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viernes, 11 de septiembre de 2015

EL FRONTÓN DEL PUENTE DEL VERDUGO DE SEGOVIA (1893-1914)

    Hacia 1884 Santiago Gómez Canto y su esposa María González Moyano se empadronan en Segovia procedentes de Santiuste de San Juan Bautista. Han tenido seis hijos nacidos en Santiuste, de modo que nada más llegar a Segovia la unidad familiar estaría formada por Avelina (veintiún  años), Silverio (dieciseis años), Modesta (trece años), Siro (once años), Maximino (ocho años) y Silveria (seis años). A partir de 1893 el matrimonio se va a encargar de la taberna de la calle de los Coches y el frontón adosado que se acaba de construir en la calle del puente del Verdugo, junto al puente del mismo nombre.

     A finales del siglo XIX parece que había gran afición al juego de pelota a mano en Segovia e incluso recordemos que se jugaba aprovechando las torres de las iglesias, como comprobamos en la de San Esteban. Cuando Santiago Gómez Canto y su esposa llevan unos cinco años en Segovia, muy probablemente Leandro Campillo Díez (de Peñaranda, Salamanca), encarga la construcción de un frontón pegado a la taberna. Esta construcción nos la confirma Pedro Hernández Useros en la p. 325 de su guía de Segovia de 1889:

    Juegos de Pelota.- En el barrio de San Millán, calle sin nombre, hay uno muy bueno, y otro se halla próximo á terminarse cerca del puente del Verdugo. Las condiciones y tarifas que en éste han de establecerse no las conocemos; en el otro cuesta á los jugadores, sea cualquiera su número, quince céntimos de peseta cada partido de diez y ocho tantos.

     Desde la torre de la Catedral podemos ver los arrabales de San Clemente, Santa Eulalia y parte del de San Millán hacia 1890.


     Pero si observamos con detalle la zona del puente del Verdugo vamos a ver claramente la única casa que se encuentra en la calle de los Coches, pegada a ella la pared lateral del frontón y a continuación la pared principal en la calle del Puente del Verdugo. A su lado la valla con una puerta típica de huerta y a cinco metros cruzando la calle, el puente del Verdugo.


      Para aclarar las pocas edificaciones y muchas huertas que había en la zona, nos situamos en el preciso mapa del arquitecto municipal Joaquín Odriozola de 1901 y en él marcamos la situación del frontón y la única casa que nos indica el padrón municipal de 1901. En el Nº 2 de la calle de los Coches, parroquia de San Clemente, viven Santiago Gómez (de Paradinas), su esposa María González (de Santiuste de S. Juan Bautista) y sus hijos pequeños, Maximino y Silveria, porque sus hijos mayores ya se han independizado.


     Avelina Gómez González nacida en 1863 se casaría y se independiza de la casa familiar,

     Modesta Gómez González se casa hacia 1893 con Pablo López Sastre que tenía una carpintería en Escultor Marinas 3, donde tenían la vivienda. Todavía en la actualidad, podemos ver desde la iglesia de San Millán sus iniciales P L con tejas ennegrecidas en el tejado y en la otra cara la palabra CARPINTERÍA, pero ahora se llama calle de Hermanos Barral.

Foto de Josep Salvany propiedad de la Biblioteca de Catalunya
 
    Siro Gómez González tenía un comercio de venta de harinas al por menor en Cañuelos y después regentó un almacén de vinos al por mayor en la Plaza del Salvador, que después tuvieron sus herederos.

    Maximino Gómez González desde 1898, ya tiene instalada La Negrita, su tienda de Comestibles y Ultramarinos en la calle del Puente de Muerte y Vida Nº 7, como vemos en un anuncio de junio de 1899, pero poco después será el Nº 5. Actualmente, su nieto mantiene el establecimiento en el Nº 1 de la misma calle.


    Poco después, hacia 1903, Santiago Gómez Canto, fallece y regenta la taberna con el frontón, su viuda María González Moyano como podemos comprobar por un anuario de comercio de 1905.


     En esos mismos años, la hija pequeña, Silveria Gómez González se ha casado con Claudio Lobo Martín (de Muñoveros) y nacen sus hijos mayores Santiago (suponemos en recuerdo de su abuelo) y María. Al menos desde 1908, la contribución industrial de la taberna está a nombre de Claudio Lobo y algunos años después, hacia  1914, también el frontón.

    Durante todos estos años iniciales aunque no tenía nombre propio concreto se habla en los periódicos del Frontón del Puente del Verdugo.

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    Esta entrada se la dedico a todos los aficionados a la pelota que conocieron ese frontón que se derribó a finales de los años cincuenta.
     Todo ha sido posible gracias a:
Apuntes para una guía de Segovia y su provincia de Pedro Hernández Useros, Imprenta Provincial. Segovia, mayo de 1889 del Archivo Municipal de Segovia.
EL SEGOVIANO, Programa de festejos y Guía de Segovia en 1899. Confeccionada por Ciriaco Ramírez Fernández, Tipógrafo, Año IV, Valladolid: Imp. de Juan R. Hernando del Archivo Municipal de Segovia.
Anuario del Comercio (Bailly-Bailliere) 1905 Tomo II Granada a Zaragoza (Aranceles-Anuncios-Índices).
Guía y Plano de Segovia de Félix Gila y Fidalgo. Segovia 1906. Edición facsímil por la Editorial Maxtor. Valladolid 2010.
Fondo fotográfico Salvany, imágenes de Josep Salvany i Blanch de Segovia de 1915, de la Biblioteca de Catalunya.
Padrones Municipales entre 1890 y 1901 del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial  de 1905, 1906 y 1908 del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia recopilados en los últimos diecisiete años.

miércoles, 12 de agosto de 2015

SEGOVIA LA ABANDONADA (La Esfera, 12 de agosto de 1922)

COMENTARIOS  PREVIOS
     Un día como hoy de 1922 se publicó en la revista La Esfera un artículo en defensa de Segovia que queremos recuperar con el uso de nuevas tecnologías.


    El autor Ramón Gómez de la Serna y Puig (1888-1963), utiliza para ilustrar su alegato, un trozo de la imagen del fotógrafo madrileño Mariano Moreno y García (1865-1925), cuya fotografía realizaría circa 1900.

