martes, 28 de agosto de 2018

ENRIQUE PÉREZ TORRECILLA Y LA FUNDACIÓN DE LA BANDA MUNICIPAL DE TURÉGANO EN 1918

     Por el padrón de Segovia de 1907 sabemos que Enrique Pérez Torrecilla, vive en C/ Puente de Muerte y Vida Nº 2 junto con su esposa segoviana María [Florencia] Madurga Montero y su suegra María Montero Aguado. En ese padrón consta que lleva empadronado desde 1897. Suponemos que procede de Murcia donde nació el 13 de abril de 1873 y llega a su destino de músico en la Academia de Artillería. En esos años la banda de la Academia consigue sus mayores éxitos. Su director es Ildefonso Urizar Asurmendi y presenta a la banda en el Concurso Internacional de Bandas Militares de Música que se celebró el 6 de junio de 1897 en Marsella. En este concurso obtiene tres premios en solitario y otro compartido con una banda francesa.

      En 1916, última referencia del músico Enrique Pérez en Segovia, reside en la calle de Almira, siempre alrededor de su destino como músico de la Academia de Artillería, la familia está formada por su esposa, su suegra y sus seis primeros hijos, los Pérez Madurga. Todos ellos nacidos en Segovia: Joaquín, Amparo, Enrique, Julio, Rosario y Pilar.

     Con fecha 24 de febrero de 1917 se concede retiro en el cuerpo de Artillería como músico de segunda clase con destino en la Academia de Artillería a Enrique Pérez Torrecilla. Después, con fecha 12 de enero de 1918 pide oficialmente la baja del padrón de Segovia capital, porque se va a dar de alta en el municipio de Turégano.


       En la sesión del Ayuntamiento de Turégano del 8 de febrero de 1918 se admite como vecino a Enrique Pérez Torrecilla con toda su familia, pero pensamos que lleva más tiempo en el pueblo, probablemente desde diciembre de 1917. Además, en la misma sesión podemos comprobar que se funda la banda municipal oficialmente:
      "La Presidencia manifiesta que el Director de la música tiene en la Academia treinta y seis muchachos, cuyos padres satisfacen para dicho director una peseta y cincuenta céntimos mensuales por su educación e instrucción, importando cincuenta y cuatro pesetas y como lo trae todo como indicado Sr. Director parece funcionar dicha academia es la de asignarle un sueldo de sesenta pesetas al mes para organizar la banda y ponerla en condiciones de actuar, ante idea tan cultural y de realce si esta nuestra villa proponía que la diferencia hasta las sesenta pesetas la abone o subvencione el municipio, toda vez que según el Reglamento porque se rige será Banda municipal.
     Enterada la Corporación está conforme y acuerda que la diferencia que exista para percibir las sesenta pesetas mensuales en esa forma se le abone por este municipio del capítulo para toda clase de festejos, por así figurar en esa consignación."

       Por tanto, deducimos que Enrique Pérez Torrecilla lleva unos dos meses enseñando música a todos los niños del pueblo que sus padres consideran y el grupo numeroso de 36 alumnos nos indica que es un gran transmisor de amor por la música en un lugar donde no hay aparente tradición musical, excepto de música de dulzaina. En ese momento sólo había dos bandas en la provincia de Segovia, por orden cronológico en Cuéllar y en Coca.

     El alcalde promotor de la banda sería Frutos Canto Pérez, que había comenzado su cargo precisamente el 1 de enero de 1918, siendo Teodoro Heredero Gómez el Teniente alcalde 1º y el anterior alcalde, Elías González Pérez el Teniente alcalde 2º manteniéndose como secretario del Ayuntamiento, Julio Romeo Cuartero.

    Van transcurriendo los meses de 1918 y el comerciante tureganense Victoriano Borreguero García edita una serie de tarjetas postales que a su vez sirven de recordatorio para los turistas que se acercan al pueblo. Una de ellas, era la plaza mayor que poco tiempo antes había tomado el nombre de plaza de Alfonso XIII.


