viernes, 10 de julio de 2015

LOS AUTOMÓVILES EN SEGOVIA (1900-1936): El primero visto en Segovia

      Comenzamos con esta entrada una serie dedicada al estudio de los automóviles, y todo lo que les rodea, en Segovia desde los inicios hasta la guerra civil: el auto visto por primera vez, los vehículos, los agentes oficiales, los surtidores, las matrículas.... Es decir, unos pequeños estudios sobre lo que ahora nos resulta tan habitual, pero que en los momentos iniciales fue muy diferente y mucho más lento de lo que podríamos pensar, de modo que veremos muchas cosas curiosas.

      Con el Reglamento para el servicio de coches automóviles por las carreteras del Estado de 17 de septiembre de 1900 conocemos en esa época a qué se llamaba automóvil por su Artículo 2º, Bajo el nombre de coche automóvil, ó simplemente automóvil, se comprenden todos los carruajes movidos por fuerza mecánica.

       EL PRIMER AUTOMÓVIL QUE SE PUDO VER EN SEGOVIA
     La fuente más antigua que tenemos de un automóvil en Segovia nos viene de la prodigiosa memoria de Agapito Marazuela en charla con Manuel González Herrero.

      En el siglo XIX, el año 96 ó 97, fue cuando vi yo el primer automóvil; cada cosa que venía nueva nos causaba una emoción y una impresión enormes, como luego más tarde pasó con el gramófono y con los aviones y demás.
      Le ví un día de San Luis, viniendo de La Granja, y nos impresionó a todos los que lo presenciamos. A mí eso de ver un coche sin caballos, ni burros, ni machos, me pareció una cosa incomprensible.
      - ¿Quién llevaba el coche ese?.
     - Era un coche francés, muy destartalado, pero que fue el primero que habíamos visto, y la cosa desde luego fue de emoción. Un niño que iba con su padre, un niño de nueve años, al ver aquel primer automóvil, exclamó: "papa, papa, papa"...
      - "Qué te pasa, hombre, le preguntó el padre".
      - "Un coche que se ha vuelto loco, un coche que se ha vuelto loco...".
      - ¿Cómo llamábais aquel artefacto?.
      - Pues nosotros, un cacharro que andaba solo, je, je, je ...

     Por todo lo leído sobre el tema y teniendo en cuenta que Agapito nació en noviembre de 1891, parece un poco aventurado, pero sí es posible, ya que en Madrid según la amiga Isabel Gea, fue sobre 1898. Tampoco nos informa sobre si era eléctrico o de petróleo, pero cuadra todo: procedente de Francia, cuna de los automóviles, y en el verano de San Ildefonso, donde se situaba la Corte. Por la documentación utilizada con imágenes publicadas en revistas gráficas de la época Agapito pudo ver algo del tipo


o bien de otro tipo.

     En estos modelos iniciales los diseños todavía eran muy similares a los coches de caballos. Habrá que esperar al impulso de la Exposición Universal de París de 1900 en cuyo vídeo podemos ver el continuo tránsito de coches de caballos, el tranvía y un triciclo con motor. Con este impulso internacional los constructores de automóviles mejoraron mucho los motores, los mecanismos y los diseños.

     La segunda fuente, por escrito, de un automóvil en Segovia es del pintor Ignacio Zuloaga Zabaleta (1870-1945) que en carta dirigida en 1902 a su tío Daniel Zuloaga, en Segovia, le pide que vaya en ferrocarril a Miranda a su encuentro, en la que le dice Iremos despacio para pararnos en donde nos guste y tirar de kodak. Mi automóvil tiene tres velocidades... Lógicamente lo adquiriría en París y lo utilizaba para desplazarse fácilmente entre París y San Sebastián. Debemos recordar que ya entre el 27 y el 29 de junio de 1901, L'Automobile Club de France, con más de 2200 socios, había organizado la carrera internacional París-Berlín de modo que crearon varios salones y exposiciones de automóviles en París desde 1898.

     Sin embargo, no tenemos ninguna prueba gráfica, a día de hoy, de un automóvil en Segovia hasta octubre de 1905. En el viaje de Émile Loubet, séptimo presidente de la República Francesa, a España, el 25 de octubre, día de San Frutos, el rey Alfonso XIII prepara en el programa del día una cacería en Riofrío y fuera de programa una visita a Segovia:

      Alfonso XIII acababa de cumplir diecinueve años el 17 de mayo anterior y desde julio de 1904 ya disponía de su primer automóvil cumplidos los dieciocho años necesarios para poder conducirlo por el Reglamento de 1900. El tren partió desde la estación del Norte de Madrid a las nueve menos cuarto con los séquitos respectivos y llegó a La Losa de Riofrío a las once. En la estación de La Losa subieron los expedicionarios en los tres automóviles del Rey y en el del Marqués de la Mina con dirección al Palacio de Riofrío.