     La relación de Ramón con nuestra ciudad se debe a que su padre, estando viudo desde 1906, fue Registrador de la Propiedad en Segovia a partir de abril de 1914 con domicilio en la plaza de la Merced. Estuvo viviendo con él unas ocho breves temporadas hasta 1921 y después fallece el 22 de febrero de 1922. Pero sus precisos detalles sobre el Monasterio del Parral delatan que hacía grandes paseos y conocía bien sus vistas panorámicas, o incluso la vista de la meseta castellana desde la torre de Juan II del Alcázar (el trepado balcón de Castilla). Respecto al Acueducto (...distribuidor, á través de sus arcos bajos, de toda la arriería comarcana...) detallan como conocía la zona del Azoguejo, los comentarios sobre las golondrinas, en realidad vencejos, volando por el Acueducto (Las golondrinas están muy arrepentidas de haber venido).

    En el texto se comenta esos años entre 1918 y 1921 en que Segovia tiene una corriente Regeneracionista, y expone claros detalles como el famoso incendio de 1920 que provocó la falta de chapitel en la iglesia de San Miguel durante varios años (y cuando el fuego hace su nido de cigüeña negra en una torre, queda la torre mucho tiempo con el nido ennegrecido y destechado). También en esa época se está reconstruyendo la torre de San Esteban (... y retejar la ciudad. Hay que apuntalarla un poco, pues hay varios campaniles á los que les faltan diez minutos para caerse,...).

     Muy probablemente su buen conocimiento sobre las viejas casas segovianas tenía su origen en la conferencia sobre Casas segovianas que dió Juan de Contreras (Marqués de Lozoya) el 27 de marzo de 1919 en el Ateneo de Madrid utilizando fotos del propio Mariano Moreno, Tirso Unturbe y otros, del cual Ramón era asiduo.

     Justo en 1922 publicaría su novela El secreto del Acueducto de temática puramente segoviana, que muy probablemente redactó en el verano de 1921, y algún párrafo está trascrito literalmente tomado de la novela.

SEGOVIA   LA   ABANDONADA
La típica Plaza Mayor de Segovia antes de derruir todo el fondo, en el que hoy se eleva el Teatro de Juan Bravo
       El viajero, el turista, el evocador español, toma primero el tren de Toledo, después el del Escorial, después el de Ávila, y si es caso, como excursión de merendola, de galantería y muy verdosa, el de Aranjuez. El de Segovia apenas se toma y se va abandonando día tras día, llegado en vano los trenes á esa estación de paso hacia viajes más largos, pues para llegar á Segovia hay que avanzar por una vía muerta y retroceder después para reanudar el camino recto.
      No está bien que se tenga á Segovia en este abandono, porque es una noble, legítima y auténtica gran ciudad. Ella se morirá en silencio de pura hidalga y ni siquiera llama á nadie con programas de fiestas, ni con los programas jarifos y bermejazos que anuncian las corridas de toros.
     Segovia, solemne y silenciosa, vive asomada á su ventanal, mirando el tiempo franco, eternal, con su gran rostro clarividente. No necesita espiar extranjeros. No es una comadreadora. Vive de si misma, sin comercio con nadie. Come sólo pan candeal. De pobre que es no enciende sus candiles á la noche.
       (Su fábrica de luz eléctrica se apaga á cada instante, y no admite abonados, sino accionistas, porque sólo la puede ayudar el que la da una gran cantidad. No la sacaría de pobre el abonado. El abonado más bien la robaría lo que consumiese).
       La resignación de Segovia es la que tienen los monarcas en sus palacios, aquellos monarcas que levantaban el rastrillo bien temprano y se acostaban en seguida. Al pasar frente á las puertas obscuras que respiran la paz de la noche y respiran el aire de la sombra y sus meditaciones, presiento sentados en los tramos de la escalera que da al piso único de la casa gentes conformes que viven su vida con la certeza humana y que, por mucho que lo adornen, no pueden salirse de esos límites.
      Segovia es el imafronte, el pináculo, el trepado balcón de Castilla. Es pura como ella sola y está solado su solar por las lápidas ó laudas que perpetúan á los varones más caballerescos, los hidalgos más sobrios y liberales.
     Segovia es la atrilera, el facistol para el gran libro de la Historia de España, abierto en la primera página de su renacimiento y en la hora de su unidad.
     Su acueducto, el decano de los monumentos enterizos y enhiestos de España, señala más ese sitio central que es Segovia, y más que distribuidor, á través de sus arcos bajos, de toda la arriería comarcana, parece que es el distribuidor de diferentes vías de ferrocarril que pasasen bajo él, ordenando así la afluencia de los trenes que vienen de Europa para ver Segovia y pasar por su numeroso túnel sin fondo.
     Y, sin embargo, esta ciudad señera, cuyo acueducto figura en la portada de nuestras guías de ferrocarriles, está apartada del tren, y si allí se ve que el tren enhebra el acueducto, no es verdad eso, porque la ciudad queda lejos de la estación, en una vía muerta á la que llegan por cumplimiento los trenes porque está eso estipulado en el fuero viejo de los ferrocarriles de Castilla.
     ¡Gran injusticia! Durante el verano, Segovia debía ser un centro populoso de veraneo, porque en Segovia es el único sitio en que reaparece en pleno verano el invierno. En San Sebastián, y quien dice en San Sebastián, dice en todo el Norte, reaparece el otoño en pleno verano, formándose de vez en cuando un día gris perla negra; pero nada más.
      En Segovia aparece el día completamente invernal, erigidas de nuevo las piedras de frío del invierno. La tierra se sobrecoge y el rostro del cielo se pone serio, como sólo se pone en invierno.
      Los pájaros se esconden. Las golondrinas están muy arrepentidas de haber venido.
       El Monasterio del Parral se pone fosco y su piedra toma la color del invierno.
     Esto, que es admirable de ver en plena canícula, sucede en una gran ciudad con empaque cortesano, donde llegan los periódicos temprano, y es modesto el coste de la casa y el sustento. No se cambia de paisaje ni de psicología al veranear allí, y se cambia, sin embargo, de temperatura.
      Hay que conservar por eso de todas maneras Segovia y retejar la ciudad. Hay que apuntalarla un poco, pues hay varios campaniles á los que sólo les faltan diez minutos para caerse, y cuando el fuego hace su nido de cigüeña negra en una torre, queda la torre mucho tiempo con el nido ennenegrecido y destechado.
      También hay que defender las viejas casas, pues todavía se conduele la ciudad de que tirasen aquellas casas que había en la Plaza -esas que va á perpetuar mi fotografía-, y cuyos pisos avanzaban como crecientes repechos sobre el aire de la Plaza, el más saliente el último, habiendo una ventanita á cada lado de cada balcón y viéndose las maderas antiguas de las antiguas construcciones hidalgüelas.
        Hay que ir de vez en cuando á Segovia, porque en ella se ve con más lógica y con más nitidez que en Toledo el alma española, sin la brevedad que ese espectáculo tiene en Ávila y sin la tétrica, solitaria y desesperante visión del Escorial.
    En Segovia el turista encontrará la pura cepa y comprenderá con seriedad y sobriedad, en toda su pobreza y en toda su altivez, lo que es el alma castellana.

