lunes, 20 de octubre de 2014

LA PLAZA DEL AZOGUEJO DE SEGOVIA (1943-1952)

      Continuamos con otro periodo sobre la plaza segoviana del Azoguejo, en plena posguerra y acabadas ya las cartillas de racionamiento en 1952, afectado por la creación de un nuevo Proyecto de Ordenación del nuevo acceso al Azoguejo. Lo más característico en este periodo es el derribo de los edificios de los números 1 y 2 de la plaza del Azoguejo solicitado por los propietarios en 1943 al Ayuntamiento, y finalmente el derribo del edificio correspondiente a los antiguos números 3 y 4 que había hecho Silvestre Manuel Pagola en 1929 para Juan José García Combarros a causa de la alineación y ensanchamiento de la calle Perocota. El citado Proyecto de Ordenación de acceso al Azoguejo debía estar en consonancia con el proyecto aprobado por el ministro de Obras Públicas, José María Fernández-Ladreda y Martínez-Valdés Acondicionamiento y acceso a la ciudad de Segovia, en el Camino Nacional 110 de Soria a Plasencia en noviembre de 1946.

     Para situarnos utilizamos un detalle de un mapa de la ciudad circa 1945, donde vemos que todavía no se refleja lógicamente ninguno de los cambios urbanísticos que se producirán después entre 1948 y 1950 en las calles de Perocota, plaza del Carmen y calle San Clemente.


     Empezamos por los números 1 y 2. A finales de 1943 sus propietarios solicitan al Ayuntamiento el derribo de las casas del Nº 46 [realmente era Nº 44] de la calle Cervantes y Nº 1 del Azoguejo, así como la Nº 2 de la plaza del Azoguejo, de modo que se llega a un acuerdo con el Ayuntamiento en noviembre de 1944.

     El arrendatario del Nº 1 Tomás Cerezo García trasladará su tienda de Ultramarinos, Vinos y Licores a unos diez metros del lugar en la calle Cervantes Nº 36 (actual número 28).

     El arrendatario del Nº 2 Aurelio Hernández Martínez todavía se anuncia en un programa de fiestas de 1943 con su restaurante El Racimo de Oro Casa Aurelio. Sin embargo, ya sabe que se tendrá que marchar muy pronto y lo hace a la Avenida Obispo Quesada, pero que popularmente se seguía llamando Avenida de la Estación como hemos podido comprobar en unos anuncios en El Adelantado de Segovia de noviembre de 1944, con su mismo número de teléfono 195, y donde recuerda (Antes en el Azoguejo).


     Imaginamos que por la poca clientela y mantener su prestigio de la mejor casa para comer, el establecimiento de Casa Aurelio volvería unos años después a la zona del Azoguejo, en septiembre de 1950, pero en la calle San Juan Nº 14 haciendo una reforma en el interior y el exterior del edificio.

      Continuemos con la larga problemática del derribo. A causa de un recurso legal de afectados por la demolición no se llegará al acuerdo hasta el doce de diciembre de 1945 que se obtiene el expediente instruido y resuelto para derribar. Podríamos pensar que el derribo comenzase a partir de 1946, pero se mantiene su problemática judicial y debió paralizarse, porque así lo podemos ver en una foto que será circa 1949 desde la carretera de Boceguillas.


     El expediente instruido solicitando al Ayuntamiento la construcción de un edificio, según consta, en Cervantes 46 y Azoguejo 2 por sus propietarios comienza el treinta de junio de 1949 y el proyecto lo hace el arquitecto municipal Francisco Fernández-Vega. Sin embargo, como está en las inmediaciones de la C.N. 110 de Soria a Plasencia, ya está afectado por el proyecto del Ministerio de Obras Públicas de modo que además debe cumplir las ordenanzas de la Jefatura Provincial de Obras Públicas por lo cual se concede la licencia de construcción en septiembre de 1949 y en las condiciones para el final de la construcción se pone como fecha tope quince meses, es decir para terminarlo a finales de diciembre de 1950.

