El fundador de Casa Solera hacia finales de la guerra con unos 29 años ya tiene, muy probablemente, su negocio en pleno barrio de Santa Eulalia. Ausencio Pascual Bernardo se centra en la venta de máquinas para coser y bordar, por debajo de su vivienda en la calle Somorrostro Nº 2, junto al edificio del establecimiento del hijo de Maximino Gómez que ha fallecido poco antes, en 1935. Podemos apreciar cómo era en ese año de 1941 la calle de Buitrago accediendo a la plaza de Santa Eulalia y el inicio de la calle del Puente de Muerte y Vida.
Pero veamos más detalladamente cómo anuncia su tienda con un cartel pintado en la pared VENTA DE MÁQUINAS PARA COSER Y BORDAR CASA SOLERA en la imagen con nieve de enero de 1941.
En mayo de 1942 sabemos que el negocio de Ausencio en Segovia, en plena posguerra, florece con la venta de las máquinas de coser Alfa realizadas en Eibar (Guipúzcua) frente a la americana Singer. En particular, da a las máquinas guipuzcoanas un valor científico, pero que en realidad tendrían muchas más posibilidades a causa del proceso de autarquía.
Veamos una máquina de esa época, finales de la guerra, que era propiedad de una modista profesional de Turégano. Con ella pudo hacer, en plena posguerra, numerosos vestidos principalmente para niñas y mujeres.
La máquina con la rueda de la correa de transmisión debía estar protegida con un armazón de madera que se podía cerrar con una llave.
Con el tiempo las máquinas Alfa también se adaptaron para que formasen parte de un mueble y así lo vemos en anuncio de junio de 1944. La tienda se mantiene en la calle de Somorrostro, pero ya con teléfono para dar mejor servicio.
Nada más desaparecer el Bar Restaurant Ketama en la plaza del Corpus Nº 8 en 1944 Ausencio Pascual abre allí un nuevo establecimiento aprovechando la buena situación junto a la calle de Juan Bravo. Además, mantiene todo el aspecto exterior del elegante Bar para su floreciente negocio centrado principalmente en las máquinas de coser Alfa e incluso mantuvo el teléfono del primer establecimiento que tuvo Dionisio Duque. Según anuncio de El Adelantado de Segovia el 24 de julio de 1944 abrió al público ese nuevo establecimiento de Casa Solera, en el bajo de la casa de Casto Fernández Shaw.
En la calle de Somorrostro Nº 2 se mantuvo durante algún tiempo según nos consta en la guía de teléfonos de finales de la década de 1940, aunque ya estuviese construido el mercado cubierto de Santa Eulalia desde el verano de 1942. Además, la casa del establecimiento de Maximino tuvo un recrecimiento de un piso con proyecto de 1945 del arquitecto municipal Francisco Fernández Vega, pero llevado a cabo hacia 1946.
A mediados de la década de 1940 el negocio debía ser boyante y hacía publicidad continuamente, como en la demolición de la antigua casa de la plaza del Azoguejo donde estuvo Casa Aurelio y la tienda de ultramarinos de Tomás Cerezo.
A principios de la década de 1950 el negocio de la venta de máquinas, Ausencio lo va a complementar con la creación de una academia, Academia de Bordados Casa Solera de coser y bordar. Como leemos en la elegante publicidad especifica "Alfa para trabajos delicados..."
En ese marco mi propia madre debió realizar alguno de esos cursos gratuitos en los cuales las alumnas del curso se hacían fotos de recuerdo con el propio dueño del establecimiento, Ausencio Pascual Bernardo, en el centro sin gafas. La mayoría de las jóvenes segovianas llevaban revistas que editaba la casa Alfa.
