusiasmo, correspondiendo los Reyes á estas demostraciones con gran afabilidad, sonrientes y agitando las manos"
   
    Los Reyes llegaron para el acto de apertura del Curso Académico 1906/1907 en el Instituto pocos minutos después de las once.
     "En la escalinata fueron recibidos los Reyes por el Claustro de catedráticos en pleno, vistiendo todos el traje de toga.
      SS.MM. pasaron al salón de actos, ocupando la presidencia.
     A la izquierda del Rey tomó asiento S.M. la Reina, y a la derecha el director del Instituto señor Cañizo.
      A la izquierda de la Reina se sentó el vicedirector señor Arrilucea.
      Detrás de SS.MM. se colocaron el alto personal palatino"


     "En estrados estaban los catedráticos señores Arévalo, La Calle, Pedrazuela, Colomés, Blanquer, Fuentes, Álvarez del Manzano, Quirós, Mañá, Martín Higuera, González Cano [sic González Negro], Chico, Artigas y Brussi.
      También estaban de toga los doctores Gila (don Félix) y Arévalo (don Aurelio)"

    En la foto, que muy probablemente realizó Julio Duque o Francisco Goñi, además, se encontraban el Gobernador civil, el Alcalde y los tenientes alcalde del Ayuntamiento; el presidente de la Audiencia y algún magistrado; comisiones de la Academia de Artillería, Regimiento de Sitio, Archivo Militar, Zona y Reserva; el juez y fiscal municipal.

     Cuando se hace la instantánea, en el estrado ya había tomado la palabra el secretario del Instituto, Damián Colomés y Peydro (catedrático de Francés) para hacer la lectura de la memoria del curso anterior como era reglamentario.


    En la tribuna, el secretario Colomés decía:
    "Señor: 
    En este solemne acto, en que ahora abren sus puertas todos los Establecimientos oficiales de España y en cumplimiento de un deber ineludible, tengo el honor de levantar mi voz ante V.M. para hacer público el testimonio de sincera adhesión y respetuoso afecto que este Claustro siente por su Real persona, y al mismo tiempo, demostrar su profundo agradecimiento por la alta honra que ha dispensado al Instituto de Segovia y que éste considerará, siempre, como motivo de legítimo orgullo.
    
    Señor: al dignaros aceptar la invitación del Claustro de esta Escuela, habéis dado una nueva prueba de la magnanimidad de vuestros sentimientos, y al vernos honrados con vuestra presencia en esta solemnidad académica, demostráis hallaros animado del espíritu de los Felipes y Carlos, vuestros ilustres predecesores que, con su protección á las Ciencias y á las Letras, conribuyeron erficazmente á elevar el nivel intelectual de nuestra patria.

    Con la venia de V.M. séame permitido reseñar los acontecimientos del curso académico que terminó ayer..."

     A continuación, detallaría todos los acontecimientos del centro en cuanto a variación de personal, las estadísticas de las asignaturas, los gastos correspondiente del ejercicio y los cuadros de profesores, de certificaciones. Además, el cuadro de honor de alumnos con nota de sobresaliente con derecho a matrícula de honor. Finalmente, para acabar decía:

     "Sintetizada en los anteriores párrafos la vida de esta Escuela en el curso que terminó ayer, réstame para concluir, reiterar las más expresivas gracias en mi nombre y en el de mis dignos compañeros á S.M. el Rey D. Alfonso XIII, á las Autoridades, Corporaciones y demás distinguidas personas aquí reunidas, por haber enaltecido con su presencia este acto, dando así un elocuente testimonio del interés que les inspira este Centro de enseñanza.

      Permitidme, en fin, que antes de abandonrar este sitio dirija mis últimas palabras á los jóvenes á quienes van á abrirse de nuevo las puertas del templo de la ciencia. A todos mira el profesorado como hijos predilectos que desea guiar por la senda del deber, senda áspera, á veces y penosa, pero cuyo término es siempre el más interesante á su futuro bienestar. Pero entre ellos los hay que por su aplicación y comportamiento se han hecho acreedores á la honrosa distinción de que van a ser objeto en breves momentos. Sí, queridos jóvenes, yo os felicito por tan señalado honor, aumentado por el mérito de recibir de manos de S.M. el Rey el diploma de honor que habéis sabido conquistar. El recuerdo de este día quedará indeleble en vuestra memoria y siempre que lo evoquéis repetid el ferviente voto que todos hacemos para que Dios conceda á nuestro augusto Soberano con su egregia esposa la Reina Dª María Victoria un largo y venturoso reinado para bien y prosperidad de la Patria".

      El cronista del Diario de Avisos nos relata:
    "Inmediatamente se procedió al reparto á los alumnos laureados, que les fueron entregados por S.M., el cual les felicitaba cariñosamente al presentarse a recibir aquellos.
      Acabo S.M. el Rey declarando abierto el curso académico de 1906 á 1907.
    Terminado este acto pasaron sus majestades y acompañamiento á la dirección, donde se había preparado un  delicado lunch, compuesto de fiambres, dulces, pastas, champagne y jerez.
    Teniendo en cuenta lo avanzado de la hora, dieron los Reyes por terminada la visita al Instituto, acompañándoles hasta la escalinata de entrada el claustro de profesores"