      Día a día la banda va tomando cuerpo y los niños tureganenses se instruyen musicalmente siendo la mayoría hijos de labradores. Así llega el verano de modo que se refleja en las actas del Ayuntamiento. En la sesión del 17 de julio de 1918 podemos leer la próxima primera actuación oficial de la banda:
    "Ocupándose el Ayuntamiento de la marcha y funcionamiento de la Banda Municipal de esta población, siendo que se veen en ella grandes progresos y considerando ser su definitoria realización de indudable importancia y renombre para la localidad, es de rigor que el Ayuntamiento ponga en ello todo su interés por su prosperidad y al efecto, la Corporación acuerda para que pueda sostenerse el Sr. Director aumentarle la subvención y en consecuencia en lugar de seis pesetas que viene percibiendo de estos fondos municipales, se le aumente hasta veinte y cinco pesetas empezando a recibirlas yá en este mes en las propias condiciones de tener obción dicho Director a percibir la retribución mensual que hacen los padres de los músicos mejorando así en parte la situación de tan referido Director con motivo de las actuales circunstancias sin perjuicio en adelante de aumentar o disminuir la subvención según se considere.
      ...Se dispone que se inaugura la bandera en el cuartel de la Guardia Civil el día veinte y cuatro del corriente a las cuatro de la tarde invitando al Sr Teniente coronel Jefe de esta Comandancia por si se digna presidir el acto, cuya invitación se hará extensiva a los Ayuntamientos de los pueblos de la demarcación que la costean y autoridades de esta, toda vez que en dicho día tocará por primera vez la Banda para amenizar el acto."

        Es decir, que oficialmente la primera actuación de la banda fue el 24 de julio de 1918, víspera de la fiesta patronal de Santiago. Para ello, se inaugura una bandera en la Casa cuartel de la Guardia Civil que ese momento estaba en la calle San Juan Nº 9.

     En la serie de postales editada por Victoriano Borreguero la número 15 hace un recuerdo inmemorial de la banda municipal infantil como un logro del pueblo. Muy probablemente, de los 38 niños de la foto realizada en 1918, unos son los hijos del director, Enrique y Julio Pérez Madurga que tendrían entre nueve y once años. Los adultos, con mucha probabilidad son de izquierda a derecha: Elías González Pérez (Alcalde en 1916 y 1917), Pantaleón García Escudero (Párroco), Enrique Pérez Torrecilla (Director de la banda) y Julio Romeo Cuartero (Secretario del Ayuntamiento). En los niños sentados en la primera fila su hijo Eugenio ha creído reconocer a su padre Hipólito de Diego Gordillo, nacido el 30 de enero de 1904, con el clarinete que tocaba. Además, entre los 38 niños de la foto también debían estar los hijos del secretario, Dinoaldo y Joaquín, amantes de la música y el futuro gran músico tureganense Santiago Berzosa González, nacido en mayo de 1907.


      Habiendo realizado ya su primera actuación leemos en la sesión del 31 de julio de 1918: "Considerando que para que la banda municipal pueda dar sus conciertos musicales en la plaza de Alfonso XIII, es preciso construir en frente a estas Casas Consistoriales un Kiosco, por ahora acuerda que por la alcaldía se solicite licencia de la Jefatura de Obras Públicas, por estar próximo a la Carretera y en el sentido de que será permanente."


       En la foto de Kurt Hielscher realizada circa 1917, falta poco tiempo para la construcción del quiosco y parece que el Ayuntamiento de Turégano no consigue fácilmente todos los permisos. Ya por fin, casi un años después, se habla oficialmente del quiosco en el Ayuntamiento y leemos en la sesión del 30 de julio de 1919:
      "Aproximándose la fiesta de esta localidad y considerando preciso y necesario la construcción definitiva del kiosco en la plaza de Alfonso XIII de esta localidad para instalar la Banda municipal y pueda en él dar sus conciertos..."

       Como es una obra para tener continuidad permanente se convoca una subasta pública celebrada el 3 de agosto de 1919 para su construcción por un montante de seiscientas setenta y cinco pesetas. Durante el mes de agosto y los primeros días de septiembre de 1919 se hace el pequeño quiosco y en particular, en la prensa segoviana de la época ya se anuncia el 2 de septiembre que en Turégano "Están tocando a su fin las obras para la construcción de un magnífico kiosco...". En el Ayuntamiento en la última sesión antes de las fiestas del 10 de septiembre de 1919 lo expresan literalmente:
        "57 pesetas 21 céntimos por un cornetín y cañas...
        La Presidencia dió cuenta de haberse terminado el Kiosco para la música."  
      

     Terminado el quiosco hacia el 5 de septiembre de 1919 vemos que tiene una base en forma de prisma octogonal cerrado con paredes entre pilastras de madera. La base sirve para guardar el material, partituras e instrumentos que son numerosos ya que la banda tenía habitualmente más de treinta componentes.

      Pocos días después la banda municipal amenizó los actos religiosos y profanos del domingo 7 de septiembre de 1919 en la romería de los Santos de Caballar. El fin de semana siguiente actuaban lógicamente en todos los actos de las fiestas de Turégano celebradas entre el sábado 13 y miércoles 17. Es decir, solían hacer actuaciones durante fines de semana y los meses de verano en la comarca del pueblo.