      En la foto publicada en La Ilustración Española y Americana de la estación de La Losa, adornada con guirnaldas y banderolas, podemos ver el maravilloso Panhard & Levassor de 35 caballos conducido por el joven Rey, detrás el presidente francés con barba, junto al ministro de Fomento, conde de Romanones.


      El Panhard & Levassor de Alfonso XIII era un modelo de cuatro plazas con carrocería realizada por Henry Blinder. Era uno de los automóviles más modernos y caros alrededor de 1904 con un coste, en su momento, superior a los 17500 francos.


      En la postal fotográfica que se editó en la época podemos ver algo mejor el potente automóvil en la estación de La Losa que Alfonso XIII, utilizaba entre otros, en sus continuos viajes desde el palacio Real de Madrid a La Granja de San Ildefonso en el verano de 1905. Uno de los viajes fue a la inauguración en julio del Tiro de Pichón y poco después, en agosto, llegó a tener fuertes críticas en la prensa comentando la posibilidad de que tuviese un accidente.

    En otra postal del mismo día veinticinco podemos ver al Rey llevando quizás al puesto correspondiente dentro del bosque de Riofrío al señor Loubet, pero ya lleva puesto el gorro correspondiente, las gafas reglamentarias y el mismo abrigo bien cerrado para resguardo del frío.


      Al día siguiente  y siete días después, en la revista ilustrada Nuevo Mundo, se publican reportajes sobre la cacería en Riofrío con fotos conversando y su automóvil esperando.


      A la derecha, con capa y sombrero vemos al ministro de Fomento, conde de Romanones que había cazado la mejor pieza, un ciervo de cinco puntas.

      Acabada la cacería, recorrer el Palacio de Riofrío, ir al Palacio de La Granja y saludar a la población de San Ildefonso hicieron una vista a Segovia fuera del programa oficial:

     A las cinco y diez llegaron en el automóvil de 35 caballos S.M. y el Presidente de la República francesa, el infante D. Carlos, el príncipe Reniero y el embajador de Francia en España, Mr Cambón.
    Los egregios excursionistas se detuvieron un momento en el Azoguejo, contemplando el acueducto, y girando velozmente el automóvil, emprendió éste una marcha moderada por las calles de San Juan, San Agustín y la Trinidad.
       Al llegar a la Plaza S.M. consultó el reloj, y el carruaje tomó la dirección del Alcázar.
      El público ya se habia apercibido de la presencia de los ilustres viajeros y la gente en grandes grupos, corría tras del automóvil.
     Como no había noticia de la llegada del Rey, en el Alcázar solo fueron recibidos los excursionistas por el oficial de guardia y el sargento afecto del Archivo militar.
       No se permitió la entrada al público, pasando tan solo un ordenanza de telégrafos que entregó á S.M. un telegrama.
       La falta de luz y la premura del tiempo hicieron que la visita fuera breve, limitándose al piso bajo del edificio.
      A los ocho minutos los excursionistas en automóvil, cuando ya se había congregado en la plaza del alcázar numeroso público y correspondiendo sonrientes á los respetuosos saludos de la concurrencia, emprendieron la marcha por la Ronda del Rey D. Juan, calles del Socorro y San Valentín al Paseo Nuevo, dirigiéndose á la estación. 
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      Esta entrada se la dedico a Mariano Gómez de Caso por todos sus estudios sobre Segovia y lo segoviano.
       Todo ha sido posible gracias a:
Gaceta de Madrid del jueves 20 de septiembre de 1900, Año CCXXXIX, Núm 263 de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado del Ministerio de la Presidencia.
Agapito Marazuela o el despertar del alma castellana de Manuel González Herrero editado por segunda vez en 1995 por la Excma. Diputación Provincial de Segovia.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del 26 de octubre de 1898, Año IV de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
La Ilustración Española y Americana semanario de información gráfica del 30 de octubre de 1905, Año XLIX, NÚM XL de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Historia de las comunicaciones en Segovia de Mariano Gómez de Caso Estrada editado por Caja Segovia Obra Social y Cultural, Segovia 2004.
Nuevo Mundo semanario ilustrado del 26 de octubre de 1905, Año XII, Núm 616 y del 2 de noviembre de 1905, Año XII, Núm. 617 de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Diario de Avisos. Segovia diario del jueves 26 de octubre de 1905, Año VII, NÚM 2312 de Biblioteca virtual de prensa histórica del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
http://www.tours13.fr/histoire-du-quartier/panhard-levassor
https://automobileclubdefrance.fr/fr/salon-panhard-levassor-2/
Mi colección de postales y fotos antiguas acumulada en los ultimos dieciséis años.

