Hoy Viernes Santo sin procesiones, a causa de una salvaje pandemia viral en todo el globo terráqueo, queremos hacer un recuerdo histórico con el mayor respeto posible.
En la Semana Santa de 1907 el obispo de la diócesis, Julián Miranda Bistuer crea en Segovia la Procesión de los Pasos con siete imágenes, donando con su dinero parte de alguna de ellas. Curiosamente esta procesión no se creó para el Viernes Santo si no para el Domingo de Ramos. Comenzó según anuncio a las seis de la tarde del 24 de marzo de 1907 empezando en el Palacio Episcopal y acabando en la S. I. Catedral.
En la Semana Santa de 1907 el obispo de la diócesis, Julián Miranda Bistuer crea en Segovia la Procesión de los Pasos con siete imágenes, donando con su dinero parte de alguna de ellas. Curiosamente esta procesión no se creó para el Viernes Santo si no para el Domingo de Ramos. Comenzó según anuncio a las seis de la tarde del 24 de marzo de 1907 empezando en el Palacio Episcopal y acabando en la S. I. Catedral.
El Viernes Santo de 1907, el 29 de marzo, tan sólo procesionó la imagen, venerada por el gremio de sastres, de la Virgen de la Iglesia del Salvador hasta la Catedral, suponemos que bajando por la calle de Ochoa Ondátegui hasta el Azoguejo y subiendo la calle Real hasta llegar a la Catedral.
Sin embargo ¿qué había el Viernes Santo de procesiones anteriormente en Segovia?. Pues curiosamente tan solo la Procesión de los Gascones.
A partir de la advocación sobre la Leyenda de los Gascones se creó una cofradía en Segovia que se llamaba De la Esclavitud y después se constituyó, teniendo como base la anterior, la Cofradía del Santo Entierro constituida por los abogados, escribanos y procuradores de la ciudad.
Podemos comprobar que a mediados del siglo XIX otra importante cofradía segoviana tenía el distintivo de realeza, era la Real Cofradía del Santísimo Sacramento sita en la iglesia parroquial de Santa Eulalia que tenía como cuota anual 12 reales de vellón por cada cofrade, pero no procesionaba.
Desde tiempo inmemorial, el día de Viernes Santo salía en procesión únicamente el Cristo románico desde San Justo revistiendo el acto la mayor solemnidad posible. Junto al Cristo en su urna eran elemento principal los gascones que formaban la guardia de honor de la sagrada imagen, desde las doce de la mañana hasta la procesión. Esta guardia estaba formada por ocho personas representando a los oficiales de los escribanos y procuradores de Segovia.
Los gascones llevaban una recia armadura (según se cree del siglo XVI siendo una de ellas muy valiosa) pesado casco, con tupida visera y airoso penacho; calzón, medias y zapatos negros con hebilla plateada; una banda cruzada sobre el peto; largo rosario pendiente de la cintura, y en la diestra una gran alabarda. Precisamente en la foto superior alguien intentó recuperar simbólicamente el acompañamiento de un gascón en la procesión de 1971.
La procesión se ajustaba al siguiente orden:
Sección montada a caballo y trompetas del Regimiento de Artillería. Guión de la Cofradía con el tambor destemplado, y el clarín con sordina del Ayuntamiento.
Larga fila de niños vestidos de nazarenos, con túnica morada, melena y corona de espinas, llevando los atributos de la Pasión. En las familias católicas segovianas se consideraba un honor que sus hijos pequeños estuvieran en esa procesión, de modo que se dedicaban a ello con entusiasmo.
Estandartes de la cofradía, Cruz de la parroquia de El Salvador con grupo de cantores.
Imagen del Cristo de los Gascones, llevada a hombros generalmente por ocho serenos vistiendo sayal morado y caperuza del mismo color. A los costados los ocho gascones.
Seguían el preste y las asistencias cerrando la procesión un piquete de Artillería junto a las bandas de música de la Academia de Artillería y del Hospicio.
La procesión salía a las seis de la tarde de la iglesia de San Justo en medio de la curiosidad de una gran concurrencia recorriendo las calles de Ochoa Ondátegui, San Juan, San Agustín, la Trinidad y Plaza Mayor. Hacía estación en la Catedral, donde se cantaba un solemne Miserere, descansando la urna en medio de la valla.
Puesta nuevamente en marcha la procesión, volvía por las calles de Isabel la Católica, Juan Bravo, Cervantes, Azoguejo apareciendo iluminadas todas las casas por donde pasaba, continuaba por la calle de Ochoa Ondátegui hasta la iglesia de San Justo.
Por Junta de la Cofradía del 17 de marzo de 1907 la Cofradía del Santo Entierro se disolvía y puso a la venta todas sus pertenencias. De modo que el último año que hubo Procesión de los Gascones fue el Viernes Santo de 1906.