      De nuevo amenizaron las fiestas en Honor al Dulce Nombre de María de 1920 celebradas entre el sábado 11 y el miércoles 15 de septiembre, pero la banda municipal tuvo su primer mayor éxito provincial en la contratación para las fiestas que comenzaban el sábado siguiente en Nava de la Asunción celebradas entre el 18 y el 22. Según podemos leer en el artículo de La Tierra de Segovia comenzaron el 18 por la tarde con el anuncio de las fiestas dando un concierto, continuaron con las dianas del domingo junto a los dulzaineros locales Coche y Patala para luego hacia las doce participar en la parte musical de la misa, pero actuaron todos los días.

      "En la plaza que lleva el nombre del Santo patrón de esta villa y en un kiosco que se construyó recientemente, la banda de música de Turégano nos hizo oir lo mejorcito de su repertorio todos los días de fiestas."


       Además de los actos organizados por su Ayuntamiento, también amenizaron los bailes de sala en el teatro y el café de don Anastasio García y de don Tomás Gómez. De modo que tuvieron un gran éxito que se refleja en la expresiva despedida del miércoles:

    "Al salir de esta villa el día 22, la banda de música de Turégano, tributósela una despedida calurosísima, lloviendo sobre el director de esa artística agrupación las felicitaciones más efusivas por el acierto con que los infantiles músicos a sus órdenes interpretaron un vasto y notable repertorio."

      Varios curiosos actos se realizaron en las fiestas de Turégano entre los días 10 y 14 de septiembre de 1921 en los cuales intervinieron la banda y su director. En los actos programados: el domingo 11 a las diez de la mañana se planteó una
     "misa solemne a gran orquesta en la que actuará una selecta masa coral compuesta de distinguidas señoritas y seminaristas de esta localidad acompañados por el distinguido y estudioso violinista don Joaquín Romeo, hijo del ilustrado secretario de este Ayuntamiento y varios aventajados músicos de la banda, dirigiendo este elenco musical el competente director de nuestra banda don Enrique Pérez, cantándose la gran misa del maestro don Lorenzo Perosi y otras varias composiciones" 

      El lunes se planificó un acto para la recaudación de dinero para la Cruz Roja, hospitales y para los hijos de la villa que combatían en Marruecos. Todo ello en el marco del Desastre de Annual en el mes de julio anterior y así se expresaba:
       "...el primer día de toros, o sea el día 12, se hará una cuestación pública en el intermedio de la corrida, para lo cual distinguidas damas y señoritas de esta población ayudadas de las autoridades y precedidas de nuestra banda municipal, irrumpirán en la plaza en brillantísimo desfile, dedicándose acto continuo a postular entre el público en tanto que la banda ejecuta patrióticas y bellas composiciones"

      Según pasaba el tiempo, con tres años de existencia, y con los conciertos que daba la banda en el quiosco, desde el consistorio se hace una remodelación en 1922 en la plaza principal de Turégano. Se instala un caño de piedra en los soportales del Ayuntamiento para poder tener agua corriente y poder refrescarse entre otros momentos para las audiciones. Suponemos que es en esos años 1922 ó 1923 cuando se llega a nombrar, entre las cinco concejalías de la corporación, una relacionada con la banda debido a la demanda de contratación por toda la provincia.

   
     Seguimos comprobando como además de las actuaciones durante las fiestas y también en los carnavales, la banda municipal actuaba por contratación en algunos notables acontecimientos del pueblo, ya que según hemos podido comprobar el padre del novio, Frutos Gómez Rodríguez, se puede decir que era el más rico del pueblo. Según refleja El Adelantado de Segovia en una boda en Turégano celebrada el 27 de mayo de 1923 la parte musical estuvo a cargo de la banda municipal.
      "En el día de ayer se celebró en la iglesia de esta villa el enlace matrimonial de los jóvenes de esta localidad Gaudencio Gómez Mateo y Felipa Domingo Borreguero, hijos respectivamente de don Domingo [Frutos] Gómez, conocido Industrial, y de don Bernardo Domingo, propietario. Bendijo la unión, el ilustrado Sacerdote don Vicente González [González Casanova]..."

