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viernes, 10 de julio de 2015

LOS AUTOMÓVILES EN SEGOVIA (1900-1936): El primero visto en Segovia

      Comenzamos con esta entrada una serie dedicada al estudio de los automóviles, y todo lo que les rodea, en Segovia desde los inicios hasta la guerra civil: el auto visto por primera vez, los vehículos, los agentes oficiales, los surtidores, las matrículas.... Es decir, unos pequeños estudios sobre lo que ahora nos resulta tan habitual, pero que en los momentos iniciales fue muy diferente y mucho más lento de lo que podríamos pensar, de modo que veremos muchas cosas curiosas.

      Con el Reglamento para el servicio de coches automóviles por las carreteras del Estado de 17 de septiembre de 1900 conocemos en esa época a qué se llamaba automóvil por su Artículo 2º, Bajo el nombre de coche automóvil, ó simplemente automóvil, se comprenden todos los carruajes movidos por fuerza mecánica.

       EL PRIMER AUTOMÓVIL QUE SE PUDO VER EN SEGOVIA
     La fuente más antigua que tenemos de un automóvil en Segovia nos viene de la prodigiosa memoria de Agapito Marazuela en charla con Manuel González Herrero.

      En el siglo XIX, el año 96 ó 97, fue cuando vi yo el primer automóvil; cada cosa que venía nueva nos causaba una emoción y una impresión enormes, como luego más tarde pasó con el gramófono y con los aviones y demás.
      Le ví un día de San Luis, viniendo de La Granja, y nos impresionó a todos los que lo presenciamos. A mí eso de ver un coche sin caballos, ni burros, ni machos, me pareció una cosa incomprensible.
      - ¿Quién llevaba el coche ese?.
     - Era un coche francés, muy destartalado, pero que fue el primero que habíamos visto, y la cosa desde luego fue de emoción. Un niño que iba con su padre, un niño de nueve años, al ver aquel primer automóvil, exclamó: "papa, papa, papa"...
      - "Qué te pasa, hombre, le preguntó el padre".
      - "Un coche que se ha vuelto loco, un coche que se ha vuelto loco...".
      - ¿Cómo llamábais aquel artefacto?.
      - Pues nosotros, un cacharro que andaba solo, je, je, je ...

     Por todo lo leído sobre el tema y teniendo en cuenta que Agapito nació en noviembre de 1891, parece un poco aventurado, pero sí es posible, ya que en Madrid según la amiga Isabel Gea, fue sobre 1898. Tampoco nos informa sobre si era eléctrico o de petróleo, pero cuadra todo: procedente de Francia, cuna de los automóviles, y en el verano de San Ildefonso, donde se situaba la Corte. Por la documentación utilizada con imágenes publicadas en revistas gráficas de la época Agapito pudo ver algo del tipo


o bien de otro tipo.

     En estos modelos iniciales los diseños todavía eran muy similares a los coches de caballos. Habrá que esperar al impulso de la Exposición Universal de París de 1900 en cuyo vídeo podemos ver el continuo tránsito de coches de caballos, el tranvía y un triciclo con motor. Con este impulso internacional los constructores de automóviles mejoraron mucho los motores, los mecanismos y los diseños.

     La segunda fuente, por escrito, de un automóvil en Segovia es del pintor Ignacio Zuloaga Zabaleta (1870-1945) que en carta dirigida en 1902 a su tío Daniel Zuloaga, en Segovia, le pide que vaya en ferrocarril a Miranda a su encuentro, en la que le dice Iremos despacio para pararnos en donde nos guste y tirar de kodak. Mi automóvil tiene tres velocidades... Lógicamente lo adquiriría en París y lo utilizaba para desplazarse fácilmente entre París y San Sebastián. Debemos recordar que ya entre el 27 y el 29 de junio de 1901, L'Automobile Club de France, con más de 2200 socios, había organizado la carrera internacional París-Berlín de modo que crearon varios salones y exposiciones de automóviles en París desde 1898.

     Sin embargo, no tenemos ninguna prueba gráfica, a día de hoy, de un automóvil en Segovia hasta octubre de 1905. En el viaje de Émile Loubet, séptimo presidente de la República Francesa, a España, el 25 de octubre, día de San Frutos, el rey Alfonso XIII prepara en el programa del día una cacería en Riofrío y fuera de programa una visita a Segovia:

      Alfonso XIII acababa de cumplir diecinueve años el 17 de mayo anterior y desde julio de 1904 ya disponía de su primer automóvil cumplidos los dieciocho años necesarios para poder conducirlo por el Reglamento de 1900. El tren partió desde la estación del Norte de Madrid a las nueve menos cuarto con los séquitos respectivos y llegó a La Losa de Riofrío a las once. En la estación de La Losa subieron los expedicionarios en los tres automóviles del Rey y en el del Marqués de la Mina con dirección al Palacio de Riofrío.

