Continuamos con la entrada anterior sobre la iglesia de San Agustín, pero ahora cronológicamente llega la demolición de la iglesia y de la parte conventual de San Agustín, que se realizó principalmente entre 1909 y 1918. Sin embargo, ya en 1905 hubo algunos hundimientos involuntarios lo que supuso hacer una declaración de ruina por parte del arquitecto municipal Joaquín Odriozola.
Comenzamos observando una imagen realizada por Pelayo Artigas, en 1909, desde la propia torre de San Juan de los Caballeros mostrando los derribos de las cubiertas de la iglesia y de toda la parte conventual, de modo que a la derecha se aprecia una chimenea, que muy probablemente llegaba desde la cocina del convento. En los viajes por la provincia de Segovia, organizados por profesores del Instituto y de la Universidad que residían en Segovia, entre otros Pelayo Artigas y Juan Zuloaga debieron conocerse más personalmente. Por ello, muy probablemente, empezaron una gran amistad en el viaje para ver en Ayllón el eclipse total de Sol de agosto de 1905. Eso supondría que Pelayo también conociese a Daniel Zuloaga y ambos tenían una afición común, sus conocimientos fotográficos para utilizarlos en la valoración del patrimonio cultural de Segovia.
Continuamos con una de las fotos realizadas por Daniel Zuloaga, aunque su intención sería mostrar la iglesia de San Juan de los Caballeros como taller de trabajo y sus hornos echando humo para la elaboración de sus 'cacharros' cerámicos (funcionando desde 1908). En el fondo, a la izquierda de la iglesia, vemos que ya se han demolido al menos la cubierta del ábside de la iglesia de San Agustín, manteniéndose los ocho adornos de prisma con bola de granito, que delimitaban su perímetro entre el ábside y el crucero. Además, también han demolido la cubierta de las celdas de los monjes y sólo se ve al final un saliente, que era la chimenea de la cocina del convento.
Entre 1910 y 1914 con las cubiertas eliminadas se van haciendo otras demoliciones de algunos muros. Para la obra de demolición los ingenieros del ejército hicieron, en junio de 1912, un plano de la planta del convento y de la iglesia de San Agustín. En esa planta hemos señalado, los tramos de las capillas laterales de la iglesia, en la izquierda (azul) y en la derecha (morado). La demolición se va a hacer comenzando por la nave derecha, como luego podremos comprobar.
Sin embargo, será principalmente en 1915, cuando se hará la demolición de la portada de la iglesia. Hacia marzo de 1915 es cuando al ir haciendo la demolición de la fachada principal la escultura de San Agustín se cayó al suelo y se rompió en dos trozos, que Daniel Zuloaga captó con su cámara. Por ello, Daniel Zuloaga hizo un escrito público de queja, publicado en la sección, Tribuna Libre, titulado ¡POBRE SAN AGUSTÍN! en el periódico Diario de Avisos del 28 de mayo de 1915 que entre otras cosas decía:
"...El sino de este hermosísimo templo ha sido desdichado; no parece sino que alguien (como se dice) le ha echado mal de ojo; principió el derribo por la fachada principal, cuya puerta era de un barroco típico, bello y soberbio, con escudos admirables, de bien compuestos y ejecutados. En una hornacina, una estatua del Santo, decorativamente esculpida que al desmontarla la decapitaron...Suspendieron la destrucción indudablemente para que los extranjeros se enteraran del cariño que se tiene en Segovia á sus monumentos; y hace varios meses, la emprenden destruyendo, de tal manera, que la piedra tan bien labrada cae hecha harina; las ricas labores de multitud de escudos, las bolas que coronaban el edificio, que podían haberse utilizado para las balaustradas del puente del Salón, ó la plaza del Alcázar, á pesar de ser de duro granito caen despedazadas como si fueran destruidas por los famosos cañones que destruyeron la Catedral de Reims.
Cualquier museo hubiera tenido á gala conservar esas piedras labradas como recuerdo de esta arquitectura, aunque de época reciente, interesantísima para la historia de la Arquitectura; el señor marqués de Montesa, gobernador actual de Segovia (muy distinguido amigo mío), me decía que la Comisión de Monumentos había pedido se conservara un gran escudo que aún queda por derribar [pensamos que se refiere al de la izquierda del crucero y que se puede ver actualmente]...Y hablando de la Comisión de Monumentos, siento decirlo por esta entidad la única que podía haber evitado el derribo de San Agustín, que es la culpable de ello; ni la más ligera propuesta que yo sepa ha hecho para evitar semejante vergüenza para Segovia...