     Atravesamos la todavía llamada calle Perocota y en el solar correspondiente de los antiguos números 3 y 4 del Azoguejo el arquitecto Manuel Pagola proyectó y terminó en 1930 un edificio para comercio y varias viviendas, que tenía su entrada para acceder a los tres pisos de viviendas por el número 1 de la calle Perocota. Pero tenía dos puertas de entrada en el bajo para comercio desde la plaza del Azoguejo. Al menos desde 1943 Julián Duque Mate, sustituyendo a la Pescadería de Juan José García Alcón, instala su casa de comidas. Julián Duque como vimos en la entrada anterior desde 1934 había regentado en Azoguejo 9 el popular Café-Restaurant Columba, pero lo arrienda hacia 1938 a una Sociedad Limitada de dos personas. En la foto circa 1950 tomada desde el callejón de Gascos podemos ver CASA DUQUE Restaurante que ocupa el bar en el bajo y en el piso primero los comedores con el cartel de Horno de Asar acoplado en los balcones.


     También podemos ver en la foto el cartel de Hispano Olivetti, marca de máquinas de escribir que llevaba oficialmente en Segovia Alberto González Gómez, junto a máquinas de coser de la marca Wertheim. En un anuncio publicitario de los años cuarenta leemos claramente que está en Perocota 1, piso segundo y tiene una sucursal en Puente Muerte y Vida, que poco después, hacia 1943, trasladará a la calle San Francisco Nº 23.

.
     En el Nº 5 se mantendría el bar Casa Ricardo que ya regenta su hijo Ángel Alonso hasta su derribo en 1955. Es el edificio que podemos ver entre la casa de Pagola y la casa de Candamo, que no hemos conseguido saber cuando se construye con el Archivo Municipal, pero hemos conseguido un anuncio publicitario de los años cuarenta.


     En la siguiente fotografía probablemente del verano de 1948 podemos ver como todavía no está terminado el derribo (aún se mantiene la casa de Cervantes 44) de los edificios de Azoguejo Nº 1, Nº 2 y Cervantes Nº 44 y vemos Casa Duque (El Chato) Restaurante, en el bajo del Nº 5 está Casa Ricardo y Mesón Casa Cándido en el Nº 7. Además, hemos marcado en color azul la numeración de las primeras casas de la calle Perocota que estarían en la fase de expropiación.


     Seguimos con nuestro recorrido y pasamos a los soportales. En el Nº 6 en este periodo podría estar ya la panadería de la familia de José Encinas Fernández. En el Azoguejo por la tarde los que están haciendo el servicio militar obligatorio, que duraba unos dos años, salen al paseo y así lo refleja este curioso detalle fotográfico circa 1950. En la imagen podemos ver el muro de tablones que encierran el solar de los números 1 y 2 con publicidad de máquinas de coser Alfa cuyo representante en Segovia era Casa Solera.


     Ahora detengámonos en el Nº 7 y su histórico mesón. Cándido López Sanz regentaba con su mujer Patrocinio Duque la casa de comidas desde 1931, pero es en ésta época cuando hay varios hechos que comenzarán con su ascensión meteórica. En 1949 la llamada Cofradía de los Doce Apóstoles cuyo presidente era el segoviano Francisco Guillén Salaya, además de serlo del Centro Segoviano de Madrid, le nombra Mesonero Mayor de Castilla. Y justo al año siguiente, el domingo 22 de octubre de 1950 refrendó su título preparando un banquete para los congresistas del II Congreso Internacional del Notariado Latino. Este banquete se hizo en el Palacio de Riofrío y a los novecientos congresistas se añadían sus acompañantes de modo que ascendió a unas 1400 personas. Desde 1942 se vestía con traje de segoviano y así lo hizo en este banquete internacional junto con todo su equipo de camareras y camareros.


     Continuamos con el Nº 8. En el edificio propiedad de los herederos de Felipe Martín, se encontraban la Pescadería de Jacinto Martín Madrigal y la Churrería de Manuel Mediavilla Cruz. Desde el café Columba podemos ver el gran cartel de madera que puso Jacinto Martín, y en el pequeño local a su derecha se encontraba la Churrería.


     Ambos negocios se mantenían desde muchos años antes por las mismas familias y hemos recopilado un anuncio de la Pescadería de Jacinto de un programa de fiestas de 1943 y otro de la Churrería de otro programa de fiestas de 1950.


     Acabamos nuestro recorrido de la plaza con el Nº 9 donde se encontraba el café Columba y Auto Industrias Martín. Desde 1943 la propiedad del Columba era de Hernández Herrero S.L. una sociedad formada por Pedro Hernández y Justo Herrero que lo mantuvieron hasta 1953. Durante estos años se organizaron algunos pequeños conciertos de cante flamenco, copla y cuplés como hemos podido ver en algunos anuncios de El Adelantado de Segovia. Y Auto Industrias Martín seguía a cargo de Felipe Martín Manrique donde principalmente en esta época se vendían radios Philips y Bicicletas GAC como nos indica el cartel de su parte del edificio.