      En la foto publicada en La Ilustración Española y Americana de la estación de La Losa, adornada con guirnaldas y banderolas, podemos ver el maravilloso Panhard & Levassor de 35 caballos conducido por el joven Rey, detrás el presidente francés con barba, junto al ministro de Fomento, conde de Romanones.


      El Panhard & Levassor de Alfonso XIII era un modelo de cuatro plazas con carrocería realizada por Henry Blinder. Era uno de los automóviles más modernos y caros alrededor de 1904 con un coste, en su momento, superior a los 17500 francos.


      En la postal fotográfica que se editó en la época podemos ver algo mejor el potente automóvil en la estación de La Losa que Alfonso XIII, utilizaba entre otros, en sus continuos viajes desde el palacio Real de Madrid a La Granja de San Ildefonso en el verano de 1905. Uno de los viajes fue a la inauguración en julio del Tiro de Pichón y poco después, en agosto, llegó a tener fuertes críticas en la prensa comentando la posibilidad de que tuviese un accidente.

    En otra postal del mismo día veinticinco podemos ver al Rey llevando quizás al puesto correspondiente dentro del bosque de Riofrío al señor Loubet, pero ya lleva puesto el gorro correspondiente, las gafas reglamentarias y el mismo abrigo bien cerrado para resguardo del frío.


      Al día siguiente  y siete días después, en la revista ilustrada Nuevo Mundo, se publican reportajes sobre la cacería en Riofrío con fotos conversando y su automóvil esperando.


      A la derecha, con capa y sombrero vemos al ministro de Fomento, conde de Romanones que había cazado la mejor pieza, un ciervo de cinco puntas.

      Acabada la cacería, recorrer el Palacio de Riofrío, ir al Palacio de La Granja y saludar a la población de San Ildefonso hicieron una vista a Segovia fuera del programa oficial:

     A las cinco y diez llegaron en el automóvil de 35 caballos S.M. y el Presidente de la República francesa, el infante D. Carlos, el príncipe Reniero y el embajador de Francia en España, Mr Cambón.
    Los egregios excursionistas se detuvieron un momento en el Azoguejo, contemplando el acueducto, y girando velozmente el automóvil, emprendió éste una marcha moderada por las calles de San Juan, San Agustín y la Trinidad.
       Al llegar a la Plaza S.M. consultó el reloj, y el carruaje tomó la dirección del Alcázar.
      El público ya se habia apercibido de la presencia de los ilustres viajeros y la gente en grandes grupos, corría tras del automóvil.
     Como no había noticia de la llegada del Rey, en el Alcázar solo fueron recibidos los excursionistas por el oficial de guardia y el sargento afecto del Archivo militar.
       No se permitió la entrada al público, pasando tan solo un ordenanza de telégrafos que entregó á S.M. un telegrama.
       La falta de luz y la premura del tiempo hicieron que la visita fuera breve, limitándose al piso bajo del edificio.
      A los ocho minutos los excursionistas en automóvil, cuando ya se había congregado en la plaza del alcázar numeroso público y correspondiendo sonrientes á los respetuosos saludos de la concurrencia, emprendieron la marcha por la Ronda del Rey D. Juan, calles del Socorro y San Valentín al Paseo Nuevo, dirigiéndose á la estación. 
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      Esta entrada se la dedico a Mariano Gómez de Caso por todos sus estudios sobre Segovia y lo segoviano.
       Todo ha sido posible gracias a:
Gaceta de Madrid del jueves 20 de septiembre de 1900, Año CCXXXIX, Núm 263 de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado del Ministerio de la Presidencia.
Agapito Marazuela o el despertar del alma castellana de Manuel González Herrero editado por segunda vez en 1995 por la Excma. Diputación Provincial de Segovia.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del 26 de octubre de 1898, Año IV de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
La Ilustración Española y Americana semanario de información gráfica del 30 de octubre de 1905, Año XLIX, NÚM XL de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Historia de las comunicaciones en Segovia de Mariano Gómez de Caso Estrada editado por Caja Segovia Obra Social y Cultural, Segovia 2004.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del 26 de octubre de 1905, Año XII, Núm 616 y del 2 de noviembre de 1905, Año XII, Núm. 617 de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Diario de Avisos. Segovia diario del jueves 26 de octubre de 1905, Año VII, NÚM 2312 de Biblioteca virtual de prensa histórica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
http://www.tours13.fr/histoire-du-quartier/panhard-levassor
https://automobileclubdefrance.fr/fr/salon-panhard-levassor-2/
Mi colección de postales y fotos antiguas acumulada en los ultimos dieciséis años.