     Como hemos podido aclarar la familia Pérez Madurga tenía una gran estabilidad y reconocimiento en el pueblo. Dejamos para una segunda parte su mantenimiento en Turégano entre 1923 y 1929, año en el que la banda acude a un concurso provincial realizado en las fiestas de Segovia. En este periodo tendrá sus dos últimos hijos, nacidos en Turégano, José y Andrés. Después se trasladaría a Segovia y allí fallecería Enrique Pérez Torrecilla en diciembre de 1934.
Continuará
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      Esta primera entrada se la dedico a todos los descendientes del gran músico, Enrique Pérez Torrecilla que, sin duda, muchos de ellos se han dedicado profesionalmente a la música. Si alguno de los datos consideran con algún error los podemos corregir gustosamente.
         Todo ello ha sido posible gracias a:
La colaboración de varios concejales del Ayuntamiento de Turégano y sus amables administrativas.
Actas de plenos 1916-1920 del Excelentísimo Ayuntamiento de Turégano.
Padrones Municipales de 1907 y 1916 del Archivo Municipal de Segovia.
La postal del amigo Juan Pedro Velasco.
Diario Oficial del Ministerio de la Guerra del domingo 25 de febrero de 1917, Año XXX, Núm. 46, tomo I.
Las bandas de música en Segovia, 150 años de música de banda de Héctor Guerrero Navarro. Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2002.
La Tierra de Segovia, Año I, Número 93 del martes 2 de septiembre de 1919.
La Tierra de Segovia, Año I, Número 95 del jueves 4 de septiembre de 1919.
La Tierra de Segovia, Año I, Número 104 del domingo 14 de septiembre de 1919.
La Tierra de Segovia, Año II, Número 398 del domingo 12 de septiembre de 1920.
La Tierra de Segovia, Año II, Número 410 del sábado 25 de septiembre de 1920.
La Tierra de Segovia, Año III, Número 671 del sábado 10 de septiembre de 1921.
El Adelantado de Segovia, Año XXIII, Núm. 3424 del viernes 1 de junio de 1923.
Mi colección de fotos antiguas de Segovia recopilada en los últimos veinte años.

viernes, 17 de agosto de 2018

EL ARCO DE SAN JUAN DE SEGOVIA (1867-1888)

       En mayo de 1870, tras el abandono de Nicomedes Perier y García, obtiene la plaza de arquitecto municipal Joaquín Odriozola y Grimaud con 26 años, poco más de un año después de haber conseguido su título de Arquitecto. Anteriormente a esta fecha ya Nicomedes Perier había planteado el derribo del Arco de San Juan en un proyecto sobre la plazuela de San Pablo y la calle San Juan y había pedido tomar dos fotos del arco. Debido a su calidad pensamos que fue mediante un fotógrafo profesional y por las fechas de realización, en 1867, lo más probable es que su autor fuese Juan Pérez Galiano ó el segoviano Bernardo Maeso Torres antes de trasladarse a trabajar a Valladolid.

      El Arco de San Juan se construyó circa 1705 diseñado por Juan de Ferreras, que en esos años está realizando el Arco de la Fuencisla y el de la Puerta de Madrid. En todos ellos por la entrada pone el escudo de Castilla y León y por la salida el escudo de Segovia. 

      En la calle de la Puerta de San Juan se encontraba la puerta medieval que tras las guerras de las comunidades había sufrido grandes desperfectos. Ya en el siglo XVIII se diseña un arco conmemorativo y no defensivo de entrada a la muralla. A partir de mediados del siglo XIX el nombre de la calle será tan sólo calle de San Juan.

       El arquitecto Odriozola comenta en la memoria descriptiva del Proyecto de afirmado de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan de abril de 1874:

        "En sesión celebrada por este Iltre Ayuntamiento el día 17 de diciembre de 1867 y por la Junta provincial de Obras Públicas en 31 del mismo mes se aprobó un expediente para la obra de arreglo de la Plazuela de S. Pablo y Calle de S. Juan, proyecto que no se llevó a cabo por diferentes causas... cada día me convenzo más de la necesidad de la reforma.
     ....En la calle de San Juan se empleó el sistema misto de encintado de adoquines largos de granito formando cuadrícula llena de morrillo, tampoco perfecto pues el desgaste y los movimientos de depresión son tan desiguales que al tiempo se nota que el adoquín sobresale de la superficie general y da lugar a choques bruscos que llevan consigo el completo desarreglo del suelo, resultando de cada cajón un enorme bache en que se estancan las aguas, se recoge el polvo y el barro, dificultando el barrido y saneamiento de la calle"

       En la foto circa 1868 podemos ver la entrada a la muralla subiendo por la calle de San Juan y cómo era el Arco de San Juan.


      Como podemos comprobar en la subida de la calle de San Juan nos encontramos el arco de frente con el escudo de Castilla y León, que en el muro de la derecha falta muy probablemente una almena y en la izquierda falta una bola de la decoración.

      Hemos hecho una ampliación de la parte superior del arco con el escudo de Castilla y León y vemos que está rodeado por el collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro típica heráldica a partir de Felipe II.