RAMÓN  GOMEZ DE LA SERNA
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     Esta entrada se la quiero dedicar a todas y todos los que sienten pasión por la Segovia que fue.
     Todo ha sido posible gracias a:
La foto Segovia-41-Plaza Mayor del Archivo Mariano Moreno con Nº de inventario 0081_C del Instituto de Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
La Esfera, Año IX, Núm 449, sábado 12 de agosto de 1922 de mi colección.
El secreto del Acueducto de Ramón Gómez de la Serna. Edición de Carolyn Richmond, segunda edición. Ediciones Cátedra. Madrid 2000.
Segovia en tres tiempos. fotografías de Laurent, Moreno y Loty 1856-1936. Fundación MAPFRE Instituto de Cultura.Madrid 2006.
Las fotos antiguas de placas de cristal del Ateneo de Madrid.
Arquitectura y Urbanismo en la ciudad de Segovia (1750-1950). Miguel Ángel Chaves Martín. Editado por la Cámara de la Propiedad Urbana de Segovia. Segovia 1998.

domingo, 9 de agosto de 2015

LA TIENDA DE FRANCISCO ROMÁN LÓPEZ (1950-1959)

      Muy probablemente la tienda de muebles más popular de Segovia en los últimos cien años sea la de Francisco Román López con la gran ayuda de estar situada en uno de los lugares más transitados de Segovia, la calle Juan Bravo en la calle Real. Pero la causa de esto seguramente sea, como diríamos actualmente, a que era un gran emprendedor, o bien en expresión popular de la década de los años cincuenta 'sabía latín'.

APUNTES BIOGRÁFICOS
      Francisco Román López y Martín nace en Medina del Campo en 1901, hace el servicio militar en el Rif y se establece en Segovia hacia 1923, después se casa en Segovia con la segoviana Petra González García y se dedica unos años a la venta de harinas, piensos y legumbres como podemos ver en El Adelantado de Segovia.


      Pocos años después, y viendo el aumento en la venta de los automóviles entre 1927 y 1930 se hace agente oficial de automóviles y camiones Peugeot. Durante este tiempo, tuvo sus dos primeros hijos:


       Sin embargo, en 1930 muy probablemente porque era una marca que no tuviese muchas ventas comparada con las de Ford, Fiat, Citroën y Renault abandona la concesión de los automóviles y toma el traspaso de la tienda de muebles de Sucesores de Redolat (Cristóbal Alcón Porcar), sita en C/ Juan Bravo, Nº 24. En los años de la II República tiene a sus tres hijos medianos. Después viene, la catastrófica guerra civil y la dura posguerra, pero mantiene notablemente el negocio de su tienda de muebles. Con la alineación urbanística realizada frente al edificio de la antigua cárcel terminada en 1946 la tienda pasaría a tener el actual número 20 de la calle Juan Bravo.

LA DÉCADA DE 1950 Y SU TIENDA
     Justo al comenzar la década de los años cincuenta tiene a su último hijo y así de jovial se mantenía para darle un paseito.

 
     En 1952, se había acabado oficialmente con las cartillas de racionamiento y la situación económica del país empieza a mejorar lentamente con lo cual las ventas aumentarían.
   
      Con el arte de comerciante que le caracterizaba hizo un llamativo cartel con letras en madera y lo podemos intuir en la preciosa imagen del fotógrafo Río de abril de 1952.


      Como podemos comprobar baja el paso de La Dolorosa y leemos en la tienda, lámparas y artículos para regalo. Pero veamos la entrada con los escaparates con todo detalle unos meses después con publicidad de colchones Numancia  según me cuenta su hijo.


     Para los que no conocen bien la situación se lo aclaramos con la preciosa foto de Roberto Kallmeyer tomada desde el atrio de la iglesia de San Martín en el primer lustro de la década de 1950.

Esta foto es del amigo Aku Estebaranz tomada de su blog arqueologiadeimagenes
     
      A mediados de los años cincuenta Fco. Román López introduce en Segovia los colchones Flex como agente oficial. En la mayoría de las casas se tenían los clásicos colchones de lana o de borra en los que cada cierto tiempo había que varear debido a que se iban apelmazando, perdiendo el mullido, y era tal magnitud de trabajo que había una profesión que era colchonero.

      Según pasaba el tiempo la situación iba mejorando, pero su arte de vendedor de muebles se mantenía y lo vemos en la creación de una curiosa poesía publicada en un programa de fiestas de junio de 1956.


       Es en el segundo lustro de la década cuando en España hay una fiebre futbolística con las victorias del Real Madrid en la copa de Europa. En Segovia en el escaparate de Fco. Román López estaba el cartel del partido de la Gimnástica Segoviana contra el C.D. Femsa a la izquierda. Y es que su hijo Carlos jugaba en el equipo segoviano, pero después llegó a jugar varias temporadas en equipos de primera división


      Desde el principio de la década se mantenía la publicidad del agente oficial de colchones Flex e incluso se tenía un cartel saliente a la calle. En la foto podemos apreciar que la calle tiene un adoquinado y una pequeña acera porque todavía había circulación de automóviles por toda la calle Real.

    
     Si bien en todas las fotos de la portada de la tienda no se ven personas la calle Juan Bravo siempre ha estado muy transitada y lo vemos en esta última imagen de 1959 con la que acabamos la década.