    Entre los veintiocho alumnos que recibieron el diploma de manos del Rey podemos destacar a algunos alumnos que después consiguieron cierto reconocimiento social: Juan José Llovet Soriano (poeta), Pedro Chico Rello (Pedagógo, hijo de Martín Chico Suárez), Luis Larios Molina (segoviano fallecido a los 27 años) Abilio Rodríguez Rosillo (Catedrático de Instituto de Ciencias Naturales), Luis Conde Figueroa (artillero, llegó a General de brigada), Luis Gala Calvo (médico, padre del escritor Antonio Gala).       
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    Esta entrada se la dedico a algunas de las personas que están interesados en la divulgación y valoración de la Historia del Instituto, como Centro Histórico en varias de sus vertientes, en particular al amigo Carlos del Barrio. Además, al amigo Javier, Director del Archivo del Alcázar de Segovia, por su interés en la divulgación de acontecimientos históricos de la Academia de Artillería, coleccionista también de postales de TG.
       Todo ha sido posible gracias a:
LOS HIJOS SEGOVIANOS DE ALFONSO XIII (1906-1931): JAIME, 10 de junio de 2018, del propio blog Segovia Y Matemáticas.
GOÑI EN SEGOVIA19 de julio de 2015 del blog Arqueología de Imágenes del amigo Aku Estebaranz.
Diferentes fotografías del Archivo de ABC, mostrando el Renault cuando Alfonso XIII lo probaba en 1905 y el Salón de Actos del Instituto de Segovia.
Diario de Avisos. Segovia diario del viernes 26 de septiembre de 1902, Año IV, NÚM. 1270 de la Biblioteca virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Memoria acerca del estado del Instituto General y Técnico de Segovia durante el curso de 1905 á 1906 por el doctor graduado D. Damián Colomés y Peydro. Imprenta del Diario de Avisos. Segovia, 1906 de la Biblioteca Pública de Segovia.
Diario de Avisos. Segovia diario del lunes 1 de octubre de 1906, Año VIII, Núm. 2527 de la Biblioteca virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del jueves 11 de octubre de 1906, Año XIII, NÚM. 666 de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Reseña Histórica del Instituto Nacional de Enseñanza Media "Andrés Laguna" de Segovia. Rafael Hernández Ruíz de Villa, en Estudios SegovianosNº 58, Instituto Diego de Colmenares. Segovia, 1968.
Mi colección de fotos y postales sobre Segovia recopiladas durante los últimos veinticuatro años.

sábado, 13 de agosto de 2016

LA GASOLINERA DE PETRONILO (1936-1962)

      La gasolinera junto al Acueducto desde mis primeros recuerdos de infancia fueron como la gasolinera de Petronilo y yo, en particular, no conocí los otros surtidores que coincidieron con ella, desde 1941 hasta 1961. En las últimas fiestas de Segovia, hablé con uno de sus actuales propietarios, RANI S.L. y con su buena disposición a facilitar material y las imágenes antiguas que yo disponía me puse a estudiar cómo se había realizado.

      En esta entrada queremos mostrar principalmente cómo se fue transformando la fisonomía urbanística de la zona a los pies de la iglesia de San Justo durante un periodo de veinticinco años.

       En  el verano de 1928 el cerro de San Justo y el Salvador se encontraba así:


      En la plazuela de la calle Alamillo hay tres viviendas y bajando a la carretera de San Ildefonso hay unos grandes árboles, junto a una gran escalinata.

      Pasan unos años y circa 1932 en un claro día vemos mejor la casa de Alamillo Nº 3 propiedad de los herederos de Sebastián Vázquez con una huerta y su valla a la carretera de San Ildefonso junto con la escalera de acceso desde la plazuela de Alamillo.


       El exceso de luz en la fotografía no nos deja apreciar la gran escalinata que había para bajar desde San Justo a la carretera, pero como luego veremos es algo significativo en la creación de la nueva gasolinera. De otra foto postal circa 1934 hemos hecho una ampliación para poderla ver bien.


     En enero de 1936 la madre de Petronilo, Manuela Escorial, encarga al arquitecto Pagola el Proyecto de Estación de Abastecimiento de automóviles ya que su padre había fallecido dos años antes. Paralelamente en ese mes Petronilo ha comprado la casa junto con su jardín, marcada en rojo en la foto, a Paulino Arranz. S. Manuel Pagola se pone manos a la obra y consigue el visado del colegio de arquitectos a finales de marzo de 1936. El proyecto supone comprar varios trozos de terreno, junto con el que ocupa la gran escalinata, al Ayuntamiento y ceder para la alineación con la carretera una parte del jardín.


       Además, supone quitar la anterior escalinata desplazándola a la derecha y hacer una nueva más estrecha. Como toma parte de la plazuela del Alamillo supone que la inclinación de la escalera aumentará y tendrá más pendiente (ese es mi recuerdo de infancia, la gran pendiente de esa escalera).


     El alzado hacia la carretera tendría una parte con dos fosos de engrase y un espacio para lavado y después tres postes distribuidores de combustible con sus correspondientes depósitos subterráneos. En las condiciones de la jefatura de Obras Públicas para construir la nueva estación de abastecimiento había un tiempo de ejecución de dieciséis meses desde la concesión del 6 de abril de 1936.


      El proyecto tuvo la autorización del Ayuntamiento con la firma del alcalde el 29 de abril de 1936, pero muy probablemente el estallido de la guerra en julio hizo retrasar la realización del proyecto. Disponemos de una foto de la guerra de 1937 o 1938 en la cual podemos ver cómo se han realizado los muros de carga y el habitáculo para engrase y lavado. Está acotado perfectamente todo el solar y se ha hecho la alineación con respecto a la carretera, junto con los cinco árboles que están reflejados en el proyecto.


      Suponemos que la obra se quedó parada más de un año para conseguir en la zona nacional los tres depósitos de combustible, y los tres postes surtidores. Tenemos que en la guerra el recibo de la contribución de riqueza urbana del tercer trimestre de 1938 y el último trimestre de 1939, acabada la guerra, los sigue pagando el propietario a fecha de 1933 (obsérvese el escudo republicano en 1938).


      La primera contribución industrial a nombre de Manuela Escorial es de 1942, es decir que muy probablemente la gasolinera entró en servicio en el año 1941. La realización del proyecto, excepto la torre con el reloj, era muy fiel y al poco tiempo de su inauguración, en mayo de 1947, se podía ver así desde el Acueducto.