viernes, 26 de junio de 2015

LOS AUTOBUSES DE LA RENFE DE SEGOVIA (1947-1959)

      Como la estación de trenes se encontraba a más de un kilómetro del centro de la ciudad, la RENFE (Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles) fundada en 1941, disponía de una serie de pequeños autobuses que trasladaban a los usuarios, con sus equipajes, al centro de la ciudad o de la ciudad a la estación. Precisamente en febrero de 1946, Francisco Franco vino a Segovia a la inauguración de la electrificación de la línea férrea Villalba-Segovia y a partir de ese momento recibiría un impulso a nivel nacional.

        En un plano guía de la Dirección General del Turismo circa 1946 nos hablan de los citados autobuses.


       En estos primeros años para los usuarios que se desplazaban a la estación para coger el tren hacia Madrid  había una línea que partía de la Plaza bajaba al Azoguejo por la calle Real y se dirigía a la estación del tren cruzando las calles Perocota, San Clemente y Gobernador Fernández Jiménez porque entonces todavía no existía la Avenida Fernández Ladreda. Así lo muestra el folleto turístico hacia 1946.


        Estos autobuses de la década de 1940 que partían de la Plaza eran de reducido tamaño con una capacidad de poco más de dieciocho asientos, pero sus conductores los dejaban aparcados, con las cuatro ventanucas laterales abiertas, a la sombra de las acacias de la Plaza en el verano.


     Como podemos comprobar en la imagen circa 1946 tenían en la parte trasera una escalerita para subir a la baca los equipajes de los viajeros. En ese momento la baca está vacía porque muy probablemente está esperando la hora de salida y el que está sentado en el banco de granito sea su conductor.

       Parece ser que en esos primeros años debía haber dos autobuses que esperaban a la llegada de los trenes a la estación segoviana desde Madrid. Uno, debía tener como destino la Plaza Mayor, entonces Plaza de Franco, y otro la Plaza del Azoguejo. Estos destinos tenían su lógica, el de la Plaza Mayor para el centro de la ciudad y todos los Hoteles céntricos para los turistas: Comercio Europeo, Victoria, Casas y el de la Plaza del Azoguejo para todos los usuarios que cruzando el Acueducto después tenían los autobuses para la provincia de Segovia, en el Parador del Norte y el garaje de La Serrana.

      En particular, tenemos esta imagen circa 1949 del bullicio en el Azoguejo, junto al Columba, que por la ropa de las personas, podría ser un domingo o un día festivo. En la baca, llena de maletas y equipaje, leemos claramente RENFE DESPACHO CENTRAL DE SEGOVIA y vemos una bocina que sale por encima del cristal del conductor.


       Observamos que en la parte delantera estaban numerados, y hemos llegado a ver hasta el número cuatro en otras fotos. Me han comentado que la parte clara de la carrocería sería de color amarillo y quizás por otros autobuses, de color verde la parte oscura.

        El tiempo pasa y llegamos a principios de la década de 1950, pero las costumbres se mantienen y vemos otra vez, hacia 1951, como tenemos un autobús de Renfe esperando la salida a la sombra de una acacia de la elipse de la Plaza y en ese momento, un guardia civil junto al pequeño autobús, con las ventanas abiertas para que entre el fresco.


      Vemos curiosamente una puerta en la parte trasera, que según me cuentan era la única puerta de entrada y salida para los pasajeros.

        Pero no sólo tenemos fotos del verano, también hemos conseguido en este detalle de la Semana Santa de abril de 1952 uno de los citados autobuses esperando el traslado del paso de la Dolorosa que habría bajado por la calle San Francisco un domingo de Resurrección.


      Intuimos en este caso el número dos en la parte delantera junto a los niños con su elegante gabardina y el militar con su casaca reglamentaria empujando el paso de Santa Eulalia. Acompañan al paso los vecinos del barrio en procesión.