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      Esta entrada se la dedico a todos los segovianos y segovianas que subieron y bajaron, como siempre, por la calle Real en toda la década de los cincuenta. También a los descendientes de Fco. Román Lopez para que tengan conciencia de la valía de su persona.
       Todo ha sido posible gracias a:
Las fotos facilitadas amablemente por Luis Fernando López hijo menor de Francisco Román López que se mantiene en el negocio, pero ahora más como Interiorismo y Decoración.
Programa de Ferias y Fiestas de junio de 1956 editado por Miguel Piquero.
El fascinante fotógrafo Kallmeyer visita Segovia del blog del amigo José Manuel Estebaranz.
Algunas anécdotas, personajes y establecimientos del corazón de Segovia a mediados del siglo XX. Félix S. de la Fuente Contreras. Editado por el autor. Segovia, 2004.
El Adelantado de Segovia, martes 3 de septiembre de 1929, Año XXIX-NUM 7289.
El Adelantado de Segovia, miércoles 7 de noviembre de 1934, Año XXXIV-Número 9610.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos diecisiete años.

domingo, 30 de noviembre de 2014

LA PLAZA DEL AZOGUEJO DE SEGOVIA (1953-1963)

     Seguimos con otro periodo sobre la plaza segoviana del Azoguejo, comenzando la apertura al exterior e inicios del turismo a escala de clase media. Lo más característico en este periodo en la plaza es el derribo del edificio del número uno de la calle San Francisco con fachada al Azoguejo que pasa a ser número 4 del Azoguejo. Se hizo un anteproyecto de derribo en 1957, pero que se llevó a cabo con el nuevo edificio hacia 1962. Es en esta época cuando se van a construir la mayoría de los edificios de la avenida Fernández Ladreda terminado en 1951 el proyecto de Acondicionamiento y acceso a la ciudad de Segovia, en el Camino Nacional 110 de Soria a Plasencia que afectaba a todo el Azoguejo.

      Empezamos por los números 1 y 2. El número 1 se había terminado de construir definitivamente en 1951 y en ese mismo año hacia el otoño se había derribado el Nº 2 con fachada en Perocota 1. Durante cuatro años se mantiene el solar vacío y lo podemos ver en varias fotografías. Una vista por un arco del Acueducto con el Nº 1, el solar vacío del Nº 2 y en pie el Nº 3 de Perocota (en azul) circa 1953.


      Incluso desde el propio solar vacío con una señal provisional de dirección mirando hacia el Acueducto y al edificio Columba también circa 1953. Esa misma señal la podemos ver en la foto de R. Kallmayer del blog de José Manuel Estebaranz.


    A continuación tenemos el Nº 3 del Bar Restaurante Casa Ricardo, que anteriormente tenía asignado número cinco, de Ángel Alonso Martín. Podemos ver en la imagen sobre la primavera de 1955 como todavía no está derribado y se está construyendo el nuevo edificio de Fernández Ladreda Nº 3.


      El proyecto de construcción del edificio del número 3 del Azoguejo o mejor dicho de Fernández Ladreda Nº 1 del arquitecto municipal Francisco Fernández-Vega comienza en octubre de 1954, pero al no ajustarse la obra a la ordenanza de la Jefatura de Obras Públicas y la Dirección General de Arquitectura. Por estar afectado por la C.N. 110, se pospone con los cambios oportunos hasta enero del año siguiente y finalmente se aprueba en abril de 1955. Durante el derribo a mediados de 1955 y en la construcción de 1956, Casa Ricardo, se instala provisionalmente en Fernández Ladreda 3 mientras construyen su edificio.


     A finales de 1956 ya está construido como lo podemos ver actualmente y Ángel Alonso Martín ya anuncia en un programa de fiestas de 1957 su nuevo establecimiento Restaurante Típico Casa Ricardo-Mirador del Acueducto, aprovechando los balcones del primer piso de un lugar privilegiado.


     Continuamos con el Nº 4 del Azoguejo que realmente es San Francisco Nº 1 que es por donde tenía su entrada y que podemos ver detalladamente en la anterior foto de R. Kallmeyer. En la imagen circa 1954 podemos ver la animación de la plaza todavía con el solar vacío del número dos.

   
     En diciembre de 1956 Francisco Fernández-Vega realiza un ante proyecto de derribo y construcción de un nuevo edificio encargado por sus dueños que tendrá la licencia correspondiente a finales de abril de 1957, pero no se lleva a cabo inmediatamente. Será a partir de 1960, con unos nuevos dueños, cuando se comienza el derribo y la construcción del nuevo edificio que tenemos en la actualidad. Podemos ver esta curiosa imagen recién hecho el derribo hacia octubre de 1960.


      Seguimos con los edificios de los soportales, con el asignado como Nº 5. El Mesón Casa Cándido tiene ya una fama internacional, no se anuncia en ninguno de los programas de fiestas locales de los años cincuenta, pero si hablan ya de él en la revista del Centro Segoviano de Madrid de 1953 como de fama mundial. Es en esta década cuando se ruedan varias películas americanas en Segovia y los actores y actrices iban a comer al mesón. Pero internamente a mediados de los años cincuenta el combustible típico para las calderas de calefacción y los hornos de los mesones era el carbón y así lo podemos comprobar con el carbonero de Silvestre con su motocarro en una imagen circa 1957.


     A partir de 1962 adquieren la vivienda por encima de la pescadería del número seis y amplían las instalaciones del mesón. Hemos encontrado un anuncio de fiestas del Mesón de Cándido de 1963 en el cual no se especifica el lugar. No es necesario, Casa Cándido se asocia directamente con la plaza del Azoguejo de Segovia. Al año siguiente el Centro Segoviano de Madrid, al frente del Marqués de Lozoya, le hace un homenaje manteniendo ese título honorífico de Mesonero Mayor de Castilla, creado por un presidente anterior Guillén Salaya en 1949 y que había sido refrendado con un diploma en octubre de 1953.


     También en los soportales en el Nº 6 se mantenía la Churrería El Azoguejo de Manuel Mediavilla Cruz, al lado de la puerta de Cándido que como vemos unos años después se llamaba El Acueducto y abrió una sucursal en el barrio de El Carmen.


     A continuación la pescadería de Jacinto Martín Madrigal, con su cartel de Pescados y Mariscos en una imagen circa 1960.


     Acabamos el círculo con el edificio Columba que con los cambios producidos tenía asignado el Nº 7 de la plaza del Azoguejo. A la izquierda estaba el Columba y a la derecha Auto-Industrias Martín.