      En la parte izquierda del muro de la casa del conde de los Villares en la foto de 1868 se ve un saliente de piedras de granito, que en la actualidad podemos apreciar igualmente.


     Además, en la antigua foto vemos que la situación del arco está unos metros arriba que actualmente también hay unas marcas.


      La situación del arco en la planta del proyecto de Odriozola de abril de 1874 viene indicada exactamente al igual que en el anterior proyecto de Perier de 1867. Realizado con una escala 1:250 en los perfiles transversales, con el número 12, nos hace calcular el ancho del arco estimado tan sólo en 3,25 metros si las medidas que aparecen son en metros.


      En este dibujo de la planta de la calle San Juan se puede apreciar perfectamente el muro almenado a la derecha del arco, el pretil sobre el paseo de Santa Lucía, la estrecha acera que hay a la derecha en la cual se sitúa el hombre con capa delante de la puerta en la fotografía antigua y la ausencia de acera a la izquierda. Sin embargo, todavía mejor nos explica la salida del recinto amurallado por el arco, en el cual el alto muro estimado de siete metros, que empieza justo al acabar la decoración de la bola estaría perpendicular a la casa del marqués de Lozoya.


      Además al fijarnos detalladamente en la jamba de la derecha vemos que es piedra antigua de modo que pensamos que el arco del siglo XVIII se hizo aprovechando la base de la anterior puerta y la piedra caliza nueva empieza a la mitad. También a la derecha en la antigua foto podemos ver una especie de contrafuerte, que también podría proceder de la antigua puerta medieval y el edificio con pared curvada que tiene un pequeño tejado de modo que en ese año de 1868 podría estar cerrado superiormente. Ese edificio con paredón curvado se mantenía con sus tejas arriba a mediados de la década de 1950 y claramente no estaba cubierto.


      También hemos querido hacer una ampliación detallando el escudo de Segovia que había a la salida del arco.


      Derribado el arco entre mediados de marzo y el 4 de abril de 1888 se guardaron los escudos en el Museo Provincial de Bellas Artes. Esto nos lo confirma en una entrevista publicada en 1921 el entonces director José Rodao Hernández:

       "Visitadísimo por los extranjeros, mucho más que por los segovianos -algunos de los cuales no han entrado una sola vez al Museo- no guarda grandes tesoros de arte, pero sí muchos recuerdos -escudos, capiteles y canecillos, principalmente- de edificios que fueron derruidos por exigencias de urbanización, o porque en ellos causó el tiempo estragos irreparables".

      Además, Tirso Unturbe realizaba un reportaje fotográfico sobre el Museo el cual fue utilizado para ilustrar el artículo del periódico segoviano. Dentro del reportaje se incluían los dos escudos que nos muestran su gran tamaño y el amigo Aku nos lo facilitaba en su blog El Museo Provincial de Segovia en Blanco y Negro.

Esta foto es propiedad de la Filmoteca de Castilla y León (Archivo Unturbe)

     En 1960 se sacó del Museo Provincial el escudo de Castilla y León que estaba en la entrada a la muralla y se colocó en el muro contiguo a la casa del marqués de Lozoya por iniciativa, muy probablemente del propio marqués y por su sobrino Luis Felipe de Peñalosa que entonces era el director del Museo Provincial.


      Así podemos centrarnos tan sólo en el escudo y podemos ver exactamente cómo era:


    En cambio, el escudo de la salida del arco de San Juan se utilizó para hacer tarjetas postales fotográficas conmemorativas del Milenario de Castilla en 1944, muy probablemente realizadas por Jesús Unturbe (hijo de Tirso), pero se sigue manteniendo actualmente en el Museo Provincial de Segovia, aunque no se puede ver expuesto.

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       Esta entrada se la dedico a Isabel, del Archivo Municipal de Segovia, con la cual siempre se puede comentar y discutir hipótesis de forma constructiva, para llegar a las tesis más probables.
        Todo ello ha sido posible gracias a:
Proyecto de mejora de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1867-1868 de Nicomedes Perier García.
Proyecto de afirmado de la Plazuela de San Pablo y Calle de San Juan 1874 de Joaquín Odriozola Grimaud.
La Tierra de Segovia, Año III, Número 533  del jueves 17 de marzo de 1921. El Museo Provincial de Bellas Artes de Segovia. Todos ellos del Archivo Municipal de Segovia.
El Museo Provincial de Segovia en Blanco y Negro del amigo Aku Estebaranz arqueologiadeimagenes.blogspot.com.
Casas blasonadas de Segovia, 2ª edición corregida muy aumentada de Juan de Vera. Edición de la Obra Cultural de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia. Segovia, 1983.
Mi colección de fotos antiguas de Segovia recopilada en los últimos veinte años y algunas actuales.