    Hacia el verano de 1952 también tenemos el autobús número cuatro lleno de pasajeros y toda la baca llena de maletas y equipaje.


     Justo entre los pilares de los arcos del Acueducto en Fernán García leemos el cartel del Bar Turismo de Gil Escribano Núñez y sus hijos.

    Acabadas las cartillas de racionamiento oficialmente a partir de junio de 1952, aumenta el movimiento turístico hacia Segovia inaugurándose en ese año el Gran Hotel Las Sirenas y al año siguiente, en el Nº 2 de Fernández Ladreda, el Hotel Alcázar.  La apertura al exterior comenzaba, pero básicamente el uso de los autobuses era por parte nacional porque comienza la gran emigración de los pueblos a Madrid.


      El despacho de billetes de los trenes se encontraba en la Plaza, en la esquina de los soportales junto a la iglesia de San Miguel y así nos lo refleja una guía con datos de 1957.


     Esa es la razón por la cual siempre conseguimos imágenes con los autobuses esperando en la elipse de la Plaza o a la puerta del despacho de billetes para salir hacia la estación.


      Hacia 1959 había matriculados en Segovia, capital y provincia, poco más de cinco mil vehículos, de modo que estos pequeños autobuses de RENFE tenían un uso habitual. A las horas correspondientes para la salida del tren desde Segovia, media hora antes se recogía a los usuarios en la Plaza y bajaba el autobús por la calle Real con sentido único.

      Alejandro Sáez nos recuerda de su niñez segoviana respecto a la bajada por la calle Real 'cuando aumentaron el tamaño de los autobuses y los comercios tenían toldos extendidos enfrentados debían salir un momento para subirlos un poco y pudiera pasar el autobús sin tocarlos'. Después llegaban a la siguiente parada, el Azoguejo, recogían a más usuarios y muy probablemente ya cruzaban Fernández Ladreda y subían por el Paseo de Ezequiel González.


      El madrileño José Manuel Seseña, nos informa de sus gratos recuerdos de finales de los cincuenta cuando venía a Segovia con su abuelo en el verano 'A la llegada de los trenes a la estación había tres destinos, uno a La Granja, otro al Azoguejo y finalmente el otro a la Plaza Mayor, con los cobradores en la puerta voceando el destino. Los conductores charlaban delante del frontal de los autobuses hasta recibir la orden de salida. Para arrancar precisaban manivela y después se montaban. Uno de los autobuses, lo recuerdo como si lo estuviera viendo ahora tenía la puerta de acceso y salida, pues era única, en la parte trasera, no en el lateral como era lo normal'.

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      Esta entrada se la dedico a José Manuel Seseña que al preguntarme sobre si tenía fotos de unos autobuses con una sola puerta atrás me motivó para la búsqueda de material y a consultar detalladamente las guías de la época.
       Todo ha sido posible gracias a:
La colaboración de José Manuel Seseña y Alejandro Sáez Huertas por los buenos recuerdos de su niñez.
Segovia, Guías turísticas andar y ver. Marqués de Lozoya. Editorial Noguer, tercera edición. Barcelona, 1963 [primera edición de 1957].
Plano Guía. Editado por la Junta Provincial del Turismo. Impr. y Lib. Vda. de Mauro Lozano. Plano de Segovia de López Aldana 1945.
Programas de Ferias y Fiestas de 1956.  Editor M. Piquero.
Segovia y el Ferrocarril. Asociación Cultural Plaza Mayor de Segovia, publicación nº 21, Segovia, junio 2009.
Libros de Matrícula de Contribución Industrial del Archivo Histórico Provincial de Segovia.
Mi colección de postales, fotos y guías antiguas de Segovia de los últimos quince años.

miércoles, 10 de junio de 2015

POLIEDROS REGULARES para 2º de ESO

     Para que los alumnos de 2º de ESO puedan visualizar en movimiento los llamados Sólidos Platónicos, hemos recopilado esta hoja en formato de Word. En los enlaces podrás ver en movimiento un tetraedro, un octaedro, un icosaedro, un hexaedro y un dodecaedro.

      Puedes descargar la hoja modelo en este enlace seguro. Después simplemente usando tecla CTRL y con el ratón clic situado en el enlace del poliedro que se quiera ver.

sábado, 16 de mayo de 2015

LA CALLE DE LOS COCHES DE SEGOVIA (1919-1950)

     Estudiamos ahora una de las calles del arrabal de San Millán, desde principios del siglo XX, aunque en los padrones más antiguos corresponde a la parroquia de San Clemente, con el curioso nombre de calle de los Coches.