     Terminamos  el periodo analizado con el derribo de la casa que había hecho Pagola en 1929 debido al proyecto del Ministerio de Obras Públicas, que finalmente se llamaría Acondicionamiento de la travesía y acceso a la ciudad de Segovia por la C.N. 110 de Soria a Plasencia. Este proyecto provocó la expropiación forzosa de muchas de las casas de la calle Perocota, como todas las señaladas en azul en la foto de arriba. En 1951 ya estaba terminada la casa que tendría asignado el Nº 1 (que se mantiene en la actualidad) en la plaza del Azoguejo, se derribaría la casa proyectada por Pagola manteniéndose el solar vacío cuatro años y se mantendrá el edificio de Casa Ricardo durante esos mismos años que correspondería al nuevo Nº 3 asignado.

                                                               Continúa
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Esta entrada se la dedico a todos las segovianas y segovianos interesados en la evolución de la plaza del Azoguejo. Si alguna persona considera que hay algún dato erróneo o que no quiere que aparezcan determinados nombres no tendremos ningún problema en cambiarlo.
    Todo ha sido posible gracias a:
Plano Guía. Editado por la Junta Provincial del Turismo. Impr. y Lib. Vda. de Mauro Lozano. Plano de Segovia, López Aldana 1945.
Programas de Ferias y Fiestas de 1943, de 1950 del Archivo Municipal de Segovia. 
1903-2003 Cándido mesonero de leyenda. Edición a cargo de Lorenzo Díaz. Fundación Cándido Mesonero Mayor de Castilla. Segovia, 2003 
El Acueducto en la fotografía. Colección Sáez-Laguna. Edita Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2009.
El Adelantado de Segovia del jueves 1 de marzo de 1934, Año XXXIV-Número 9414.
El Adelantado de Segovia del miércoles 1 de noviembre de 1944, Año XLIV-Número 13686.
El Adelantado de Segovia del jueves 28 de diciembre de 1944, Año XLIV-Número 13733.
El Adelantado de Segovia del lunes 27 de marzo de 1950, Año L-Número 15353.
El Adelantado de Segovia del sábado 2 de septiembre de 1950, Año L-Número 15486.
Programa Homenaje a nuestra Santísima Virgen de la Fuencisla. Imprenta HACE. Segovia, mayo de 1942.
Crónicas retrospectivas. Lugares, vivencias y sucesos en la Segovia de nuestros abuelos. Primera parte. Carlos Álvaro. Edición de Caja Segovia, Obra Social y Cultural. Segovia, 2008.
Proyectos de los diferentes edificios del Azoguejo del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos quince años.

4 comentarios:

Elena Garcia dijo...

Fantastico blog

B.M. Zúñiga Fernández. dijo...

Fabulosa información. Ser, además, vecina de la Calle San Francisco desde el año y medio hasta la fecha, hace que esta información amplíe muchos más mis recuerdos y vivencias.

Lupidilup dijo...

Cuanto me gusta perderme por las entradas segovianas del blog y husmear en esas fotografías carteles y datos que tanto nos ilustran acerca de esta querida ciudad en la que vivo. Gracias por investigar y publicar tanta información que para mí es muy valiosa.

Pedro Luis Peñas dijo...

Agradecido por tus palabras Lupidilup, investigar en muchas ocasiones no es posible como uno quisiera, pero como nos ha ocurrido en otras ocasiones después con el tiempo (en algún caso han sido 9 años...), surgen nuevas fotografías o nuevos datos que nos llevan a plantear nuevas hipótesis de modo que el proceso de investigación se vuelve a retroalimentar.
En mi caso, como profesor de Matemáticas, tengo una pequeña ventaja que es tener la libertad del tema a investigar. En general, suelo centrarme en temas que considero que con mi mentalidad actual pueden ser interesantes para el público en general. En particular, esa información que intento que no sea muy conocida, hasta el momento, haya sido valiosa para arquitectos, urbanistas, guías turísticos, pero nunca llegó a saber cuál es el interés de algunas personas. Y en ese sentido siempre es buena esta forma de interacción, porque hace que las investigaciones (que no son de pago) se dirijan más hacia una temática u otra.