martes, 7 de agosto de 2018

LOS HIJOS SEGOVIANOS DE ALFONSO XIII (1906-1931): JUAN, 1ª Parte

       Continuamos con la serie de los hijos del rey Alfonso XIII nacidos en Segovia por orden cronológico: Jaime, Beatriz y Juan. En el caso de Don Juan este periodo vital desde que nace hasta su obligatoria salida en 1931 lo hemos dividido en dos partes. Una centrada en la infancia hasta el verano de 1923 y otra en sus inicios en la Dictadura de Primo de Rivera hasta que tiene que abandonar necesariamente la Escuela Naval de San Fernando de la Armada Española.
      
JUAN DE BORBÓN Y BATTENBERG (1913-1993). De 1913 a 1923  
       La Reina Victoria embarazada y sus cuatro hijos llegaron desde Madrid a la estación del tren de La Losa (Segovia) hacia las doce de la mañana del 4 de junio de 1913 donde les recogieron para llevarlos al palacio de San Ildefonso mediante automóviles. A su vez el Rey Alfonso XIII llegó directamente al palacio de La Granja desde Madrid con su automóvil por el puerto de Navacerrada.     

      Juan era el quinto hijo de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia después de Alfonso, Jaime, Beatriz y María Cristina. Nació en el Palacio del Real Sitio de San Ildefonso el viernes 20 de junio de 1913 a las cuatro de la madrugada.

      A los cuatro días, el martes 24 de junio, día de San Juan, fue bautizado en la pila bautismal de Santo Domingo por el obispo de Sión en el salón del Trono del palacio de San Ildefonso, decorado como una capilla, con un altar de mármol rojo y oro con un tríptico en cobre con figuras de San Carlos Borromeo y San José. Sus padrinos fueron el rey Carol de Rumanía, representado por el infante Alfonso de Orleans y Borbón y la archiduquesa María Teresa de Austria representada por la Reina madre Mª Cristina. En el bautismo que llevaba en brazos su teniente aya, la condesa viuda de los Llanos, se le puso el nombre de Juan Carlos Teresa Silverio Alfonso teniendo en cuenta a los padrinos, que era el santo del día de nacimiento y a su padre.


      Como siempre los miembros de la Casa Real se hicieron la típica foto vestidos de gala delante del palacio de San Ildefonso. Una foto tomada, muy probablemente, por Francisco Goñi. De izquierda a derecha, Carlos de Borbón Dos-Sicilias, la Infanta Isabel (la Chata), la Infanta Beatriz de Sajonia (Baby Bee), la Infanta Luisa de Orleans (segunda esposa de Carlos), el Infante Fernando de Baviera (cuñado del Rey, viudo desde nueve meses antes), la Reina madre Mª Cristina, el Infante Alfonso María de Borbón (hijo mayor de Carlos y la hermana del Rey, Mª de las Mercedes, fallecida en 1904), el Infante Alfonso de Orleans, el Rey Alfonso XIII y el príncipe Raniero de Borbón Dos-Sicilias (hermano menor de Carlos):


     Desde otro punto de vista con las mismas personas realizada por Campúa publicada en el número ochenta y ocho de 1913 de Mundo Gráfico.


      Hay otra foto tomada por Francisco Goñi instantes anteriores o posteriores para Prensa Española, pero que no se editó en el reportaje que se hizo para la revista Blanco y Negro con las mismas personas propiedad de la Asociación Fotográfica de Guadalajara.

       Pocas horas después para dar colorido popular corrieron las fuentes de los magníficos jardines del palacio con su pintoresco espectáculo. En el recorrido los cuatro hermanos del bautizado y otros infantes primos carnales iban bien sujetados en el carruaje tirado por los borriquillos morunos.

      Durante esos cuarenta días de 1913 que permanecieron en La Granja, Alfonso XIII, su primo carnal Alfonso de Orleans (Ali) y el principe Raniero de Borbón formaban parte del mismo equipo para jugar en el Real Campo de Polo que se había inaugurado en 1910. Solían jugar por las tardes la mayoría de los días y se enfrentaban con otros aristócratas y militares destinados en el Real Sitio o que estaban al servicio del Rey.