     De las tres casas de la plazuela del Alamillo quedaban las dos siguientes, más cercanas a la iglesia de San Justo. A partir de finales de 1950 se aprueba una mejora en la carretera nacional 601 a su paso por Segovia de modo que, como ya vimos en la entrada del Parador del Norte, se va a realizar un ensanchamiento a lo largo de 1951 en la carretera de San Ildefonso, frente a la gasolinera.


     Todo ello lo vemos reflejado en esa imagen aérea de 1952 y con otra toma desde el postigo circa 1958 viendo el alzado de la estación de abastecimiento. En ese momento ya se había cambiado el nombre tres años antes por avenida del Padre Claret.


     Para terminar, con el derribo del Parador del Acueducto en 1961 la zona se mantenía similar a diez años antes y en la gasolinera instalaban un cartel de Estación de Servicio en el voladizo.


      En 1982 la estación de servicio se traspasó a los fundadores de RANI S.L. y Petronilo Pérez Escorial, que estudió en la Academia de Artillería entre 1924 y 1930, falleció en Segovia en 1994 con 88 años.
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     Esta entrada se la dedico en homenaje a los fundadores de RANI S.L. y a sus hijos que son sus propietarios desde 1982, en especial a Luis por su afición de documentos postales históricos.
       Todo ha sido posible gracias a:
Proyecto de Estación de Abastecimiento de automóviles (Segovia) de S. Manuel Pagola Bireben de 1936 del Archivo Municipal de Segovia.
La documentación y foto facilitado por los propietarios de RANI S.L.
Arquitectura y Urbanismo en la ciudad de Segovia (1750-1950) de Miguel Ángel Chaves Martín. Editado por la Cámara de la Propiedad Urbana de Segovia. Segovia 1988.
Un año de política falangista al servicio de Franco. Editado por la Jefatura Provincial de F.E.T. y de las J.O.N.S. Segovia, 1951.
El Adelantado de Segovia del sábado 11 de junio de 1994, Año XCIV-Núm. 28737.
El Adelantado de Segovia del martes 14 de junio de 1994, Año XCIV-Núm 28739.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial de 1936 a 1942 del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo a la divulgación sobre Segovia y continuo aliento de Isabel del Archivo Municipal de Segovia para disfrutar de la Segovia pasada.
Mi colección de postales, fotos y guías antiguas de Segovia recopilada en los últimos dieciocho años.

miércoles, 26 de agosto de 2015

LOS AUTOMÓVILES EN SEGOVIA (1900-1936): Los surtidores de gasolina (2ª parte)

     Continuamos la entrada anterior sobre la instalación de los primeros surtidores de gasolina en Segovia.

SURTIDOR SOLICITADO POR PETRÓLEOS PORTO-PI S.A.
      La cuarta solicitud comenzó el 15 de septiembre de 1925 realizada por Manuel Benlloch Martínez, en representación de Petróleos Porto-Pi S.A. proponiendo los alrededores de la Puerta de Madrid "Que deseando instalar en esa población y en la confluencia de la carretera de Segovia con la carretera de Madrid y estación, en el vértice correspondiente a la estación de Segovia y sitio preciso que se determine, un aparato surtidor de gasolina con depósito subterráneo para la venta de este combustible...".

       Pagola como arquitecto municipal hace informe para el Alcalde "...para la debida tramitación del expediente, es preciso que se acompañen los planos y memoria duplicados, así como las del emplazamiento que se solicita y sobre los cuales funda aprobable dicho emplazamiento ó modificarse según el caso" y el alcalde al día siguiente dice que se dirija al solicitante transcribiéndole lo que falta.

      A los siete días Pagola dice "Una vez cumplidos los requisitos que previenen las Ordenanzas Municipales, no veo inconvenientes en que se conceda la licencia solicitada... y favorable el sitio en que intenta emplazarse lo encuentro adecuado para el objeto a que se destina" y que pasará informe a Obras Públicas por orden del Alcalde.

      El ingeniero jefe de Obras Públicas contesta el 30 de octubre de 1925 con las condiciones a las que se deben ajustar y el alcalde Tomás Sanz firma el día 2 de noviembre.

      El 4 de noviembre de 1925 Manuel Benlloch firma y pone el sello de Petróleos Porto-Pi S.A. Región Central "He recibido del Sr. Alcalde de esta Capital, oficio del Sr. Ingeniero de Obras Públicas de esta provincia comunicándome la autorización para instalar un depósito de gasolina y á su servicio también las condiciones a que me he de ajustar en la construcción de las obras..."

       La instalación y puesta en funcionamiento se terminaría en marzo o abril de 1926. En la siguiente imagen realizada, entre 1926 y 1930, por fotógrafo anónimo, propiedad de la Fundación Telefónica, hemos señalado la situación del surtidor.

Esta foto es propiedad de la Fundación Telefónica
   
     Como todos podemos comprobar el surtidor, con los cambios oportunos por mejoras tecnológicas, es el único que se mantiene en el lugar original desde hace noventa años.

SURTIDOR SOLICITADO POR ANTONIO DEL ROSAL
      La quinta solicitud comenzó el 23 de noviembre de 1925 realizada por un capitán de Artillería, vecino de Madrid, proponiendo la carretera de Boceguillas "... solicita autorización para comenzar las obras de instalación de un surtidor de gasolina, con depósito enterrado de 5000 litros, á la entrada de la Carretera de Boceguillas y sitio marcado en el croquis que acompaña...siendo la bomba de tipo "Hardoll" de medida visible que constituye la máxima garantía para el público...".


    Pagola como arquitecto municipal hace informe para la comisión el 15 de diciembre de 1925 y es aprobado al día siguiente por la Comisión Permanente proponiendo el siguiente lugar.


     El informe de la Jefatura de Obras Públicas aprobando la solicitud se hace en enero de 1926.

      Entre el 18 y el 22 de abril de 1926 se colocó el depósito subterráneo de gasolina y el comandante de Artillería, Pedro Anadón Mayayo (Jefe de labores en el Parque Regional de Artillería) envía el día 22 a Mariano Maltrana una carta pidiendo autorización para apoyar en la pared, propiedad del padre Napoleón Maltrana, un tubo de aireación.