      La calle en esa época era parte de una de las dos vías principales para ir desde la plaza del Azoguejo a la iglesia de San Millán: por Perocota-Plaza del Carmen-calle del Carmen-Carretas-Escultor Marinas o bien por Perocota-Plaza del Carmen-San Clemente-de la Asunción-de los Coches. Hemos marcado los dos recorridos acabando en dos de las tres puertas de acceso en el muro que rodeaba a la iglesia, que en el segundo lustro de los años cuarenta se eliminará. Veámoslo en el mapa de Odriozola de 1901 y así se mantendría, en esa zona, hasta 1948 que comenzará a cambiar por la nueva travesía del Camino Nacional 110.


      Pero centrémonos en la calle de los Coches. Siguiendo a Sáez y Romero en 1918 "Principia por la calle del Escultor Marinas y sale a la del Roble...Es paralela al curso del Clamores, que pasa con cauce hondo, atravesándose para entrar en la población por un antiguo puente llamado del Verdugo...". Podemos comprobar que su descripción es totalmente fiel en el plano anterior y así se mantendrá básicamente hasta 1949. Hemos marcado, para comparar, la calle de los Coches en un plano dibujado en 1945 señalando en rojo la numeración de la calle y el número quince de Escultor Marinas.


     Inicialmente lo primero que nos llama la atención es el trazado del arroyo Clamores. En el periodo que nos centramos ya se ha realizado, entre 1916 y 1919, el encauce y cubrimiento del arroyo desde el puente de Muerte y Vida, paralelo a la calle de la Independencia, hasta el puente del Verdugo. Después, entre 1922 y 1923 se realiza el encauce y cubrimiento entre el puente del Verdugo y la parte trasera del Nº 1 de la calle del Escultor Marinas, que vemos en el mapa anterior, aunque no se rellena la vaguada. Habrá que esperar hasta 1949, cuando se replantea la calle de los Coches después de realizar el nuevo trazado de lo que se llamaría, ya en 1950, avenida Fernández Ladreda.

     Podemos ver cómo era la calle de los Coches con el detalle de la parte izquierda de la maravillosa panorámica que hace José Regueira García (1880-1953) hacia 1920 desde el puente del Verdugo, que se ve señalado en los planos anteriores.


    Aclaremos que la calle de los Coches es ese camino de tierra que se ve a la izquierda, limitado por la pared de una fábrica (con dos obreros mirando) y el talud que se hace en la vaguada del arroyo Clamores. Las casas que se ven en frente, junto a la iglesia de San Millán, en 1919, pertenecen a la calle del Escultor Marinas (en particular, se corresponden con los números 7, 9, 11, 13 y pasada la de los Coches continúa con los números 15 y 17). Es decir, la calle de los Coches era una calle muy poco poblada tan sólo llegó a tener tres números en pares y otro número en impares en todo el periodo analizado, ya que la vaguada del Clamores ocupaba la mitad de la zona (esto provoca algunas humedades en los garajes de esa zona a causa de la capilaridad).

    Justo después de la valla de esa fábrica y antes del puente del Verdugo, se construyó hacia 1923 un edificio de tres plantas por encargo muy probablemente de Modesto Gil Álvarez al arquitecto Benito de Castro Rueda. Este edificio era el más voluminoso de la zona y se correspondía con el número 2 de la calle de los Coches. En él había cuatro o cinco viviendas y el bajo estaba ocupado totalmente por el Almacén de materiales de construcción de Modesto Gil Álvarez que anteriormente lo tenía disperso entre la calle de la Independencia y la calle de la Asunción (desde los años veinte Gobernador Fernández Jiménez), según nos muestra un anuncio de 1915.


      Este gran edificio se podía ver desde la terraza de el postigo debido a su volumen. Así lo podemos ver circa de 1929 a la izquierda de la iglesia de San Clemente.


         En la imagen hemos señalado el número 2 de la calle de los Coches, el número 15 de la calle del Escultor Marinas y la puerta del muro que rodeaba a la iglesia a la que nos referíamos antes.

       También podemos hacernos la idea del volumen del edificio para la época, con este detalle tomado desde la Catedral, aunque no sea nítida la imagen, circa 1929.