     El 18 de julio de 1913 toda la Familia Real acudió al palacio de Miramar (San Sebastián) procedentes del Real Sitio de San Ildefonso. Allí se debieron juntar todos los infantes hijos de los Reyes y de Carlos de Borbón y Luisa de Orleans no estando los hijos de Fernando de Baviera y su esposa, la recién fallecida Infanta Mª Teresa. De izquierda a derecha podemos ver a los Infantes: Juan en los brazos de su nodriza, Alfonso María, su hermana Isabel Alfonsa (hijos de Carlos y de la malograda hermana mayor de Alfonso XIII), Jaime, Alfonso el Príncipe de Asturias, Carlos y Beatriz, y sentadas en el cojín Mª de los Dolores, Mª de las Mercedes (hijas de Carlos de Borbón y Luisa de Orleans) y Mª Cristina. Curiosamente en ese instante no sabían que veintidós años después el infante Juan de Borbón y Mª de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias se iban a casar en Roma y a partir de ese momento, dieron lugar a ser los abuelos paternos del actual Rey Felipe VI.


      Como podemos comprobar la nodriza de don Juan sale en la foto de todos los infantes como parte de su pose ya que tendría poco más de un mes de edad. Esta nodriza, llamada Constantina Cañizo y Cañizo, procedía de Miera (Cantabria), muy probablemente con ojos claros, era parte conjunta del infante hasta unos veinticuatro meses, pero curiosamente falleció joven, con menos de 50 años, hacia 1927. Según el periodista en sus recuerdos en época de guerra "Don Juan la recuerda con cariño, recia y fornida, con una gran bondad en el rostro rubicundo, exponente formidable de su salud a toda prueba".


      El 4 de agosto de 1913 inauguraron como residencia real veraniega el palacio de la Magdalena (Santander) y allí se mantuvieron hasta el último día de agosto para volver de nuevo, el propio día 31 por la tarde, al palacio de Miramar. Así pasando el verano a mediados de septiembre de nuevo en San Sebastián el pequeño Juan, con casi tres meses de vida, tendría una completa sesión con la Reina Victoria en la cual básicamente la Reina no mira a la Cámara.


     Incluso en los primeros planos es el Infante el principal protagonista, ya que la Reina no lleva casi niguna de sus grandes joyas.


     Posteriormente, hacia el 1 de octubre de 1913 se encontraban de vuelta en Madrid, pasado el típico veraneo Real de junio, julio, agosto y septiembre. De nuevo tendría un posado artístico, con unos seis meses, para Franzen con ojos curiosos manteniéndose bien erguido y con alegría pueril.

 
       Pasan los años y en época de la guerra civil don Juan recordaba cosas de sus cinco primeros años de vida sobre el Palacio de San Ildefonso antes de su voraz incendio el 2 de enero de 1918: "Yo recuerdo que en la habitación inmediata a aquélla en que jugábamos con el aya, vecina de la que yo nací, había un ventanillo desde el que se veía la iglesia". Según cuenta situamos esos recuerdos con cuatro años, en junio de 1917 en el palacio de La Granja y a la iglesia que se refiere es La Colegiata. Con esa edad, la nodriza Constantina ya había terminado con su cometido y la nurse, Eugene Doherty, comenzaría con su trabajo de comportamientos y los inicios de aprender a leer y a escribir. Hacia 1917 don Juan con todos sus hermanos posarían junto con su madre: Juan con pantalón corto a la izquierda con su hermano mayor Alfonso rozando fraternalmente sus hombros.


     Poco después, en 1918 se le puso una profesora de caligrafía, Paula Czervy, que también lo había sido de su padre y con cinco años leía y escribía correctamente. En ese año, C. Franzen les haría una foto artística de posado marcando las parejas de hermanos. A la izquierda de la Reina, con su sombrero inglés, se encuentran sus tres hijos segovianos: Jaime, Beatriz y Juan.


       En esos años, entre cinco y seis años don Juan recuerda como todos los hermanos en el palacio de Oriente dormían en habitaciones con varias camas de modo que estaban organizados por parejas: los mayores Alfonso y Jaime, las chicas Beatriz y Mª Cristina y los pequeños Juan y Gonzalo. En particular, las habitaciones para Juan y Gonzalo se encontraban en el segundo entresuelo con vistas a la plaza de la Armería y un cuarto para dormir con tres camas, una de ellas para su nurse inglesa con dos ventanas a la calle de Bailén.

       Entre siete y ocho años el periodista nos describe el día a día de don Juan en el palacio de Oriente para el aprendizaje de idiomas. "Se levantaba a las ocho de la mañana, y después de hacer las prácticas de aseo y desayunar, iba a reunirse con sus otros hermanos para todos juntos, y a las diez en punto, ir a ver a los Reyes... Al Rey había que hablarle siempre en español, a la Reina en inglés, a su abuela la Reina Cristina en alemán y a la nurse en francés, para aprender así desde niño los cuatro idiomas, idiomas que hoy habla don Juan con toda perfección".