     Esto provocó que Napoleón Maltrana y López, propietario de todo el edificio en el que se encontraba el Parador del Acueducto, hiciese un gran recurso en el cual detalla el lugar exacto "...en la acera de dicha casa enfrentando en el local destinado a herradero, un poco por debajo de este" que presentó el 1 de mayo de 1926 y solicitaba entre otras cosas la demolición de las obras y la retirada del aparato-depósito de gasolina. Pagola teniendo presente el recurso hace un informe el 20 de mayo "cree el que suscribe haber informado á los principales puntos de la exposición del Sr. Maltrana y entiende en consecuencia que procede desestimar la reclamación de dicho señor". La desestimación fue aprobada en sesión ordinaria de la comisión permanente del 8 de septiembre de 1926 y firmado el recibí por Napoleón Maltrana, en Veganzones el 20 de septiembre.

      La puesta en funcionamiento se terminaría hacia mayo o junio de 1926, de modo que en la zona había dos Paradores, con dos garajes, talleres de reparación y tres surtidores (una completa estación abierta de transportes en 1926). En la siguiente imagen, circa 1929, podemos ver la situación definitiva del surtidor a unos quince metros del surtidor del Parador del Norte que en ese momento estaba a cargo de Mariano San Frutos.


     Este surtidor se debió mantener poco tiempo. No sabemos, en este momento, cuando desapareció, pero pensamos que antes de la guerra.

SURTIDOR SOLICITADO POR PETRÓLEOS PORTO-PI S.A.
      La sexta solicitud comenzó el 9 de diciembre de 1925 realizada por Manuel Benlloch Martínez en representación de Petróleos Porto-Pi S.A. proponiendo la Plaza Mayor "... Que deseando instalar en la Plaza Mayor y lugar que se indique, un depósito subterráneo con aparato surtidor de gasolina para la venta de este combustible...".

      Pagola como arquitecto municipal hace con fecha 9 de diciembre el informe correspondiente para el Alcalde en el que no ve inconveniente para que se conceda licencia en el lugar señalado:


      En el informe se adjuntan las características técnicas y el modelo de aparato Bowser para un depósito de capacidad de 5000 litros certificadas por el ingeniero industrial Narciso Seriñá:


       En la sesión ordinaria del 16 de diciembre se aprueba por unanimidad en todos sus extremos, pero añadiendo "... que se abonará por el solicitante el importe que se imponga á estas concesiones, por el Excmo. Ayuntamiento..."  firmado por el Alcalde Tomás Sanz y el secretario correspondiente, a fecha de 21 de diciembre de 1925 y concedido al solicitante, el 29 de diciembre de 1925, pero unos quince días después, se produce cambio de alcalde por Fernando Rivas.

      Como podemos comprobar casi después de un año la instalación todavía no se había realizado. La decisión había sido llamativa y en El Adelantado de Segovia del lunes 20 de diciembre de 1926, en portada, apareció un artículo, a modo de editorial local, que decía:
      "Parece que se va a 'perpetrar' la instalación de un surtidor de gasolina en plena plaza Mayor...
     No tienen necesidad los automovilistas, en Segovia, de más surtidores que los existentes, con exceso, en las inmediaciones del Azoguejo. Si la hubiera, no sería ciertamente la plaza lugar indicado para la nueva instalación. En ella no existe ámbito suficiente para el paseo y para el paso de carruajes. Ninguna de estas dos circunstancias puede desaparecer; y siendo así, todo obstáculo causado por instalaciones, artefactos, o detención de vehículos, constituye un atentado a la comodidad del vecindario.
      El Ayuntamiento seguramente comprenderá estas consecuencias y sabrá adoptar los acuerdos necesarios para evitar se lleve a cabo esa instalación."

      Evidentemente la instalación y puesta en funcionamiento se produjo hacia mayo de 1927. De marzo de 1929 disponemos de una imagen de un turista fotógrafo:


      Como se puede comprobar el modelo de aparato ya tenía unas vasijas, de varios litros de capacidad, en las cuales se iban llenando del combustible que desease el usuario utilizando una manivela.

      Según pasaron los años se vieron los inconvenientes del surtidor para los peatones, pero también las ventajas para los automovilistas y para algunos autobuses que partían a sus destinos para la provincia, San Ildefonso y Riaza al menos, desde la plaza Mayor.

      También disponemos de una imagen, circa 1934, con el surtidor de la plaza con su vigilante al lado, pero ya con un precio de 0,76 pesetas el litro de gasolina.


       El surtidor se mantuvo más de doce años, aunque no sabemos todavía exactamente cuando se quitó, pero si sabemos que en diciembre de 1938 estaba y que en enero de 1941 ya no estaba. Por tanto se tuvo que quitar en 1939 ó 1940.
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      Esta entrada se la dedico a todos los segovianos que condujeron los primeros autobuses, camiones y automóviles que fallecieron antes y después de la guerra.
       Todo ha sido posible gracias a:
La foto, de fotógrafo desconocido, de formato 17x13 cm en el Archivo Fotográfico, apartado Entrada de la Línea Telefónica y Poste Distribuidor, de la Fundación Telefónica.
Historia de las comunicaciones en Segovia de Mariano Gómez de Caso Estrada editado por Caja Segovia Obra Social y Cultural, Segovia 2004.
Algunas anécdotas, personajes y establecimientos del corazón de Segovia a mediados del siglo XX. Félix S. de la Fuente Contreras. Editado por el autor. Segovia, 2004.
Web SITIO DE LAS MATRÍCULAS ESPAÑOLAS de David Urios Mondéjar.
El Adelantado de Segovia, lunes 20 de diciembre de 1926, Año XXVI-NÚM 6578.
Proyectos de las diferentes solicitudes de surtidores de gasolina del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos diecisiete años.

viernes, 21 de agosto de 2015

LOS AUTOMÓVILES EN SEGOVIA (1900-1936): Los surtidores de gasolina (1ª parte)

     En las dos primeras décadas del siglo XX sólo había matriculados con matrícula SEG, de Segovia, 61 automóviles entre coches, camiones, autobuses y motocicletas. Y aunque hubiese más vehículos matriculados de otras ciudades no llegaría a las 150 unidades en toda Segovia. En ese momento, los automovilistas disponían de los garages (así llamados, como en Francia) para obtener el combustible, que comenzaron en Segovia hacia 1910.

