Continuamos con la entrada anterior recordando que en el verano de 1923 Julia Yuste López se ha quedado viuda con cuatro hijos menores de catorce años. Con la ayuda de sus padres, Pablo y Fermina y su hermano presbítero, José, se pone al frente de la confitería pensando en el futuro de sus hijos.
Sin embargo, sus padres eran ya mayores y el fundador Pablo Yuste Vega fallece el 6 de octubre de 1926. La confitería seguía vendiendo mucho, por esos años, sus famosas yemas como sabemos desde la década anterior. En 1927 en la Plaza Mayor sólo hay dos confiterías, ya que La Suiza en ese momento, oficialmente, sólo es Café Restaurant. Suponemos que, poco después, se hacen algunos cambios adaptándose a las circunstancias de los tiempos y de Yuste pasa a denominarse LA FUENCISLA.
En la plaza de la Constitución, como se podía leer desde finales del siglo XIX en el cartel del Ayuntamiento, hacia 1922, se hace oficialmente la nueva numeración, que es más parecida a la que mantenemos en la actualidad y sólo tiene numeración cuando hay residencia.
En la plaza de la Constitución, como se podía leer desde finales del siglo XIX en el cartel del Ayuntamiento, hacia 1922, se hace oficialmente la nueva numeración, que es más parecida a la que mantenemos en la actualidad y sólo tiene numeración cuando hay residencia.
Al menos desde 1929 ya se llama LA FUENCISLA como hemos podido comprobar por anuncio en El Adelantado de Segovia del 17 de mayo de 1929 y tiene asignado el Nº 25 de la plaza Mayor, aunque en su portada de madera mantenía grabado el antiguo Nº 46. Parece que en mayo de 1929, los hijos mayores ya trabajaban en la pastelería y hacen una campaña publicitaria haciendo hincapié en la venta de caramelos de extracto de malta y sus beneficios para suavizar la garganta.
Una parte del año, como anteriormente, extendían sus sillas de mimbre en la terraza y vendían los refrescos de la época: gaseosas, oranges (refrescos de naranja), limón, cola, etc. Así lo podemos ver en una imagen de un turista extranjero en el verano de 1929.
Como siempre en verano en las terrazas de la plaza Mayor segoviana el calor es sofocante y los establecimientos de la zona extendían sus toldos para que hubiese sombra y llegase el fresquito por la calle Escuderos, como podemos ver en agosto de 1930. En la vivienda por encima de la confitería todavía mantienen la palma enganchada en la barandilla de la terraza.
Llega la República a España y en esa época, unos años antes, hay que añadir una tercera pastelería en la plaza Mayor segoviana, junto a los cinco o seis bares y restaurantes que había entonces. La competencia por la venta de yemas de Segovia en la época republicana debía ser grande por lo que se refleja en la publicidad entre 1932 y 1936 poniéndoles nombres tan segovianos: La Fuencisla las llamaba La Fuencisla, Bausa yemas El Acueducto y El Alcázar yemas El Alcázar.
Hacia 1933 la confitería pastelería mantenía su portada de madera decorada y pintada de blanco, pero en la Plaza ya estaba instalado el surtidor de gasolina desde 1927.
Una nieta de Julia Yuste nos ha facilitado amablemente unas imágenes de un elegante y precioso azucarero de vidrio procedente de la confitería pastelería LA FUENCISLA que además se utilizaba en el salón de té del entresuelo.
En esos momentos los tres hijos mayores de doña Julia tienen todos más de dieciocho años y se iban incorporando a trabajar en la confitería y pastelería dando nuevos aires al establecimiento. Su producto estrella, como desde veinte años antes, seguía siendo sus yemas segovianas como anuncian en el programa de fiestas de junio de 1933.
Tal era la popularidad de sus yemas que en la vivienda que tenían por encima del establecimiento colocan un gran cartel pintado en el balcón poco después hacia 1935.
En la fachada podemos ver escrito el nombre completo de confitería pastelería LA FUENCISLA y dice Especialidad en las famosas yemas de Segovia, con las sillas de mimbre recogidas y almacenadas junto a la columna del Ayuntamiento. En los soportales una pancarta sujetada a la columna con el anuncio de yemas y grabado el antiguo Nº 46. Además, podemos ver los dos ventanas balcón del entresuelo en el que tenía el salón de té con su moderna vajilla, que parece no han pasado los años por ella.
Los autocares de línea de 1935, con salidas a la provincia, esperaban aparcados delante del Ayuntamiento.
Si nos fijamos bien está el cartel de las yemas, pero se ha borrado casi toda la inscripción y de nuevo todas las sillas acumuladas por encima de las mesas alrededor de la columna con forma de prisma, en un día del final del verano.
El interior de la confitería se mantenía prácticamente igual desde la reforma del local en el 1911, con un mostrador con decoraciones grabadas en la madera y circa de 1935 vemos al hijo pequeño de doña Julia, encargado de la confitería, con el nombre de LA FUENCISLA escrito en el cartel de la lista de precios.
La disputa por la autenticidad de las yemas segovianas se reflejaba en la revista del Centro Segoviano de Madrid, en mayo de 1936, poco tiempo antes de la confrontación entre españoles.
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Esta entrada se la dedico a la familia Yuste López y todos sus descendientes. En especial, a la nieta María Teresa y a todos los segovianos y segovianas que se dedicaron a endulzarnos la existencia.
Todo ha sido posible gracias a:
Las aclaraciones, confirmaciones de datos y las fotos del material procedente de la confitería regentada por la familia de la segoviana María Teresa Delgado enviadas amablemente desde Andalucía.
El detalle de la foto de la Plaza Mayor de Segovia con el cartel de Yemas La Fuencisla, cortesía realizada amablemente por el Museo Rodera Robles de Segovia.
Programa de Ferias y Fiestas de junio de 1933 del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula Industrial entre 1927 y 1944 del Archivo Histórico Provincial de Segovia.Segovia en Madrid noticiero mensual del centro segoviano, abril de 1935, Año II, Núm 5 del Archivo Municipal de Segovia.
Segovia en Madrid noticiero mensual del centro segoviano, mayo de 1936, Año III, Núm 18 del Archivo Municipal de Segovia.
El Adelantado de Segovia, miércoles 6 de octubre de 1926, Año XXVI-Núm 3317.
El Adelantado de Segovia, viernes 17 de mayo de 1929, Año XXIX-Núm 4200 de su Hemeroteca.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia por su gran disposición para buscar esos detalles tan decisivos.
Mi colección de postales, fotos, y revistas antiguas de Segovia recopiladas en los últimos diecinueve años.
1 comentario:
Espectacular entrada, como todas. Muchas gracias por compartir toda esta información que habrá supuesto, me imagino, mucho esfuerzo y mucho tiempo de investigación. Para los que queremos saber cómo era Segovia hace años tu blog es indispensable.
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