¿A qué obedece la destrucción de sus edificios en buen estado, donde podría haberse hecho un Museo por su emplazamiento y por su gran nave?..."
La Comisión Provincial de Monumentos Artísticos, tenía como Presidente oficial al gobernador civil, pero el Vicepresidente, y presidente de hecho, era un miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia y en ese momento era Carlos de Lecea y García. El secretario de la comisión, otro correspondiente, era el padre Benito de Frutos Gómez junto con otros miembros y los arquitectos municipal y provincial. Daniel Zuloaga no sabía que en 1909 Lecea había presentado su dimisión porque consideraba que todos los esfuerzos de la Comisión no eran escuchados ni atendidos. Desde 1899 el esfuerzo de la comisión fue conseguir dinero para la reparación de la torre de San Esteban y su problemática posterior con el vendaval de 1907 provocó que la restauración de la torre se dilatase en el tiempo hasta 1929. Por ello la comisión, durante los primeros diez años del siglo XX, se centró en llamar la atención de gasto público necesario para la restauración de la torre de San Esteban, del monasterio de El Parral y de la iglesia de la Veracruz, y dejó un poco al margen la iglesia del convento de San Agustín, propiedad del Ministerio de la Guerra.
Unos días después, Daniel Zuloaga (Ceramista) escribe otro artículo SOBRE RUINAS Para 'un profano en Arte' en el Diario de Avisos del 7 de junio de 1915:
"...En primer lugar rechazo plena y virilmente la acusación de que el origen de las ruinas del templo de San Agustín, sea voluntad Soberna. Yo Republicano de corazón, no puedo ser sospechoso al afirmar que el joven soberano que supo detener a tiempo el crimen artístico que se estaba cometiendo con la restauración de la Alhambra de Granada, sea el mismo que ha dispuesto la demolición de San Agustín...
Yo sé que al final de esta campaña de arte, sin interés personal alguno, me espera lo que a todo Redentor, el Calvario, el Gólgota, con su cruz y su corona de espinas y hasta es fácil que no me falte la lanzada de gracia de algún Longinos; pero no me importa; nada temo, antes al contrario parodiando las palabras de Isaias Jesus, de aquel hombre que se adelantó veinte siglos a su época, de aquel que fue de Bethania a Jerusalén, derramando la luz de la verdad sobre las almas, os diré a todos...el que con la mano puesta sobre su corazón, se atreva a decir que la demolición de San Agustín, no es un crimen artístico, e innecesario...que me tire la primera piedra..."
Después de dejar caer la imagen de San Agustín podemos comprobar que en la demolición hubo poco cuidado y se dejaban caer piedras del frontispicio de la fachada, que fueron dañando la cornisa que había por debajo de la hornacina del santo. Vemos como la nave de la derecha ya se ha demolido hasta la parte superior de la ventana de una especie de desván que había junto al Coro.
Hacia 1916 Daniel Zuloaga Boneta (1852-1921) o bien su hijo Juan, realizó al menos una fotografía, que nos muestra perfectamente cómo se fue haciendo el derrumbe. En ella podemos ver lo que sería la capilla 3 de la nave de la derecha, picados los correspondientes contrafuertes, junto con el arco 2, con menos altura, para la situación del suelo del Coro.
Es en ese momento cuando consideramos que realizará en el segundo semestre de 1917 varias fotografías desde la calle de San Agustín. En ellas Daniel mostrará cómo van quedando los arcos de la nave principal y los arcos apuntados de la bóveda del crucero. En la primera hemos señalado en morado los arcos 4 y 5 de la nave de la derecha con la nave principal, y apreciamos perfectamente cómo se mantienen todavía los arcos de medio punto 1 y 2 un poco por encima del muro de la nave, que se utiliza del cierre del solar. Todavía está el arco apuntado de la nave principal de la bóveda del crucero y el arco de la izquierda.
Poco después se va desmochando, respetando el escudo de la izquierda que había pedido la Comisión de Monumentos, pero justo hasta el borde superior. En la parte derecha se ha desmochado todo el muro del crucero, que es lo que queda actualmente.