      En la década siguiente la situación cambia vertiginosamente, entre 1921 y 1929 se matricularon en Segovia casi ochocientos sesenta vehículos y con los matriculados de otras ciudades habría unas mil unidades. A partir de abril de 1921 se hacen varias reales órdenes relativas al establecimiento de aparatos surtidores de gasolina. En particular, en Segovia es en mayo de 1923 cuando se empiezan a hacer solicitudes al Ayuntamiento de instalación de surtidores, siendo Manuel Silvestre Pagola el arquitecto municipal.

       En la memoria de un proyecto de las primeras solicitudes, de 1923, dice:
      La aplicación del motor de gasolina a la tracción de vehículos, ha tomado en los últimos años una extensión inusitada, aparejando como consecuencia, el extraordinario desarrollo a que ha llegado la industria de fabricación de tal combustible.
      El consumo de este líquido ha alcanzado una cifra fabulosa, que crece de día en día con la invasión del camión automóvil, destinado al transporte de mercancías.

     Entre 1924 y 1928 se instalaron seis surtidores en Segovia capital que vamos a detallar a continuación su historia inicial por orden cronológico. También, tenemos constancia de alguno instalado en la provincia, en Turégano, hacia 1930.

SURTIDOR SOLICITADO POR PEDRO PARAREDA
      Esta primera solicitud comenzó el 18 de mayo de 1923 proponiendo el Azoguejo "... desea instalar en el sitio que al efecto se le designe de la Plaza del Azoguejo de esta capital un depósito subterráneo de gasolina para proveer de ésta a los automóviles de la población...".

     Pagola como arquitecto municipal hace un informe para la comisión correspondiente en junio de 1923 e inicialmente propone en carretera de Boceguillas junto al pretil de la calle Gascos, desechando la plaza del Azoguejo.


    Sin embargo, teniendo en cuenta ordenanzas municipales y remitir el informe a la Jefatura de Obras Públicas no se acepta y se plantea un nuevo emplazamiento en octubre de 1923.


    Este lugar será definitivo, pero se retrasará casi un año, aunque la obra del vaciado para el depósito con las inspecciones de la Jefatura de Obras Públicas se hacían en unos cuatro meses. El surtidor era el típico de la época, tipo S.F. Bowser & Cª Inc.


      Se instalará junto al Parador del Norte y se pondrá en funcionamiento en febrero de 1925. En la siguiente imagen circa 1929 podemos ver el surtidor Bowser ya instalado con el precio de 0,70 pesetas el litro de gasolina.


      El depósito se mantuvo, aunque se cambiase con los años el poste distribuidor, hasta 1961 con el derribo de la manzana del Parador del Acueducto y habiendo hecho el derribo del Parador del Norte diez años antes, en 1951.

SURTIDOR SOLICITADO POR SERVILIO TORREGO
      Esta segunda solicitud comenzó el 3 de noviembre de 1923 por un vecino de Madrid proponiendo el terreno delante del garaje de La Castellana S.A. "... desea instalar un aparato tipo G.B. Industrias Babel y Nervión frente al garage de su propiedad en el 49 km 9 hm de la carretera Villalba a Segovia..." con la memoria justificativa firmada por un ingeniero industrial y un plano de situación.


     Pagola hace un informe interno a finales de diciembre de 1923 detallado, teniendo en cuenta los inconvenientes que había habido con el anterior y todas las condiciones revisadas y aprobadas por la Jefatura de Obras Públicas junto con la memoria del proyecto. El recibí del solicitante llega el 3 de enero de 1924 donde se especifica un plazo de ejecución de seis meses.

       La instalación y puesta en funcionamiento se terminó en abril o mayo de 1924, de modo que fue el primero existente en Segovia y presentó un recurso en la tramitación del anterior argumentando que se encontraba a 30 metros del suyo y pedía que lo desplazasen a 500 metros (ésta fue una de las causas del retraso del anterior). Con la imagen circa 1928 desde la muralla podemos situarnos en su distribución y su instalación definitiva por orden cronológico.


     El depósito cambió de titularidad en seguida, hacia 1929 y lo podemos ver en una imagen circa 1935 a través de los arcos de nuestro Acueducto con un coche a la puerta del garaje y taller de reparación que había en ese momento.


     Se mantuvo en funcionamiento más de treinta y siete años, aunque se cambiase el poste distribuidor, hasta 1962 con el derribo de la manzana del Parador del Acueducto.

SURTIDOR SOLICITADO POR EMILIO DE SOUSA
       La tercera solicitud comenzó el 27 de mayo de 1924 proponiendo la calle del Roble 20 delante de un garaje a su cargo "... Que deseando instalar un aparato subterráneo de gasolina con cabida de 20000 litros en la entrada del Nuevo Garage...".

     Pagola hace su informe que va a la comisión de fomento el 9 de junio de 1924 en el que advierte de posibles futuros edificios "... en el casco de la población y en una parte de ella de probable y fácil aumento de edificaciones, considero de algún peligro la concesión de la licencia solicitada..."  y la comisión  lleva para aprobar en la sesión de la comisión permanente del 17 de diciembre de 1924 en donde se aprueba pero con condiciones.

     El envío de la autorización de la licencia con la firma del alcalde Tomás Sanz y recibí firmado por Emilio de Sousa es del 22 de diciembre de 1924. De modo que el depósito con el surtidor se instalaría y se pondría en funcionamiento en abril o mayo de 1925.