      A finales de verano de 1955 comprobamos como el negocio principal de Auto-Industrias Martín son las radios, las máquinas de coser, las motos Guzzi Hispania, los automóviles Renault, las furgonetas DKW, sillas de paseo para niños y las bicicletas que se usaban mucho, que en su establecimiento también las arreglaban, como podemos ver varias aparcadas en pleno Azoguejo.


     Hacia noviembre de 1958 una parte del local del Columba se cede a Auto Industrias Martín, ocupando dos arcadas más de la fachada del edificio. La empresa Auto Industrias Martín, dirigida por Felipe Martín Manrique y sus hijos, se diversifica claramente y separan los negocios relacionados con los automóviles, furgonetas y motos desplazándose hacia 1960 a Fernández Ladreda 14 (actual 22), manteniendo el nombre de Auto Industrias Martín. En el Azoguejo se mantiene el negocio de las radios y unos aparatos que comienzan a venderse, la televisión y el frigorífico. Es en El Adelantado de Segovia del 29 de octubre de 1958 donde podemos ver el primer anuncio de televisores Philips en Segovia, pero en ese momento, había muy pocos aparatos en los hogares segovianos y en todo caso comenzaban a instalarse en los bares.

     Así podemos ver, un frío día de invierno con nieve, la esquina del edificio circa 1959 con guardia urbano dirigiendo el tráfico en la C.N. 110 de Soria a Plasencia.


      A partir de 1960 los televisores y los electrodomésticos, en general, empiezan a venderse mucho. En consonancia con todo ello el nuevo nombre desde dos años antes es Galerías Santa Columba. El local es mucho más grande al ocupar prácticamente la mitad de la fachada y se centra en televisores, frigoríficos, etc. Todo esto lo vemos reflejado en los anuncios entre 1960 y 1961.


      El Café-Bar Columba desde 1949 había cambiado de dirección aunque la contribución como Hernández Herrero S.L. fue hasta 1953. En esta época tiene el traspaso Clemente Garrido Pastor. Como antes, a partir de las fiestas de junio ponían la gran terraza con los toldos amarillos extendidos con las sillas de paja en la acera y las sillas y mesas metálicas en el propio Azoguejo. Así lo podemos ver sobre julio de 1957.


      A partir de 1959 el Café Bar ha reducido un veinte por ciento el local, pero sigue siendo uno de los bares más amplios de la capital. El número de bares ha aumentado mucho en toda la zona, unos diez alrededor del Acueducto. Nos imaginamos que el negocio ya no es tan rentable y el 14 de diciembre de 1962 se cierra porque el local se ha traspasado al Banco Castellano que comienza en el edificio en 1963.

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     Esta entrada se la dedico a todos las segovianas y segovianos interesados en la evolución de la plaza del Azoguejo a lo largo del siglo XX.
      Todo ha sido posible gracias a:
Programas de Ferias y Fiestas de junio de 1953, 1956, 1957, 1963 del Archivo Municipal de Segovia.
El fascinante fotógrafo Kallmeyer visita Segovia del blog de José Manuel Estebaranz.
La foto facilitada por Juan Pedro Velasco.
1903-2003 Cándido mesonero de leyenda. Edición a cargo de Lorenzo Díaz. Fundación Cándido Mesonero Mayor de Castilla. Segovia, 2003.
Algunas anécdotas, personajes y establecimientos del corazón de Segovia a mediados del siglo XX. Félix S. de la Fuente Contreras. Editado por el autor. Segovia, 2004.
El Acueducto en la fotografía. Colección Sáez-Laguna. Edita Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2009.
El Adelantado de Segovia, miércoles 29 de octubre de 1958, Año XVIII-Número 18117*.
El Adelantado de Segovia, miércoles 16 de marzo de 1960, Año LX-Número 18145.
El Adelantado de Segovia, miércoles 30 de noviembre de 1960, Año LX-Número 18366.
El Adelantado de Segovia, viernes 14 de diciembre de 1962, Año LXII-Número 18996.
Segovia Órgano Oficial del Centro Segoviano de Madrid, Julio 1964, Año XIII-Núm. 22.
Proyectos de los diferentes edificios del Azoguejo del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de 1952 a 1954 de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos quince años.

lunes, 20 de octubre de 2014

LA PLAZA DEL AZOGUEJO DE SEGOVIA (1943-1952)

      Continuamos con otro periodo sobre la plaza segoviana del Azoguejo, en plena posguerra y acabadas ya las cartillas de racionamiento en 1952, afectado por la creación de un nuevo Proyecto de Ordenación del nuevo acceso al Azoguejo. Lo más característico en este periodo es el derribo de los edificios de los números 1 y 2 de la plaza del Azoguejo solicitado por los propietarios en 1943 al Ayuntamiento, y finalmente el derribo del edificio correspondiente a los antiguos números 3 y 4 que había hecho Silvestre Manuel Pagola en 1929 para Juan José García Combarros a causa de la alineación y ensanchamiento de la calle Perocota. El citado Proyecto de Ordenación de acceso al Azoguejo debía estar en consonancia con el proyecto aprobado por el ministro de Obras Públicas, José María Fernández-Ladreda y Martínez-Valdés Acondicionamiento y acceso a la ciudad de Segovia, en el Camino Nacional 110 de Soria a Plasencia en noviembre de 1946.

     Para situarnos utilizamos un detalle de un mapa de la ciudad circa 1945, donde vemos que todavía no se refleja lógicamente ninguno de los cambios urbanísticos que se producirán después entre 1948 y 1950 en las calles de Perocota, plaza del Carmen y calle San Clemente.


     Empezamos por los números 1 y 2. A finales de 1943 sus propietarios solicitan al Ayuntamiento el derribo de las casas del Nº 46 [realmente era Nº 44] de la calle Cervantes y Nº 1 del Azoguejo, así como la Nº 2 de la plaza del Azoguejo, de modo que se llega a un acuerdo con el Ayuntamiento en noviembre de 1944.

     El arrendatario del Nº 1 Tomás Cerezo García trasladará su tienda de Ultramarinos, Vinos y Licores a unos diez metros del lugar en la calle Cervantes Nº 36 (actual número 28).

     El arrendatario del Nº 2 Aurelio Hernández Martínez todavía se anuncia en un programa de fiestas de 1943 con su restaurante El Racimo de Oro Casa Aurelio. Sin embargo, ya sabe que se tendrá que marchar muy pronto y lo hace a la Avenida Obispo Quesada, pero que popularmente se seguía llamando Avenida de la Estación como hemos podido comprobar en unos anuncios en El Adelantado de Segovia de noviembre de 1944, con su mismo número de teléfono 195, y donde recuerda (Antes en el Azoguejo).