Dos años después de la disolución de la cofradía, en 1909, Daniel Zuloaga hizo un alegato público en la prensa sobre el valor que tenían las ocho armaduras, aunque les faltasen algunas piezas comentando que se habían mal vendido, ya que al poco de instalarse en Segovia compraba muchas antigüedades por sus conocimientos artísticos.
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Esta entrada es para todas las personas que han padecido corona virus, pero hemos tenido la suerte de no tener afecciones respiratorias y además a Isabel Álvarez del Archivo Municipal de Segovia por su reciente recuerdo de las armaduras de los gascones.
Todo ha sido posible gracias a:
La foto de mi colección con sello en el reverso del fotógrafo José María Heredero de la Semana Santa de 1971 en Segovia.
El recibo de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Santa Eulalia de 1846.
El Faro de Castilla, semanario Segovia 13 de abril de 1889. Año II, NÚM 55
Diario de Avisos, Segovia periódico del sábado 23 de marzo de 1907. Año XI, NÚM 3282. Hoja dedicada a los pasos de Semana Santa.
Diario de Avisos, Segovia periódico del viernes 1 de octubre de 1909. Escrito de Mariano Larios Cibatti sobre las armaduras de los gascones. Año IX, NÚM 2674 de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
Antología de Vicente Fernández Berzal. Prólogo y selección de José Montero Padilla. Publicaciones de la Academia de Historia y Arte de San Quirce. Imprenta El Adelantado. Segovia, 1974.
Sección montada a caballo y trompetas del Regimiento de Artillería. Guión de la Cofradía con el tambor destemplado, y el clarín con sordina del Ayuntamiento.
Larga fila de niños vestidos de nazarenos, con túnica morada, melena y corona de espinas, llevando los atributos de la Pasión. En las familias católicas segovianas se consideraba un honor que sus hijos pequeños estuvieran en esa procesión, de modo que se dedicaban a ello con entusiasmo.
Estandartes de la cofradía, Cruz de la parroquia de El Salvador con grupo de cantores.
Imagen del Cristo de los Gascones, llevada a hombros generalmente por ocho serenos vistiendo sayal morado y caperuza del mismo color. A los costados los ocho gascones.
Seguían el preste y las asistencias cerrando la procesión un piquete de Artillería junto a las bandas de música de la Academia de Artillería y del Hospicio.
La procesión salía a las seis de la tarde de la iglesia de San Justo en medio de la curiosidad de una gran concurrencia recorriendo las calles de Ochoa Ondátegui, San Juan, San Agustín, la Trinidad y Plaza Mayor. Hacía estación en la Catedral, donde se cantaba un solemne Miserere, descansando la urna en medio de la valla.
Puesta nuevamente en marcha la procesión, volvía por las calles de Isabel la Católica, Juan Bravo, Cervantes, Azoguejo apareciendo iluminadas todas las casas por donde pasaba, continuaba por la calle de Ochoa Ondátegui hasta la iglesia de San Justo.
Por Junta de la Cofradía del 17 de marzo de 1907 la Cofradía del Santo Entierro se disolvía y puso a la venta todas sus pertenencias. De modo que el último año que hubo Procesión de los Gascones fue el Viernes Santo de 1906.
Dos años después de la disolución de la cofradía, en 1909, Daniel Zuloaga hizo un alegato público en la prensa sobre el valor que tenían las ocho armaduras, aunque les faltasen algunas piezas comentando que se habían mal vendido, ya que al poco de instalarse en Segovia compraba muchas antigüedades por sus conocimientos artísticos.
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Esta entrada es para todas las personas que han padecido corona virus, pero hemos tenido la suerte de no tener afecciones respiratorias y además a Isabel Álvarez del Archivo Municipal de Segovia por su reciente recuerdo de las armaduras de los gascones.
Todo ha sido posible gracias a:
La foto de mi colección con sello en el reverso del fotógrafo José María Heredero de la Semana Santa de 1971 en Segovia.
El recibo de la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Santa Eulalia de 1846.
El Faro de Castilla, semanario Segovia 13 de abril de 1889. Año II, NÚM 55
Diario de Avisos, Segovia periódico del sábado 23 de marzo de 1907. Año XI, NÚM 3282. Hoja dedicada a los pasos de Semana Santa.
Diario de Avisos, Segovia periódico del viernes 1 de octubre de 1909. Escrito de Mariano Larios Cibatti sobre las armaduras de los gascones. Año IX, NÚM 2674 de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
Antología de Vicente Fernández Berzal. Prólogo y selección de José Montero Padilla. Publicaciones de la Academia de Historia y Arte de San Quirce. Imprenta El Adelantado. Segovia, 1974.
Mi colección de fotos, folletos, restos en papel de Segovia de los últimos veintidós años.
1 comentario:
Muy interesante este relato. Siempre muy certero y curioso.
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