     Poco después, el 25 de mayo, Emilio de Sousa ponía este sugerente anuncio para los automovilistas de gasolina Automovilina en El Adelantado de Segovia. En ese momento sólo había tres surtidores y algún garaje más que vendía combustible.



     Este depósito, con los cambios oportunos por mejoras tecnológicas, se ha mantenido básicamente más de ochenta años.
                                                                 Continúa
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     Esta entrada se la dedico a todos los segovianos que condujeron los primeros autobuses, camiones y automóviles que fallecieron antes y después de la guerra.
       Todo ha sido posible gracias a:
Historia de las comunicaciones en Segovia de Mariano Gómez de Caso Estrada editado por Caja Segovia Obra Social y Cultural, Segovia 2004.
Web SITIO DE LAS MATRÍCULAS ESPAÑOLAS de David Urios Mondéjar.
El Adelantado de Segovia, lunes 25 de mayo de 1925, Año XXV-NÚM 4932.
Proyectos de las diferentes solicitudes de surtidores de gasolina del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos diecisiete años.

viernes, 10 de julio de 2015

LOS AUTOMÓVILES EN SEGOVIA (1900-1936): El primero visto en Segovia

      Comenzamos con esta entrada una serie dedicada al estudio de los automóviles, y todo lo que les rodea, en Segovia desde los inicios hasta la guerra civil: el auto visto por primera vez, los vehículos, los agentes oficiales, los surtidores, las matrículas.... Es decir, unos pequeños estudios sobre lo que ahora nos resulta tan habitual, pero que en los momentos iniciales fue muy diferente y mucho más lento de lo que podríamos pensar, de modo que veremos muchas cosas curiosas.

      Con el Reglamento para el servicio de coches automóviles por las carreteras del Estado de 17 de septiembre de 1900 conocemos en esa época a qué se llamaba automóvil por su Artículo 2º, Bajo el nombre de coche automóvil, ó simplemente automóvil, se comprenden todos los carruajes movidos por fuerza mecánica.

       EL PRIMER AUTOMÓVIL QUE SE PUDO VER EN SEGOVIA
     La fuente más antigua que tenemos de un automóvil en Segovia nos viene de la prodigiosa memoria de Agapito Marazuela en charla con Manuel González Herrero.

      En el siglo XIX, el año 96 ó 97, fue cuando vi yo el primer automóvil; cada cosa que venía nueva nos causaba una emoción y una impresión enormes, como luego más tarde pasó con el gramófono y con los aviones y demás.
      Le ví un día de San Luis, viniendo de La Granja, y nos impresionó a todos los que lo presenciamos. A mí eso de ver un coche sin caballos, ni burros, ni machos, me pareció una cosa incomprensible.
      - ¿Quién llevaba el coche ese?.
     - Era un coche francés, muy destartalado, pero que fue el primero que habíamos visto, y la cosa desde luego fue de emoción. Un niño que iba con su padre, un niño de nueve años, al ver aquel primer automóvil, exclamó: "papa, papa, papa"...
      - "Qué te pasa, hombre, le preguntó el padre".
      - "Un coche que se ha vuelto loco, un coche que se ha vuelto loco...".
      - ¿Cómo llamábais aquel artefacto?.
      - Pues nosotros, un cacharro que andaba solo, je, je, je ...

     Por todo lo leído sobre el tema y teniendo en cuenta que Agapito nació en noviembre de 1891, parece un poco aventurado, pero sí es posible, ya que en Madrid según la amiga Isabel Gea, fue sobre 1898. Tampoco nos informa sobre si era eléctrico o de petróleo, pero cuadra todo: procedente de Francia, cuna de los automóviles, y en el verano de San Ildefonso, donde se situaba la Corte. Por la documentación utilizada con imágenes publicadas en revistas gráficas de la época Agapito pudo ver algo del tipo


o bien de otro tipo.

     En estos modelos iniciales los diseños todavía eran muy similares a los coches de caballos. Habrá que esperar al impulso de la Exposición Universal de París de 1900 en cuyo vídeo podemos ver el continuo tránsito de coches de caballos, el tranvía y un triciclo con motor. Con este impulso internacional los constructores de automóviles mejoraron mucho los motores, los mecanismos y los diseños.

     La segunda fuente, por escrito, de un automóvil en Segovia es del pintor Ignacio Zuloaga Zabaleta (1870-1945) que en carta dirigida en 1902 a su tío Daniel Zuloaga, en Segovia, le pide que vaya en ferrocarril a Miranda a su encuentro, en la que le dice Iremos despacio para pararnos en donde nos guste y tirar de kodak. Mi automóvil tiene tres velocidades... Lógicamente lo adquiriría en París y lo utilizaba para desplazarse fácilmente entre París y San Sebastián. Debemos recordar que ya entre el 27 y el 29 de junio de 1901, L'Automobile Club de France, con más de 2200 socios, había organizado la carrera internacional París-Berlín de modo que crearon varios salones y exposiciones de automóviles en París desde 1898.

     Sin embargo, no tenemos ninguna prueba gráfica, a día de hoy, de un automóvil en Segovia hasta octubre de 1905. En el viaje de Émile Loubet, séptimo presidente de la República Francesa, a España, el 25 de octubre, día de San Frutos, el rey Alfonso XIII prepara en el programa del día una cacería en Riofrío y fuera de programa una visita a Segovia:

      Alfonso XIII acababa de cumplir diecinueve años el 17 de mayo anterior y desde julio de 1904 ya disponía de su primer automóvil cumplidos los dieciocho años necesarios para poder conducirlo por el Reglamento de 1900. El tren partió desde la estación del Norte de Madrid a las nueve menos cuarto con los séquitos respectivos y llegó a La Losa de Riofrío a las once. En la estación de La Losa subieron los expedicionarios en los tres automóviles del Rey y en el del Marqués de la Mina con dirección al Palacio de Riofrío.