     Imaginamos que por la poca clientela y mantener su prestigio de la mejor casa para comer, el establecimiento de Casa Aurelio volvería unos años después a la zona del Azoguejo, en septiembre de 1950, pero en la calle San Juan Nº 14 haciendo una reforma en el interior y el exterior del edificio.

      Continuemos con la larga problemática del derribo. A causa de un recurso legal de afectados por la demolición no se llegará al acuerdo hasta el doce de diciembre de 1945 que se obtiene el expediente instruido y resuelto para derribar. Podríamos pensar que el derribo comenzase a partir de 1946, pero se mantiene su problemática judicial y debió paralizarse, porque así lo podemos ver en una foto que será circa 1949 desde la carretera de Boceguillas.


     El expediente instruido solicitando al Ayuntamiento la construcción de un edificio, según consta, en Cervantes 46 y Azoguejo 2 por sus propietarios comienza el treinta de junio de 1949 y el proyecto lo hace el arquitecto municipal Francisco Fernández-Vega. Sin embargo, como está en las inmediaciones de la C.N. 110 de Soria a Plasencia, ya está afectado por el proyecto del Ministerio de Obras Públicas de modo que además debe cumplir las ordenanzas de la Jefatura Provincial de Obras Públicas por lo cual se concede la licencia de construcción en septiembre de 1949 y en las condiciones para el final de la construcción se pone como fecha tope quince meses, es decir para terminarlo a finales de diciembre de 1950.

     Atravesamos la todavía llamada calle Perocota y en el solar correspondiente de los antiguos números 3 y 4 del Azoguejo el arquitecto Manuel Pagola proyectó y terminó en 1930 un edificio para comercio y varias viviendas, que tenía su entrada para acceder a los tres pisos de viviendas por el número 1 de la calle Perocota. Pero tenía dos puertas de entrada en el bajo para comercio desde la plaza del Azoguejo. Al menos desde 1943 Julián Duque Mate, sustituyendo a la Pescadería de Juan José García Alcón, instala su casa de comidas. Julián Duque como vimos en la entrada anterior desde 1934 había regentado en Azoguejo 9 el popular Café-Restaurant Columba, pero lo arrienda hacia 1938 a una Sociedad Limitada de dos personas. En la foto circa 1950 tomada desde el callejón de Gascos podemos ver CASA DUQUE Restaurante que ocupa el bar en el bajo y en el piso primero los comedores con el cartel de Horno de Asar acoplado en los balcones.


     También podemos ver en la foto el cartel de Hispano Olivetti, marca de máquinas de escribir que llevaba oficialmente en Segovia Alberto González Gómez, junto a máquinas de coser de la marca Wertheim. En un anuncio publicitario de los años cuarenta leemos claramente que está en Perocota 1, piso segundo y tiene una sucursal en Puente Muerte y Vida, que poco después, hacia 1943, trasladará a la calle San Francisco Nº 23.

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     En el Nº 5 se mantendría el bar Casa Ricardo que ya regenta su hijo Ángel Alonso hasta su derribo en 1955. Es el edificio que podemos ver entre la casa de Pagola y la casa de Candamo, que no hemos conseguido saber cuando se construye con el Archivo Municipal, pero hemos conseguido un anuncio publicitario de los años cuarenta.


     En la siguiente fotografía probablemente del verano de 1948 podemos ver como todavía no está terminado el derribo (aún se mantiene la casa de Cervantes 44) de los edificios de Azoguejo Nº 1, Nº 2 y Cervantes Nº 44 y vemos Casa Duque (El Chato) Restaurante, en el bajo del Nº 5 está Casa Ricardo y Mesón Casa Cándido en el Nº 7. Además, hemos marcado en color azul la numeración de las primeras casas de la calle Perocota que estarían en la fase de expropiación.


     Seguimos con nuestro recorrido y pasamos a los soportales. En el Nº 6 en este periodo podría estar ya la panadería de la familia de José Encinas Fernández. En el Azoguejo por la tarde los que están haciendo el servicio militar obligatorio, que duraba unos dos años, salen al paseo y así lo refleja este curioso detalle fotográfico circa 1950. En la imagen podemos ver el muro de tablones que encierran el solar de los números 1 y 2 con publicidad de máquinas de coser Alfa cuyo representante en Segovia era Casa Solera.


     Ahora detengámonos en el Nº 7 y su histórico mesón. Cándido López Sanz regentaba con su mujer Patrocinio Duque la casa de comidas desde 1931, pero es en ésta época cuando hay varios hechos que comenzarán con su ascensión meteórica. En 1949 la llamada Cofradía de los Doce Apóstoles cuyo presidente era el segoviano Francisco Guillén Salaya, además de serlo del Centro Segoviano de Madrid, le nombra Mesonero Mayor de Castilla. Y justo al año siguiente, el domingo 22 de octubre de 1950 refrendó su título preparando un banquete para los congresistas del II Congreso Internacional del Notariado Latino. Este banquete se hizo en el Palacio de Riofrío y a los novecientos congresistas se añadían sus acompañantes de modo que ascendió a unas 1400 personas. Desde 1942 se vestía con traje de segoviano y así lo hizo en este banquete internacional junto con todo su equipo de camareras y camareros.


     Continuamos con el Nº 8. En el edificio propiedad de los herederos de Felipe Martín, se encontraban la Pescadería de Jacinto Martín Madrigal y la Churrería de Manuel Mediavilla Cruz. Desde el café Columba podemos ver el gran cartel de madera que puso Jacinto Martín, y en el pequeño local a su derecha se encontraba la Churrería.


     Ambos negocios se mantenían desde muchos años antes por las mismas familias y hemos recopilado un anuncio de la Pescadería de Jacinto de un programa de fiestas de 1943 y otro de la Churrería de otro programa de fiestas de 1950.