En otra instantánea veo a mi madre, Cándida Álvarez, con su Revista de labores Alfa y soltera necesariamente cuando tendría alrededor de 20 o 21 años. La imagen que nunca había visto hasta después de su fallecimiento hace unas semanas, me hace admirarla todavía más como enorme luchadora. Vendría de su Turégano natal muy probablemente al curso y permanecería algunos días en la capital con Ciselia, la prima carnal de mi abuela, que vivía en la calle Infanta Isabel.
Durante el curso debió realizar un paño de trabajos de costura y bordados que al aparecer junto con sus mantelerías y sábanas bordadas me dio la pista investigadora sobre estas máquinas de coser de la posguerra. Me hizo pensar detenidamente el cómo se había formado de soltera y de cómo al quedarse viuda con 42 años y cinco hijos se refugiaba en esos trabajos manuales creativos. A lo largo del curso supongo que iba centrándose en cada uno de los bordados que componen el mosaico.
Una de las aplicaciones que yo recuerdo siempre de sus aprendizajes de bordado fue en la realización de festones para sábanas y mantelerías.
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Esta entrada está dedicada a mi madre, Cándida Álvarez Tarragato (1931-2018), fallecida una semana antes de cumplir 87 años. Ella siempre fue para mi un ejemplo de fortaleza mental y de la enseñanza con el ejemplo vital.
Todo ha sido posible gracias a:
El anuncio publicitario de la Academia de Bordados Casa Solera facilitada amablemente por el amigo Juan José Bueno.
La antigua máquina de coser Alfa que mi suegra heredó de su tía comprada en época de guerra.
La foto de Casa Solera en la plaza del Corpus que la familia de Ausencio facilitó en 2015.
Programa Homenaje a nuestra Santísima Virgen de la Fuencisla. Imprenta HACE. Segovia, mayo de 1942.
Programa de Ferias y Fiestas de junio de 1944 del Archivo Municipal de Segovia.
Guía de Segovia. Carlos Martín Crespo. Segovia, 1934.
El Adelantado de Segovia, martes 14 de mayo de 1940, Año XL-Número 11036.
El Adelantado de Segovia, jueves 20 de julio de 1944, Año XLIV-Núm. 13599.
El Adelantado de Segovia, lunes 28 de diciembre de 1981, Año LXXXI-Núm. 24871.
Revista de labores Alfa, Nº 22, número de invierno, 1949.
Veinte años de paz en el Movimiento Nacional bajo el mando de Franco: provincia de Segovia. Impreso por Librería Herranz. Segovia, 1959. De la Biblioteca de la Diputación Provincial de Segovia.
Mi colección de postales, fotos, libros y folletos antiguos sobre Segovia recopilados en los últimos veinte años.
Veamos una máquina de esa época, finales de la guerra, que era propiedad de una modista profesional de Turégano. Con ella pudo hacer, en plena posguerra, numerosos vestidos principalmente para niñas y mujeres.
La máquina con la rueda de la correa de transmisión debía estar protegida con un armazón de madera que se podía cerrar con una llave.
Con el tiempo las máquinas Alfa también se adaptaron para que formasen parte de un mueble y así lo vemos en anuncio de junio de 1944. La tienda se mantiene en la calle de Somorrostro, pero ya con teléfono para dar mejor servicio.
Nada más desaparecer el Bar Restaurant Ketama en la plaza del Corpus Nº 8 en 1944 Ausencio Pascual abre allí un nuevo establecimiento aprovechando la buena situación junto a la calle de Juan Bravo. Además, mantiene todo el aspecto exterior del elegante Bar para su floreciente negocio centrado principalmente en las máquinas de coser Alfa e incluso mantuvo el teléfono del primer establecimiento que tuvo Dionisio Duque. Según anuncio de El Adelantado de Segovia el 24 de julio de 1944 abrió al público ese nuevo establecimiento de Casa Solera, en el bajo de la casa de Casto Fernández Shaw.