      En la foto publicada en La Ilustración Española y Americana de la estación de La Losa, adornada con guirnaldas y banderolas, podemos ver el maravilloso Panhard & Levassor de 35 caballos conducido por el joven Rey, detrás el presidente francés con barba, junto al ministro de Fomento, conde de Romanones.


      El Panhard & Levassor de Alfonso XIII era un modelo de cuatro plazas con carrocería realizada por Henry Blinder. Era uno de los automóviles más modernos y caros alrededor de 1904 con un coste, en su momento, superior a los 17500 francos.


      En la postal fotográfica que se editó en la época podemos ver algo mejor el potente automóvil en la estación de La Losa que Alfonso XIII, utilizaba entre otros, en sus continuos viajes desde el palacio Real de Madrid a La Granja de San Ildefonso en el verano de 1905. Uno de los viajes fue a la inauguración en julio del Tiro de Pichón y poco después, en agosto, llegó a tener fuertes críticas en la prensa comentando la posibilidad de que tuviese un accidente.

    En otra postal del mismo día veinticinco podemos ver al Rey llevando quizás al puesto correspondiente dentro del bosque de Riofrío al señor Loubet, pero ya lleva puesto el gorro correspondiente, las gafas reglamentarias y el mismo abrigo bien cerrado para resguardo del frío.


      Al día siguiente  y siete días después, en la revista ilustrada Nuevo Mundo, se publican reportajes sobre la cacería en Riofrío con fotos conversando y su automóvil esperando.


      A la derecha, con capa y sombrero vemos al ministro de Fomento, conde de Romanones que había cazado la mejor pieza, un ciervo de cinco puntas.

      Acabada la cacería, recorrer el Palacio de Riofrío, ir al Palacio de La Granja y saludar a la población de San Ildefonso hicieron una vista a Segovia fuera del programa oficial:

     A las cinco y diez llegaron en el automóvil de 35 caballos S.M. y el Presidente de la República francesa, el infante D. Carlos, el príncipe Reniero y el embajador de Francia en España, Mr Cambón.
    Los egregios excursionistas se detuvieron un momento en el Azoguejo, contemplando el acueducto, y girando velozmente el automóvil, emprendió éste una marcha moderada por las calles de San Juan, San Agustín y la Trinidad.
       Al llegar a la Plaza S.M. consultó el reloj, y el carruaje tomó la dirección del Alcázar.
      El público ya se habia apercibido de la presencia de los ilustres viajeros y la gente en grandes grupos, corría tras del automóvil.
     Como no había noticia de la llegada del Rey, en el Alcázar solo fueron recibidos los excursionistas por el oficial de guardia y el sargento afecto del Archivo militar.
       No se permitió la entrada al público, pasando tan solo un ordenanza de telégrafos que entregó á S.M. un telegrama.
       La falta de luz y la premura del tiempo hicieron que la visita fuera breve, limitándose al piso bajo del edificio.
      A los ocho minutos los excursionistas en automóvil, cuando ya se había congregado en la plaza del alcázar numeroso público y correspondiendo sonrientes á los respetuosos saludos de la concurrencia, emprendieron la marcha por la Ronda del Rey D. Juan, calles del Socorro y San Valentín al Paseo Nuevo, dirigiéndose á la estación. 
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      Esta entrada se la dedico a Mariano Gómez de Caso por todos sus estudios sobre Segovia y lo segoviano.
       Todo ha sido posible gracias a:
Gaceta de Madrid del jueves 20 de septiembre de 1900, Año CCXXXIX, Núm 263 de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado del Ministerio de la Presidencia.
Agapito Marazuela o el despertar del alma castellana de Manuel González Herrero editado por segunda vez en 1995 por la Excma. Diputación Provincial de Segovia.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del 26 de octubre de 1898, Año IV de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
La Ilustración Española y Americana semanario de información gráfica del 30 de octubre de 1905, Año XLIX, NÚM XL de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Historia de las comunicaciones en Segovia de Mariano Gómez de Caso Estrada editado por Caja Segovia Obra Social y Cultural, Segovia 2004.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del 26 de octubre de 1905, Año XII, Núm 616 y del 2 de noviembre de 1905, Año XII, Núm. 617 de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Diario de Avisos. Segovia diario del jueves 26 de octubre de 1905, Año VII, NÚM 2312 de Biblioteca virtual de prensa histórica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
http://www.tours13.fr/histoire-du-quartier/panhard-levassor
https://automobileclubdefrance.fr/fr/salon-panhard-levassor-2/
Mi colección de postales y fotos antiguas acumulada en los ultimos dieciséis años.

viernes, 26 de junio de 2015

LOS AUTOBUSES DE LA RENFE DE SEGOVIA (1947-1959)

      Como la estación de trenes se encontraba a más de un kilómetro del centro de la ciudad, la RENFE (Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles) fundada en 1941, disponía de una serie de pequeños autobuses que trasladaban a los usuarios, con sus equipajes, al centro de la ciudad o de la ciudad a la estación. Precisamente en febrero de 1946, Francisco Franco vino a Segovia a la inauguración de la electrificación de la línea férrea Villalba-Segovia y a partir de ese momento recibiría un impulso a nivel nacional.

        En un plano guía de la Dirección General del Turismo circa 1946 nos hablan de los citados autobuses.


       En estos primeros años para los usuarios que se desplazaban a la estación para coger el tren hacia Madrid  había una línea que partía de la Plaza bajaba al Azoguejo por la calle Real y se dirigía a la estación del tren cruzando las calles Perocota, San Clemente y Gobernador Fernández Jiménez porque entonces todavía no existía la Avenida Fernández Ladreda. Así lo muestra el folleto turístico hacia 1946.


        Estos autobuses de la década de 1940 que partían de la Plaza eran de reducido tamaño con una capacidad de poco más de dieciocho asientos, pero sus conductores los dejaban aparcados, con las cuatro ventanucas laterales abiertas, a la sombra de las acacias de la Plaza en el verano.