     Acabamos nuestro recorrido de la plaza con el Nº 9 donde se encontraba el café Columba y Auto Industrias Martín. Desde 1943 la propiedad del Columba era de Hernández Herrero S.L. una sociedad formada por Pedro Hernández y Justo Herrero que lo mantuvieron hasta 1953. Durante estos años se organizaron algunos pequeños conciertos de cante flamenco, copla y cuplés como hemos podido ver en algunos anuncios de El Adelantado de Segovia. Y Auto Industrias Martín seguía a cargo de Felipe Martín Manrique donde principalmente en esta época se vendían radios Philips y Bicicletas GAC como nos indica el cartel de su parte del edificio.


     Terminamos  el periodo analizado con el derribo de la casa que había hecho Pagola en 1929 debido al proyecto del Ministerio de Obras Públicas, que finalmente se llamaría Acondicionamiento de la travesía y acceso a la ciudad de Segovia por la C.N. 110 de Soria a Plasencia. Este proyecto provocó la expropiación forzosa de muchas de las casas de la calle Perocota, como todas las señaladas en azul en la foto de arriba. En 1951 ya estaba terminada la casa que tendría asignado el Nº 1 (que se mantiene en la actualidad) en la plaza del Azoguejo, se derribaría la casa proyectada por Pagola manteniéndose el solar vacío cuatro años y se mantendrá el edificio de Casa Ricardo durante esos mismos años que correspondería al nuevo Nº 3 asignado.

                                                               Continúa
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    Esta entrada se la dedico a todos las segovianas y segovianos interesados en la evolución de la plaza del Azoguejo. Si alguna persona considera que hay algún dato erróneo o que no quiere que aparezcan determinados nombres no tendremos ningún problema en cambiarlo.
    Todo ha sido posible gracias a:
Plano Guía. Editado por la Junta Provincial del Turismo. Impr. y Lib. Vda. de Mauro Lozano. Plano de Segovia, López Aldana 1945.
Programas de Ferias y Fiestas de 1943, de 1950 del Archivo Municipal de Segovia. 
1903-2003 Cándido mesonero de leyenda. Edición a cargo de Lorenzo Díaz. Fundación Cándido Mesonero Mayor de Castilla. Segovia, 2003 
El Acueducto en la fotografía. Colección Sáez-Laguna. Edita Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2009.
El Adelantado de Segovia del jueves 1 de marzo de 1934, Año XXXIV-Número 9414.
El Adelantado de Segovia del miércoles 1 de noviembre de 1944, Año XLIV-Número 13686.
El Adelantado de Segovia del jueves 28 de diciembre de 1944, Año XLIV-Número 13733.
El Adelantado de Segovia del lunes 27 de marzo de 1950, Año L-Número 15353.
El Adelantado de Segovia del sábado 2 de septiembre de 1950, Año L-Número 15486.
Programa Homenaje a nuestra Santísima Virgen de la Fuencisla. Imprenta HACE. Segovia, mayo de 1942.
Crónicas retrospectivas. Lugares, vivencias y sucesos en la Segovia de nuestros abuelos. Primera parte. Carlos Álvaro. Edición de Caja Segovia, Obra Social y Cultural. Segovia, 2008.
Proyectos de los diferentes edificios del Azoguejo del Archivo Municipal de Segovia.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
El apoyo en la divulgación sobre Segovia y aliento continuo de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y libros antiguos sobre Segovia de los últimos quince años.

lunes, 29 de septiembre de 2014

LA PLAZA DEL AZOGUEJO DE SEGOVIA (1929-1942)

      Después de ver cómo era la plaza en el primer cuarto del siglo XX continuamos con la muestra de la plaza del Azoguejo en un periodo que se caracteriza por el cambio de fisonomía debido a una nueva alineación del arquitecto municipal Silvestre Manuel Pagola, que se lleva a cabo a partir de 1929, y por el derribo de los restos de la iglesia de Santa Columba en 1930. A efectos sociales, por la 'dictablanda', por la segunda república, por la fatídica guerra civil y la angustiosa posguerra.

      Para situarnos en cómo era la plaza del Azoguejo en ese momento vamos a utilizar el plano de un folleto de la segunda república circa 1935. Podemos comprobar como se reflejan variaciones en la plaza como el ensanche de la calle Perocota. Ahora, al Azoguejo llegan las calles de Cervantes, Perocota, San Francisco, Ruíz de Alda y a su espalda el Acueducto.


    Comenzamos con nuestro recorrido aclarando que en 1929 se derriban las casas de Nº 3 y Nº 4 con motivo de una nueva alineación y se realiza un nuevo edificio, por encargo de Juan José García Combarros al arquitecto Pagola con fachadas a Perocota y plaza del Azoguejo. En el bajo se instalará el Almacén de Pescados y Pescadería de Juan José García. Ahora el acceso por la calle Perocota hacia la plaza del Carmen (17 en el anterior mapa de Turismo) es más amplio habiendo una clara alineación en los números impares. Además, los nuevos edificios correspondientes a los antiguos números 3-4 y número 5 están más alineados con respecto a los números 1 y 2 de la plaza del Azoguejo con lo cual hay más superficie. Se ha eliminado entonces la estrechez que tenía Perocota al salir del Azoguejo. El resultado lo podemos ver en una imagen de 1932.

Esta foto es propiedad del Bildarchiv Foto Marburg

      En agosto de 1930 podemos ver desde la carretera de Boceguillas los edificios de los números 1 y 2 de la plaza. Comprobamos que en el Nº 1, del arrendatario Tomás Cerezo García, exteriormente ya se ha hecho un vistoso esgrafiado en las fachadas que dan al Azoguejo y a la calle Cervantes y se mantiene en el bajo su tienda de Ultramarinos, Vinos y Licores.


      En el Nº 2 Aurelio Hernández Martínez en los primeros años de la década de los treinta, en 1931, ha tomado totalmente el traspaso de la taberna de su suegra Gregoria Álvaro Álvaro, lo amplía haciendo ya una casa de comidas con comedores en los pisos superiores y realiza un esgrafiado en la fachada al Azoguejo, como se ve en la foto anterior. En 1933 vemos cómo se anuncia en el programa de fiestas como Casa Aurelio.


     Entre el 19 de mayo y el 23 de junio de 1936, Aurelio Hernández hace toda una campaña en El Adelantado de Segovia para mostrar toda su inversión, un mes antes de la guerra, en las reformas que había realizado en su local y hacer patente que era uno de los mejores restaurantes del Azoguejo. Dice así 'El Racimo de Oro CASA AURELIO, Única cámara frigorífica de natural conservación para comidas en Segovia. Cervezas y bebidas frías sin necesidad de hielo. Se sirven bodas y banquetes... Paso independiente a los comedores'.   