  
       Poco después, llega la II República y la calle de los Coches sigue tan poco poblada como siempre, pero concentrada en el edificio del número dos. Modesto Gil prospera con su Almacén de materiales de construcción y ahora también tiene una Fábrica de cal en el solar que rodeaba al edificio por detrás. Así lo hemos recogido en un anuncio de un programa de fiestas de 1933.


      En 1935 se proyecta un nuevo edificio encargado a Benito de Castro en la calle que consta como número 8, pero no podemos asegurar que se llegase a construir. Después llega el desastre de la guerra civil y la angustiosa posguerra. Modesto Gil Álvarez fallece antes de 1945 y su hijo se hace cargo de la empresa en pleno periodo de autarquía, haciendo unas tarjetas publicitarias mostrando su imponente edificio.

      También hace publicidad de materiales de construcción en El Adelantado de Segovia en 1943.


      Pero veamos el voluminoso edificio en el conjunto de la calle de los Coches en un claro día del verano de 1946.


      En la imagen, tomada desde el Salón, hemos señalado los pocos edificios que se ven en los números pares de la calle de los Coches y comprobamos como han construido una valla en la calle para protegerse de la vaguada del arroyo Clamores. A la izquierda del número cuatro parece intuirse el Puente del Verdugo que sólo tenía el ojo mirando a San Millán. Entre el número 2 y el número 4 está ya el final de la calle del Gobernador Fernández Jiménez y comienza la cortita calle del Puente del Verdugo para terminar en la calle del Roble.

      Incluso desde la Canaleja, poco después en 1949, podemos ver en un día soleado la calle de los Coches. En ese momento, se está haciendo el nuevo trazado del Camino Nacional 110 a su paso por Segovia y vemos claramente que están derribado el muro que rodeaba a la iglesia de San Millán.












     Finalmente, podemos comprobar la nueva planificación para la calle de los Coches realizada a consecuencia de la nueva travesía del Camino Nacional 110, en un proyecto del arquitecto segoviano Pedro Escorial de abril de 1950, que no llegó a realizarse, pero que es básicamente la actual. Todo ese plan es anterior a la construcción de la Casa Sindical hacia 1958 y lógicamente antes de construirse el actual aparcamiento subterráneo.


     El edificio del Almacén de materiales de Modesto Gil se mantuvo hasta su derribo en 1972 y actualmente correspondería al solar del edificio asignado como el número 8 de la calle de los Coches.
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         Esta entrada se la dedico a todos esos segovianos y segovianas que vivieron en las inmediaciones del Puente del Verdugo entre 1940 y 1950. En particular, a los descendientes de Modesto Gil Álvarez.
         Toda ha sido posible gracias a:
Vida y muerte del Río Clamor. Una biografía del río de Segovia. Manuel González Herrero. Editado por la Diputación Provincial de Segovia. Segovia 1997.
Arquitectura y Urbanismo en la ciudad de Segovia (1750-1950). Miguel Ángel Chaves Martín. Editado por la Cámara de la Propiedad Urbana de Segovia. Segovia 1998.
José Regueira. Panorámicas de Madrid (1919-1930). Ricardo González, Acu Estebaranz y Eduardo González Calleja. Editado por Fundación Cultural Mapfre Vida. T.F. editores. Madrid 2010.
Las calles de Segovia, noticias, tradiciones y curiosidades de Mariano Sáez y Romero. Edición facsímil en offset por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia. Segovia, 1978.
Guía de Segovia. Carlos Martín Crespo. Segovia 1934.
El plano del arquitecto municipal de Segovia de 1870 a 1913, Joaquín Odriozola Grimaud  de 1901.
Plano Guía. Editado por la Junta Provincial del Turismo. Impr. y Lib. Vda. de Mauro Lozano. Plano de Segovia, López Aldana 1945.
Programas de Ferias y Fiestas de 1915 y 1933 del Archivo Municipal de Segovia. 
El Acueducto en la fotografía. Colección Sáez-Laguna. Edita Ayuntamiento de Segovia. Segovia, 2009.
El Adelantado de Segovia del sábado 17 de julio de 1943, Año XLIII-Número 13287.
Foto del archivo personal del amigo Nacho Davía.
Padrón de Segovia de 1930 del Archivo Municipal de Segovia.
Proyectos de diferentes edificios y derribos del Archivo Municipal de Segovia.
Las aclaraciones de Isabel y Rafael del Archivo Municipal de Segovia, junto a su aliento y total colaboración para la divulgación de cómo era Segovia hace más de 60 años.
Mi colección de fotos, postales antiguas, folletos antiguos y planos de Segovia.