     Como podemos comprobar en la imagen circa 1946 tenían en la parte trasera una escalerita para subir a la baca los equipajes de los viajeros. En ese momento la baca está vacía porque muy probablemente está esperando la hora de salida y el que está sentado en el banco de granito sea su conductor.

       Parece ser que en esos primeros años debía haber dos autobuses que esperaban a la llegada de los trenes a la estación segoviana desde Madrid. Uno, debía tener como destino la Plaza Mayor, entonces Plaza de Franco, y otro la Plaza del Azoguejo. Estos destinos tenían su lógica, el de la Plaza Mayor para el centro de la ciudad y todos los Hoteles céntricos para los turistas: Comercio Europeo, Victoria, Casas y el de la Plaza del Azoguejo para todos los usuarios que cruzando el Acueducto después tenían los autobuses para la provincia de Segovia, en el Parador del Norte y el garaje de La Serrana.

      En particular, tenemos esta imagen circa 1949 del bullicio en el Azoguejo, junto al Columba, que por la ropa de las personas, podría ser un domingo o un día festivo. En la baca, llena de maletas y equipaje, leemos claramente RENFE DESPACHO CENTRAL DE SEGOVIA y vemos una bocina que sale por encima del cristal del conductor.


       Observamos que en la parte delantera estaban numerados, y hemos llegado a ver hasta el número cuatro en otras fotos. Me han comentado que la parte clara de la carrocería sería de color amarillo y quizás por otros autobuses, de color verde la parte oscura.

        El tiempo pasa y llegamos a principios de la década de 1950, pero las costumbres se mantienen y vemos otra vez, hacia 1951, como tenemos un autobús de Renfe esperando la salida a la sombra de una acacia de la elipse de la Plaza y en ese momento, un guardia civil junto al pequeño autobús, con las ventanas abiertas para que entre el fresco.


      Vemos curiosamente una puerta en la parte trasera, que según me cuentan era la única puerta de entrada y salida para los pasajeros.

        Pero no sólo tenemos fotos del verano, también hemos conseguido en este detalle de la Semana Santa de abril de 1952 uno de los citados autobuses esperando el traslado del paso de la Dolorosa que habría bajado por la calle San Francisco un domingo de Resurrección.


      Intuimos en este caso el número dos en la parte delantera junto a los niños con su elegante gabardina y el militar con su casaca reglamentaria empujando el paso de Santa Eulalia. Acompañan al paso los vecinos del barrio en procesión.

    Hacia el verano de 1952 también tenemos el autobús número cuatro lleno de pasajeros y toda la baca llena de maletas y equipaje.


     Justo entre los pilares de los arcos del Acueducto en Fernán García leemos el cartel del Bar Turismo de Gil Escribano Núñez y sus hijos.

    Acabadas las cartillas de racionamiento oficialmente a partir de junio de 1952, aumenta el movimiento turístico hacia Segovia inaugurándose en ese año el Gran Hotel Las Sirenas y al año siguiente, en el Nº 2 de Fernández Ladreda, el Hotel Alcázar.  La apertura al exterior comenzaba, pero básicamente el uso de los autobuses era por parte nacional porque comienza la gran emigración de los pueblos a Madrid.


      El despacho de billetes de los trenes se encontraba en la Plaza, en la esquina de los soportales junto a la iglesia de San Miguel y así nos lo refleja una guía con datos de 1957.


     Esa es la razón por la cual siempre conseguimos imágenes con los autobuses esperando en la elipse de la Plaza o a la puerta del despacho de billetes para salir hacia la estación.


      Hacia 1959 había matriculados en Segovia, capital y provincia, poco más de cinco mil vehículos, de modo que estos pequeños autobuses de RENFE tenían un uso habitual. A las horas correspondientes para la salida del tren desde Segovia, media hora antes se recogía a los usuarios en la Plaza y bajaba el autobús por la calle Real con sentido único.

      Alejandro Sáez nos recuerda de su niñez segoviana respecto a la bajada por la calle Real 'cuando aumentaron el tamaño de los autobuses y los comercios tenían toldos extendidos enfrentados debían salir un momento para subirlos un poco y pudiera pasar el autobús sin tocarlos'. Después llegaban a la siguiente parada, el Azoguejo, recogían a más usuarios y muy probablemente ya cruzaban Fernández Ladreda y subían por el Paseo de Ezequiel González.


      El madrileño José Manuel Seseña, nos informa de sus gratos recuerdos de finales de los cincuenta cuando venía a Segovia con su abuelo en el verano 'A la llegada de los trenes a la estación había tres destinos, uno a La Granja, otro al Azoguejo y finalmente el otro a la Plaza Mayor, con los cobradores en la puerta voceando el destino. Los conductores charlaban delante del frontal de los autobuses hasta recibir la orden de salida. Para arrancar precisaban manivela y después se montaban. Uno de los autobuses, lo recuerdo como si lo estuviera viendo ahora tenía la puerta de acceso y salida, pues era única, en la parte trasera, no en el lateral como era lo normal'.

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      Esta entrada se la dedico a José Manuel Seseña que al preguntarme sobre si tenía fotos de unos autobuses con una sola puerta atrás me motivó para la búsqueda de material y a consultar detalladamente las guías de la época.
       Todo ha sido posible gracias a:
La colaboración de José Manuel Seseña y Alejandro Sáez Huertas por los buenos recuerdos de su niñez.
Segovia, Guías turísticas andar y ver. Marqués de Lozoya. Editorial Noguer, tercera edición. Barcelona, 1963 [primera edición de 1957].
Plano Guía. Editado por la Junta Provincial del Turismo. Impr. y Lib. Vda. de Mauro Lozano. Plano de Segovia de López Aldana 1945.
Programas de Ferias y Fiestas de 1956.  Editor M. Piquero.
Segovia y el Ferrocarril. Asociación Cultural Plaza Mayor de Segovia, publicación nº 21, Segovia, junio 2009.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y guías antiguas de Segovia de los últimos quince años.