En la calle de Somorrostro Nº 2 se mantuvo durante algún tiempo según nos consta en la guía de teléfonos de finales de la década de 1940, aunque ya estuviese construido el mercado cubierto de Santa Eulalia desde el verano de 1942. Además, la casa del establecimiento de Maximino tuvo un recrecimiento de un piso con proyecto de 1945 del arquitecto municipal Francisco Fernández Vega, pero llevado a cabo hacia 1946.
A mediados de la década de 1940 el negocio debía ser boyante y hacía publicidad continuamente, como en la demolición de la antigua casa de la plaza del Azoguejo donde estuvo Casa Aurelio y la tienda de ultramarinos de Tomás Cerezo.
A principios de la década de 1950 el negocio de la venta de máquinas, Ausencio lo va a complementar con la creación de una academia, Academia de Bordados Casa Solera de coser y bordar. Como leemos en la elegante publicidad especifica "Alfa para trabajos delicados..."
En ese marco mi propia madre debió realizar alguno de esos cursos gratuitos en los cuales las alumnas del curso se hacían fotos de recuerdo con el propio dueño del establecimiento, Ausencio Pascual Bernardo, en el centro sin gafas. La mayoría de las jóvenes segovianas llevaban revistas que editaba la casa Alfa.
En otra instantánea veo a mi madre, Cándida Álvarez, con su Revista de labores Alfa y soltera necesariamente cuando tendría alrededor de 20 o 21 años. La imagen que nunca había visto hasta después de su fallecimiento hace unas semanas, me hace admirarla todavía más como enorme luchadora. Vendría de su Turégano natal muy probablemente al curso y permanecería algunos días en la capital con Ciselia, la prima carnal de mi abuela, que vivía en la calle Infanta Isabel.
Durante el curso debió realizar un paño de trabajos de costura y bordados que al aparecer junto con sus mantelerías y sábanas bordadas me dio la pista investigadora sobre estas máquinas de coser de la posguerra. Me hizo pensar detenidamente el cómo se había formado de soltera y de cómo al quedarse viuda con 42 años y cinco hijos se refugiaba en esos trabajos manuales creativos. A lo largo del curso supongo que iba centrándose en cada uno de los bordados que componen el mosaico.
Una de las aplicaciones que yo recuerdo siempre de sus aprendizajes de bordado fue en la realización de festones para sábanas y mantelerías.
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Esta entrada está dedicada a mi madre, Cándida Álvarez Tarragato (1931-2018), fallecida una semana antes de cumplir 87 años. Ella siempre fue para mi un ejemplo de fortaleza mental y de la enseñanza con el ejemplo vital.
Todo ha sido posible gracias a:
El anuncio publicitario de la Academia de Bordados Casa Solera facilitada amablemente por el amigo Juan José Bueno.
La antigua máquina de coser Alfa que mi suegra heredó de su tía comprada en época de guerra.
La foto de Casa Solera en la plaza del Corpus que la familia de Ausencio facilitó en 2015.
Programa Homenaje a nuestra Santísima Virgen de la Fuencisla. Imprenta HACE. Segovia, mayo de 1942.
Programa de Ferias y Fiestas de junio de 1944 del Archivo Municipal de Segovia.
Guía de Segovia. Carlos Martín Crespo. Segovia, 1934.
El Adelantado de Segovia, martes 14 de mayo de 1940, Año XL-Número 11036.
El Adelantado de Segovia, jueves 20 de julio de 1944, Año XLIV-Núm. 13599.
El Adelantado de Segovia, lunes 28 de diciembre de 1981, Año LXXXI-Núm. 24871.
Revista de labores Alfa, Nº 22, número de invierno, 1949.
Veinte años de paz en el Movimiento Nacional bajo el mando de Franco: provincia de Segovia. Impreso por Librería Herranz. Segovia, 1959. De la Biblioteca de la Diputación Provincial de Segovia.
Mi colección de postales, fotos, libros y folletos antiguos sobre Segovia recopilados en los últimos veinte años.
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