    Con la desaparición en 1929 del edificio del Nº 4 el establecimiento de Comercio de Tejidos, Novedades y Géneros de Punto de José Calderón Santiago se traslada a Cervantes 23 y 25, que ya en 1933 se anuncia con el nombre de Casa Calderón, Comercio de Tejidos en general.
   
      En el Nº 5 se mantenía Casa Ricardo de Ricardo Alonso Santos aunque no hemos conseguido verificar en el Archivo Municipal de Segovia cuándo se hace el nuevo edificio que se ve en la foto de 1932 con respecto al que había en la de 1915. Pero sí hemos visto como colabora en las carreras ciclistas de las ferias de 1935. En los donativos a favor de la Peña Ciclista Segoviana, Casa Ricardo, un vermouth durante quince días para los tres primeros corredores de Segovia.

      En julio de 1929 podemos ver la plaza del Azoguejo un domingo de mercado, con un guardia municipal a la izquierda caminando.


      Pero centrémonos en los edificios de los soportales de la plaza del Azoguejo pasada la calle San Francisco y veamos como se van transformando exteriormente. Un domingo de agosto de 1930, apreciamos el bullicio del mercado.


     En el Nº 7 todavía se encuentra la Viuda de Dionisio Duque, Micaela Casas, junto con sus hijas Patrocinio y Gregoria Duque Casas. El 19 de octubre de 1930 Patrocino Duque se casa con el camarero Cándido López y en noviembre de 1931, Micaela, traspasa el establecimiento de Vinos y Comidas a su yerno. En poco tiempo, en plena segunda república, con ese don de gentes, Cándido comenzará a popularizar su taberna y su Horno de Asar y así lo refleja una foto circa 1935. Donde podemos leer Casa Cándido, y aclara que es sucesor de Duque el Chato.


    Cándido se anuncia incluso en la Revista del Centro Segoviano de Madrid de abril de 1935 muy probablemente con una idea de expansión para los segovianos de la capital resaltando los corderos y cochinillos asados.


    En el Nº 8 a la izquierda se mantienen la Buñolería con café que, a principios de los cuarenta, pertenece a los Mediavilla y la Pescadería de Felipe Martín, que ya regentaban sus hijos con vuelta a la calle Ruíz de Alda Nº 2 y también se puede leer en la imagen anterior el cartel correspondiente. Pero en junio de 1933 se anunciaba en el programa de fiestas como Hijo de Felipe Martín.


      Finalmente, centrémonos en la parte frente a los soportales. En 1930 se aprueba el derribo de los restos de la iglesia de Santa Columba y comenzará hacia el mes de julio. En agosto de 1930 los trabajos ya van muy avanzados como podemos comprobar visto desde la carretera de Boceguillas.


      Poco después se aprueba la realización de un edificio de una planta con una terraza encima que se terminará en 1931 como podemos leer actualmente en su inscripción. En 1932 lo podemos ver claramente y empiezan a acondicionar las escaleras de bajada desde el Postigo.

Esta foto es propiedad del Bildarchiv Foto Marburg
   
     Nada más acondicionarse el edificio y los alrededores se asigna el Nº 9 del Azoguejo, como se decía entonces y se instalaron dos establecimientos. A la izquierda el Café-Restaurant Columba gestionado inicialmente por Timoteo González, propietario del Parador del Acueducto, nada más atravesar el Acueducto y traspasado en 1934 a la sociedad formada por Julián Duque y su cuñado Mariano Gutiérrez.


      A su derecha, ocupando una sexta parte del total Auto Industrias gestionado por Felipe Martín Manrique, hijo del mecánico Félix Martín Maderuelo y muy relacionados ambos con los vehículos del momento. Esta sociedad, que se encontraba en un lugar privilegiado, era agente oficial de automóviles Renault, Camiones Mercedes, automóviles DKW, bicicletas GAC y de radios Philips como hemos podido comprobar en El Adelantado de Segovia entre los años 1934 y 1936. En particular, llama la atención el anuncio de 1934 en el cual se dice que ya corría algún coche a más de 100 km/h.


                                                                 Continúa
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    Esta entrada se la quiero dedicar a las personas que trabajan actualmente en la plaza del Azoguejo para que conozcan cómo era.
      Todo ha sido posible gracias a:
Programas de Ferias y Fiestas de 1933 y 1935. Confeccionado por F. Barañano, M. Bermejo y P. Cañas. Impreso en los Talleres de Carlos Martín del Archivo Municipal de Segovia.
El acueducto en la fotografía. Colección Sáez-Laguna. Edita Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2009.
La foto del Archivo Mariano Moreno (1865-1925) con Nº de inventario 34025_B del IPCE.
YO, CÁNDIDO, Memorias del Mesonero Mayor de Castilla. José Antonio Flórez Valero. Plaza & Janés editores, S.A. Barcelona, 1987.
Estampa, Año 2, Núm. 81, revista ilustrada semanal del sábado 30 de julio de 1929.
Plano-guía de Segovia, Impreso por Artes Gráficas Faure. Madrid, ca 1935.
Bildarchiv Foto Marburg: negativos, Nº LA 65/1 y Nº 55498.
El Adelantado de Segovia. Miércoles 13 de junio de 1934. Año XXXIV, Número 9484.
El Adelantado de Segovia. Martes 18 de junio de 1935. Año XXXV, Núm. 9798.
El Adelantado de Segovia. Martes 19 de mayo de 1936. Año XXXVI, Núm. 10082 
El Adelantado de Segovia. Miércoles 24 de junio de 1936. Año XXXVI, Núm. 10112 de la antigua hemeroteca de eladelantado.com
Algunas anécdotas, personajes y establecimientos del corazón de Segovia a mediados del siglo XX. Félix S. de la Fuente Contreras. Editado por el autor. Segovia, 2004.
"Como una coqueta con un velo", Segovia hace 100 años. Editado por el Ayuntamiento de Segovia y el Instituto Histórico Austriaco. Madrid, 2004.
Segovia en Madrid (Noticiero mensual del Centro Segoviano). Núm. 5, abril de 1935 del Archivo Municipal de Segovia.
Todos los apoyos para la divulgación de Isabel y Rafa del Archivo Municipal de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y revistas antiguas recopiladas en los últimos quince años.