      Hacia 1919 la formación militar de los infantes menores se iba incorporando con los trajes y aprendiendo poses y saludos. En sus juegos estaban los soldaditos de plomo junto con pequeñas máquinas y maquetas que él recordaba en sus habitaciones de palacio. En particular, el primer uniforme de soldados de los pequeños, Juan y Gonzalo, fue el de reclutas del regimiento de Húsares de Pavía que C. Franzen inmortalizó en posición de firme.

 
      Don Juan recordaba "Yo tocaba muy bien la corneta acompañado al tambor por el infante don Gonzalo, que cantaba la parte musical; y uno tras el otro, en perfecta formación, recorríamos con nuestra murga todos los pasillos vecinos a nuestra habitación, sin dejar vivir a nadie en cuanto se descuidaba la nurse".

      A mediados de 1919 el general de Artillería, Juan Lóriga y Herrera-Dávila (1853-1929), conde del Grove, jefe de estudios del Príncipe de Asturias y de los infantes y que también lo había sido de su padre, comenzó a enseñarle las matemáticas. Así recordaba don Juan al general "era alto, de bizarra apostura, con un gran bigote gris canoso y una mirada penetrante y dura que servía de maravilla a su carácter enérgico de militar severo".

      Con el tiempo iban aumentando su graduación militar y tenían asignado algún cuerpo militar del ejército español. Don Juan, al cumplir los ocho años, pidió a su padre que quería ser del regimiento de Ingenieros de Ferrocarriles. En esta foto circa 1921 podemos ver a todos los hijos de los Reyes, Juan con traje de Ingenieros y a su izquierda, como ya vimos, Jaime con traje de Artillería con gorro típico alfonsino, junto con un soldado de la guardia de alabarderos dentro de palacio.


    Pero también tenía poses individuales con su traje de Ingenieros de Ferrocarriles, un poco más mayor hacia 1922 en posición de descanso.


      El periodista nos recuerda "Con su flamante uniforme de soldado del regimiento de Ingenieros de Ferrrocarriles, se presentó Su Alteza un día en el cuartel madrileño de la Ronda del Conde-Duque, donde después de ser recibido con todos los honores inherentes a su alta jerarquía, se le destinó a la primera compañía del primero y se le instaló en ella una cama y un equipo como el de los demás soldados. Desde aquel día no deja don Juan de asistir a ningún acto relacionado con su regimiento...El día de San Fernando asistía indefectiblemente todos los años a la Misa que se decía en el cuartel".  Ese constante compromiso con los Ingenieros Militares culminó haciendo el día de su décimo cumpleaños, el 20 de junio de 1923, un acto oficial acompañado por sus padres, la Reina madre Mª Cristina y la Infanta Isabel: Leer el discurso de la entrega de un estandarte al coronel del Batallón de Aerostación Militar del Cuerpo de Ingenieros que por subscripción había regalado el vecindario de Guadalajara  y que Francisco Goñi inmortalizó.

Continúa con la segunda parte 
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     Esta entrada se la quiero dedicar a todas y todos los granjeños, paisanos de Juan de Borbón y Battenberg.
      Todo ha sido posible gracias a:
La entrada del blog Arqueología de Imágenes de mi amigo Aku Estebaranz: La tragedia en el Palacio.
El Príncipe don Juan de España de Francisco Bonmatí de Codecido. Librería Santaren. Valladolid, 1938.
Ena y Bee, en defensa de una amistad de Ana de Sagrera. Fundación Infantes Duques de Montpensier. Velecío Editores. Madrid, 2006.
ABC, Año noveno, Número 2972, lunes 4 de agosto de 1913.
ABC, Año noveno, Número 3000, lunes 1 de septiembre de 1913.
ABC, Año noveno, Número 3004, viernes 5 de septiembre de 1913.
ABC, Año decimonoveno, Número 6384, jueves 21 de junio de 1923.
Blanco y Negro, Actualidades El Bautizo del Infante, Año 23, Número 1154, domingo 29 de junio de 1913. Todos ellos de la Hemeroteca de ABC.
Mundo Gráfico, Año III, Núm. 88, miércoles 2 de julio de 1913.
Mundo Gráfico, Año XIII, Núm. 608, miércoles 27 de junio de 1923.
Todos los anteriores de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.
Diario de Avisos de Segovia, Año XV, Número 4334, martes 3 de junio de 1913.
Diario de Avisos de Segovia, Año XV, Número 4335, miércoles 4 de junio de 1913.
Diario de Avisos de Segovia, Año XV, Número 4370, martes 15 de julio de 1913.
Todos los anteriores de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
Mi colección de postales, fotos y revistas antiguas de Segovia recopiladas en los últimos veinte años.